Reseña

Santilli, Daniel. 2019. La desigualdad en la Argentina : apuntes para su historia, de la colonia a nuestros días. Rosario: Prohistoria. 120 páginas

  • Guzmán Tomás
    Universidad de Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras, Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani"

En cuanto a la desigualdad económica, la historia reciente de la Argentina obliga a un enfoque de largo plazo, que pueda dar pistas sobre las raíces de su desgraciada evolución. A tal propósito coopera el libro de Daniel Santilli, doctor en Historia, investigador de la Universidad de Buenos Aires y especialista en historia económica bonaerense del siglo XIX. Estos "apuntes" para la historia de la desigualdad recogen un conjunto de investigaciones del autor, su experiencia de docencia en el nivel superior y la síntesis de la producción de un variado arco de estudiosos sobre la materia. Sin embargo, y yendo más allá de lo que promete su título, ésta no es sólo una historia de la desigualdad económica en el país desde el último tercio del siglo XVIII hasta nuestros días, sino también del nivel de vida de sus mayorías populares, en la medida que Santilli sigue, a lo largo de doscientos años, indicadores de ingresos reales, bajo la acertada convicción de que los niveles de vida de los trabajadores y la pobreza son también asuntos distributivos.

El libro está organizado en unos capítulos de introducción, otros de análisis diacrónico o de etapas del desarrollo económico argentino, y unas conclusiones. En los primeros capítulos se plantea el problema, se describen algunas de las fuentes documentales, y se definen las categorías de análisis y metodologías que han sido usadas para estudiar estos temas, así como se justifica la periodización elegida. El abordaje cronológico ocupa el núcleo del libro, con sendos capítulos titulados: "De la colonia a los inicios del modelo agroexportador", "El modelo agroexportador", "El mercado internismo. 1930-1975", "Desde 1975 al fin de siglo. Apertura de la economía" y "La lucha contra la desigualdad" (que correspondería al período desde la crisis de 2001 a la actualidad). La periodización seguida es bastante canónica en la historiografía económica y da cuenta de la forma en que se han organizado los estudios respectivos.

En cada parte, se van tratando dos ejes principales que se explicitan en la introducción: i) una reseña o "estado del arte" de los trabajos disponibles; ii) un balance de los resultados logrados por esa bibliografía reseñada y las explicaciones sobre los fenómenos que se han propuesto.

En el primer eje, puede comprobarse que el autor logra un actualizado mapa de los estudios sobre estas materias, tanto en las disciplinas de la historia, la historia económica y las ciencias sociales. En una era de rápida expansión de los trabajos, especialización profesional e incluso fragmentación excesiva, el panorama general que ofrece este libro resultará útil urbi et orbi.
El efecto de la operación de Santilli es, potencialmente, conectar o hacer dialogar a aquellos/as dedicados/as o interesados/as en ciertos períodos o con cierto abordaje disciplinar, para que ubiquen su interés respecto de otros enfoques o momentos de la historia. Esto podría aplicarse también para aquellos/as que estudian otros casos nacionales o tienen una mirada comparativa global. Esta voluntad de trazar puentes, junto con ciertas coordenadas propuestas para ese diálogo que va proponiendo el autor, constituyen el principal aporte del libro.

Téngase presente que el panorama de Santilli recorre trabajos que han abordado la distribución desigual del ingreso (en términos personales o funcionales) y de la riqueza (principalmente la tierra); estudios sobre salarios reales (con métodos clásicos o vía la welfare ratio); también, antropometría histórica, educación y demografía (por lo menos para el siglo XIX; estos asuntos ya no se tratan para el siglo XX por cuestiones de espacio, de acuerdo con el autor). Por lo tanto, el haz de dimensiones es suficientemente amplio y exige un pulso ordenado por parte del autor, para evitar dificultades en la exposición balanceada del tema. Si, a veces, esto último se evidencia en la lectura, puede atribuirse principalmente a los propios desniveles de la historiografía.

Justamente, a cada paso, el autor marca los "espacios vacíos" y delinea una agenda de estudios, lo que puede motivar nuevas investigaciones. Es convincente su demostración de que, en términos de mediciones de la desigualdad económica, hay un enorme campo de oportunidades para la investigación del largo siglo que va de 1870 a 1970. Período para el cual los cálculos del producto nacional están disponibles, pero los indicadores de desigualdad cuentan con series reducidas, poco compatibles entre sí, o aproximativas. En la bibliografía reseñada se cuenta con acercamientos a la distribución funcional del ingreso vía: ratio del salario y el precio de la tierra, ratio del salario y el producto per cápita o por trabajador, o la participación de los ingresos salariales en el producto. Desde 1930, se ha calculado la desigualdad personal de ingresos tomando el porcentaje del ingreso captado por los percentiles más ricos (de acuerdo con fuentes fiscales). Revisar, integrar, extender estas series y sumar otras nuevas es una tarea no exenta de enormes dificultades, para la cual este libro deja pautas y recomendaciones atendibles. Posiblemente, uno de los caminos más prometedores sea la metodología de las tablas sociales, estáticas o dinámicas, que, como queda claro del balance de Santilli, todavía no se ha intentado en el país.

Por otra parte, como bien aclara el autor en varias partes, en este libro se ha resuelto el problema de cómo analizar la unidad y la diversidad de las regiones que han formado la Argentina, por la vía de concentrarse en Buenos Aires. Queda claro que, hasta bien avanzado el siglo XX, la mayoría de los indicadores refieren a la realidad de la región bonaerense. El análisis de la desigualdad económica regional dentro del país queda pendiente para otro libro y merece un enfoque similar, de largo plazo.

En cuanto a la discusión de los resultados y el planteo de explicaciones, se trata, sin duda, de la parte más compleja para realizar en un breve libro de poco más de un centenar de páginas. El lector o lectora encontrará retratadas, con diversos datos más o menos consistentes, unas tendencias familiares en los grandes trazos: un aumento secular de la desigualdad en la primera centuria independiente, acompañado de una mejora de los niveles de vida; seguido de un ciclo de reducción de la desigualdad desde los años de 1920; que fue interrumpido durante el último cuarto del siglo XX, caracterizado por el incremento notable de la desigualdad económica y la pobreza por ingresos; lo que, parcialmente, fue revertido en lo que va del siglo XXI.

Para explicar estos ciclos, el autor no apela a un esquema general que atraviese esta historia, basado en algunas de las grandes teorías vigentes en la economía, sea la inserción en un mundo globalizado, el cambio tecnológico, la persistencia histórica de instituciones extractivas, la relación de largo plazo entre las tasas de crecimiento y de la ganancia del capital, o la heterogeneidad estructural de la economía. En cambio, Santilli conjuga diferentes vectores que modifican la retribución relativa de los factores y el funcionamiento de sus mercados, en especial el del trabajo, pero también alude a la construcción histórica de esos mercados (en particular, el de la tierra), la incidencia del Estado y las políticas públicas en el cuadro distributivo, de acuerdo con diferentes tipos de regímenes políticos y de estilos de crecimiento económico.[1]

Con ello va recogiendo algunos consensos y disensos de la bibliografía que reseña, que son los de la historiografía económica argentina misma. Al fin y al cabo, parafraseando al genial marxista sardo, escribir una historia de la desigualdad en Argentina es escribir una historia económica general del país desde un punto de vista monográfico. Y si algo no ha faltado en esta historiografía son las divergencias interpretativas. La brevedad del libro hace que se extrañe un mayor desarrollo de estos debates y, por lo tanto, una profundización sistemática de las causas o los factores que, en cada momento o a lo largo de varios períodos de la historia nacional, han impulsado o morigerado la desigualdad, o han inducido cambios en los niveles de vida. Viendo la densidad de estos debates, acaso puede reputarse de acertada la decisión del autor de tratar someramente algunos de ellos, como los efectos distributivos del modelo agroexportador, o de los distintos procesos socio-económicos que suelen simplificarse bajo el rótulo de "neoliberalismo". Una inclusión plena de varias de estas discusiones habría duplicado, a lo menos, la extensión del libro, o exigido un grado todavía mayor de síntesis. En conjunto, no podemos menos que coincidir con la idea general del autor, que enfatiza, sobre todo, los desafíos metodológicos y de fuentes para reconstruir mediciones de largo plazo de los fenómenos. Con este horizonte, podremos incrementar las evidencias empíricas y así contar con mejores elementos para rediscutir las grandes causas y los distintos episodios históricos.
Entonces, estamos frente a un libro breve, pero que dibuja un denso mapa de los estudios disponibles y una agenda de propuestas. Que está escrito para conectar y motivar a un público especialista, pero que puede ser leído por un público general interesado, por ejemplo, estudiantes de grado. Un libro riguroso, que se detiene incluso en el detalle específico sobre tal o cual metodología o fuente, y que, a la par, manifiesta una pasión política frente a la "cuestión social" del presente, actitud compatible con el aire expresivo del libro que, en sus partes finales, lo acerca a un ensayo de intervención en la coyuntura.

Por todas estas razones, La desigualdad en la Argentina ... no sólo llama a expandir nuestros conocimientos en una materia que interesa a varios colectivos de especialistas, sino que azuza el diálogo público necesario sobre cómo atacar la injusticia social que lacera a la Argentina del siglo XXI.

[1]En ese sentido, la propuesta de Santilli puede vincularse con el enfoque de "economía política de la desigualdad" propuesto en: Rodríguez Weber, Javier E. 2017. Desarrollo y desigualdad en Chile (1850-2009): Historia de su economía política. Santiago de Chile: Ediciones de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos. https://www.centrobarrosarana.gob.cl/622/articles-75886_archivo_01.pdf