Anuario Centro de Estudios Económicos de la Empresa y el Desarrollo

ISSN 1852-5784 | eISSN 2545-8299

Importaciones de Uruguay durante la Primera Globalización (1870-1913). Precios de aforo, comercio de tránsito y la fiabilidad de la registración[1]

Imports from Uruguay during the First Globalization (1870-1913). Gauge prices, transit trade and the reliability of registration

 

SINISCALCHI, SABRINA[2]

sabrina.siniscalchi@fcea.edu.uy

Facultad de Ciencias Económicas y de Administración. Universidad de la República

 

WILLEBALD, HENRY[3]

henry.willebald@fcea.edu.uy

Facultad de Ciencias Económicas y de Administración. Universidad de la República

 

CASTILLO, ATENEA[4]

atenea.castillo@cienciassociales.edu.uy

Facultad de Ciencias Sociales. Universidad de la República

 

GIL, GUSTAVO[5]

gguy1966@gmail.com

Facultad de Ciencias Económicas y de Administración. Universidad de la República

 

 

RESUMEN

La discusión sobre la fiabilidad de las estadísticas de comercio exterior, particularmente en América Latina para el período de la primera Globalización, es de larga data. Este trabajo se inserta en este debate procurando responder la siguiente pregunta: ¿qué tanta distorsión en los registros oficiales de importaciones pudieron representar los precios de aforo y el comercio de tránsito? El trabajo muestra que, al contrario a lo que sucedía con los productos exportados, la condición de puerto de tránsito de Montevideo no parece ser un problema en el caso del registro de las importaciones, pero sí lo representan los precios controlados o de aforo. De hecho, las series oficiales presentan evidencia de una sostenida subvaloración durante todo el período de análisis.

 

Introducción

La discusión sobre la fiabilidad de las estadísticas de comercio exterior representa un debate abierto de larga trayectoria en la Historia Económica. El mismo es particularmente interesante para el caso de América Latina en el período de la primera Globalización debido a dos motivos principales: (i) el comercio exterior fue el principal motor de crecimiento económico de las economías latinoamericanas en el período; y (ii) los gravámenes sobre el comercio, en particular sobre el comercio importador, representaban una gran parte de los ingresos de los estados. Sin embargo, la correcta conceptualización del proceso y el adecuado dimensionamiento de su impacto en términos de desarrollo requiere de una contabilización fiable, la que no ha estado exenta de crítica, discusión y variados esfuerzos de investigación.

El objetivo de este artículo es participar de ese debate presentando una primera aproximación a la corrección de las estadísticas de importación uruguayas para el período de la Primera Globalización (1870-1913). El trabajo se centra en dos aspectos que, siguiendo las contribuciones existentes para el caso del comercio exportador, han sido identificados como las principales fuentes de distorsión de las estadísticas oficiales: la valoración de los registros a precios de aforo y el rol del comercio de tránsito (especialmente con la República Argentina). Nuestra contribución se funda en dos elementos principales. Por un lado, nuestro análisis está centrado en las estadísticas de comercio importador. Si bien la literatura tiene un largo trecho avanzado en la discusión sobre la fiabilidad de las estadísticas,[6] el comercio exportador ha sido el foco de la mayor parte de dichos análisis. En términos metodológicos, como veremos más adelante, esto resulta un gran desafío por la complejidad de la canasta importadora con respecto a la exportadora de los países de América Latina en general y, en particular, para países pequeños como Uruguay.  La segunda contribución de este artículo radica en que los resultados abren una agenda de investigación valiosa para la comprensión del desarrollo económico de Uruguay.

En lo que sigue, el artículo se estructura de la siguiente forma. Luego de esta introducción, presentaremos una breve discusión sobre el papel del comercio importador en el período y qué tipo de dificultades enfrenta su contabilización. Luego, y dando comienzo al recorrido de los problemas metodológicos y de construcción de datos, realizamos una primera aproximación al comercio de tránsito y sus efectos sobre la fiabilidad de los registros. Luego, tratamos el problema de los precios de aforo, junto a la construcción de un grupo de indicadores que nos permitirán hacer afirmaciones respecto al grado de fiabilidad de las series. Finalmente, incluimos una propuesta -todavía muy inicial- de corrección de los registros oficiales de importación y concluimos.

 

Comercio exterior en la Primera Globalización: importancia y problemas de estimación

La Primera Globalización constituyó un período de profundas transformaciones a escala global. La Revolución Industrial trajo consigo consecuencias en una infinidad de aspectos y, en particular, el comercio internacional experimentó modificaciones radicales impulsado por una serie de cambios técnicos en los medios de transporte (navegación a vapor, refrigeración, ferrocarril) y comunicación (telégrafo) que lo convirtieron en una palanca de crecimiento para la periferia mundial. Se trata del período en el cual los países latinoamericanos materializaron su inserción al sistema económico capitalista mundial (Bulmer Thomas 2003; Bértola y Ocampo 2013), se incorporaron a un proceso de expansión de la frontera a escala global (Webb 1964; Barbier 2011) y se convirtieron en receptores de trabajo y capital de mercados cada vez mejor integrados (Williamson 2006). Este amplio conjunto de condiciones significó una transformación sustancial en el comercio internacional, acelerando su ritmo de expansión, diversificando las canastas transadas y consolidando al comercio exterior como fuerza impulsora del crecimiento económico.

La consideración del caso uruguayo es interesante por varios aspectos. Se trata de una de las economías más abiertas comercialmente de América Latina durante el período (Bértola y Ocampo 2013), para la cual la discusión sobre el impacto que tuvo el comercio exterior en el desempeño económico sigue abierta (Bonino 2015). Durante el período, en Uruguay se consolidaron las bases políticas y económicas del país moderno (Finch 1980:11; Millot y Bertino 1996). Si bien ya la década previa a 1870 había evidenciado las primeras señales de una considerable expansión agropecuaria, sería en el período de la Primera Globalización en el cual se verificaría el crecimiento y consolidación de la producción pecuaria de Uruguay. Las transformaciones que estaban teniendo lugar a nivel internacional, en conjunto con los propios procesos de cambio a nivel interno, impulsaron una profundización de la inserción internacional del país como proveedor de bienes de origen agropecuario para los mercados de las economías más desarrolladas. El consenso generalizado de la época era que la mejor forma de impulsar el crecimiento económico consistía en promover su integración a la economía mundial a través de la exportación de productos primarios y la importación de capitales (Bulmer-Thomas 2003).

En relación al desempeño comercial, Uruguay encabezaba el ranking latinoamericano de exportaciones per cápita en 1870-1874, posición que aún mantenía hacia 1910-1914 (Federico y Tena-Junguito 2015; Bértola y Ocampo 2012). La magnitud del valor de los flujos comerciales en relación a la población del país es resaltada en varias publicaciones estadísticas oficiales contemporáneas, en las cuales se la compara con la de los países de la región (Cuaderno Estadístico nº 8, 1877:190). De todos modos, la visión tradicional que situaba a las exportaciones como motor del proceso de crecimiento económico del país durante la Primera Globalización ha sido cuestionada -o, al menos, matizada- a partir de una nueva serie ajustada de exportaciones agregadas (Bonino 2015). La profundización de este análisis y de la contrastación cuantitativa de la visión tradicional requiere la disponibilidad de estadísticas confiables de comercio exterior, con la mayor desagregación posible, tanto en tipos de bienes, como de origen o destino.

La crítica y revisión de las estadísticas de comercio exterior en este período acumula ya varios esfuerzos de investigación. En América Latina, ha concitado el interés y el esfuerzo de un grupo importante de investigadores (Rubio y Folchi 2005; Carreras-Marín y Badía-Miró 2008; Badía-Miró et. al 2016; Ducoing y Tafunell 2013); para Argentina (Tena-Junguito y Willebald 2013; Carreras-Marin y Rayes 2015; Kuntz-Ficker y Rayes 2017; Rayes 2016 y 2018); para Brasil (Absell y Tena-Junguito 2014); para Chile (Llona 2012), para México (Kuntz-Ficker 2007), y para Bolivia (Perez-Cajias y Carreras-Marin 2017), todos ellos centrándose, principalmente, en la corrección de las estadísticas de exportaciones.

Para el caso uruguayo, existe un trabajo en el que se cuestiona la fiabilidad de las estadísticas de comercio exterior (Tajam 2002) y tres trabajos que proponen ajustes a las cifras agregadas de exportaciones para el período de análisis: Finch (1980), Baptista y Bértola (1999) y Bonino et al. (2015).

Los análisis sobre el comercio importador no abundan, probablemente,  por la dificultad que genera su valoración o su estructura más compleja y el esquema tarifario más sofisticado respecto a las exportaciones (Rayes 2018: 27). No obstante, el proteccionismo de la naciente industria nacional y el sustento del erario público se encontraban atados al comercio importador (Finch 2000; Bertino et al. 2005). Como muestra el Gráfico 1, los ingresos por concepto de derechos de importación estuvieron en torno al 60% del total de impuestos en todo el período, “en el último cuarto del siglo XIX, centrar el grueso del financiamiento del Estado en torno a los aranceles a la importación se adecuaba a las características productivas del país” (Azar et.al. 2008:84), esta tendencia creció ya entrado el siglo XX con un 75% de participación en el total de ingresos del erario público.

Gráfico 1: Participación de los derechos de importación en el total de ingresos del Estado (1870-1910)

Chart, histogram

Description automatically generated

Fuente: elaboración propia con base en Millot y Bertino (1996) (no hay información disponible para 1881-1884).

La importancia fiscal de las compras al exterior se extendía a su relevancia económica. En los 1870s y 1880s representaban un cuarto del PIB y, hacia el final del período, estuvieron en torno al 15% (Gráfico 2).

 

Gráfico 2: Importaciones como porcentaje del PIB (1870-1914)

Fuente: elaboración propia con base en Román (2017).

 

Sin embargo, estas mediciones de la relevancia de las importaciones en distintos flancos de la economía ofrece carencias significativas que conviene atender. En general, la literatura (Federico y Tena-Junguito 1991) ha tendido a identificar cuatro grandes falencias en la registración aduanera que pueden considerarse problemáticas a la hora de analizar el peso relativo del comercio exterior como motor de desarrollo de las economías periféricas (aunque también es un tema no exento de problemas en el caso de las economías desarrolladas). La primera de ellas refiere a la dificultad de construcción de series de volúmenes agregados dada la diversidad de unidades de medida en las que se registran los bienes, principalmente, los importados cuya canasta es mucho más diversa que la de las exportaciones. La variación entre las unidades de medida de diferentes productos es común según la naturaleza del bien, pero en el caso de los registros históricos también se encuentra la dificultad de que hay variaciones de registro dentro del mismo producto, y escasa información que permita hacer la conversión entre dichas unidades de medida. Como puede apreciarse en el Cuadro 1, la combinación de medidas lineales, de volumen y de masa para los mismos tipos de bien hacen, en muchas ocasiones, prácticamente imposible agregar a la interna de los diferentes grupos.

Cuadro 1. Unidades de medida en las que aparecen expresadas los productos dentro de cada rubro

Rubro

Unidades de medida

Bebidas

Litros, Docenas

Comestibles

Litros, Kilos, Docenas, Miles

Tabacos

Kilos, Cajas

Géneros

Kilos, Metros, Metros cuadrados

Ropa hecha

Docenas, Kilos

Materiales industriales

Docenas, Kilos, Unidades, Metros cuadrados, Trozos, Pares, Pies

Artículos varios

Kilos, Docenas, Unidades, Pares, Millones, Fardos

Fuente: Elaboración propia en base a Anuarios Estadísticos del Uruguay 1884, 1905 y 1911

 

Por otra parte, existen problemas de registración en cuanto a la asignación geográfica de los bienes importados. En la época no existía un consenso a nivel internacional sobre cómo asignar la procedencia de un bien. En el caso de las importaciones, la procedencia de los bienes podía ser asignada al anterior puerto en la ruta marítima, al primer puerto del que partió el barco o al país en el que se produjo la mercadería. La práctica habitual en el siglo XIX en relación a la asignación geográfica del comercio exterior en las estadísticas oficiales era suponer que el origen de las importaciones era el último puerto de embarque, mientras que el destino de las exportaciones era el puerto en que eran desembarcadas (Platt 1971). Si bien este era un supuesto conveniente y práctico para llevar a cabo el registro de los flujos comerciales, pasaba por alto la realidad de las rutas comerciales y la existencia de puertos de tránsito. Así, clásicos puertos de tránsito como Amberes, Liverpool y Southampton aparecen erróneamente en las estadísticas oficiales como origen y destino del comercio exterior.[7]

Un tercer escollo en el trabajo con estadísticas históricas de comercio exterior es la complejización de la canasta de importaciones. Este fenómeno es visible a medida que avanza el tiempo, puesto que aparecen nuevos productos, otros dejan de existir, cambian de nombre, se registran de diversa manera,  en forma conjunta o por separado. Ejemplo claro de este tipo de complejización es el caso de la Maquinaria dentro del rubro “Materiales Industriales”. En el anuario de 1886, dentro de los 70 productos que figuran en ese rubro, sólo cuatro están asociados con maquinaria. Estos son: Herramientas y máquinas para la industria; Herramientas y útiles para diversas industrias; máquinas de coser y máquinas diversas. En el anuario de 1904-1906, ya avanzado nuestro período de estudio, los productos relacionados con maquinarias dentro del rubro industria ascienden a 104. Otros grandes rubros como comestibles presentan similares niveles de complejización, pasando de 77 productos a 153 al final del período. Esto, si bien no es un problema irresoluble,[8] representa una complejidad extra para la aplicación de la metodología que utilizaremos más adelante en este trabajo para la corrección de precios.

Los otros dos problemas asociados a la fiabilidad de las estadísticas de comercio exterior son el objeto central de este trabajo: la valuación a precios de aforo y la posición estratégica del puerto de Montevideo como “puerto de tránsito” para la mercadería cuyo destino final no necesariamente era el mercado uruguayo, sino que éste representaba una primera parada previo a que dichos bienes se distribuyeran a la región. A ellos nos abocaremos en las siguientes secciones de este trabajo. Este tema no ha sido abordado en la historiografía uruguaya e, incluso, en la literatura internacional, no abundan los estudios. Una excepción son los trabajos de Rayes y co-autores que, además, por focalizarse en el caso argentino resulta de sumo interés a nuestra investigación.

En efecto, en la discusión sobre la fiabilidad de las estadísticas de importación destacan algunos estudios para Argentina en la Primera Globalización (Fernández 2001; Rayes 2018; Rayes et.al 2020). En éstos, se relevan fuentes primarias (anuarios) para construir series más completas por tipo de bien y origen; adicionalmente, en los estudios de Rayes, se hacen comparaciones de los datos con las exportaciones de los principales socios comerciales encontrando que los registros no se correlacionan y presentan serias dificultades, similares a las que encontramos para el caso de Uruguay.

Asimismo, estos trabajos exponen las dificultades que este asunto representa al momento de hacer estimaciones, especialmente, en cuanto al precio de los bienes, que en el período en cuestión se basan en los precios oficiales denominados precios de aforo. En estos trabajos se revisan esos precios y sus diferencias con los de mercado; se evidencia que, pese al movimiento en los precios internacionales, las autoridades no realizaban actualizaciones periódicas a esos valores, por tanto, los productos presentaban sub-valoraciones o sobre-valoraciones sin una tendencia clara, lo que terminaba afectando, positiva o negativamente, la recaudación dado que los impuestos aduaneros se basaron en esas valoraciones antes que en las declaraciones de valor (Rayes 2018).

Otro factor problemático para conocer los precios con exactitud era la variedad de bienes importados. Entre los problemas enfrentados al valorar las importaciones se encuentra su origen. Normalmente, las autoridades asumían como tal el último puerto de embarque dejando de lado el comercio de tránsito (Rayes 2018). Pese a estos problemas de estimación, la literatura señala que las estadísticas de importación son mejores que las de exportación (Federico y Tena-Junguito 1991; Rayes 2018), debido, como se dijo previamente, a la importancia de éstas en el esquema impositivo de la época. Este aspecto también aparecerá en el caso uruguayo, como veremos más adelante.

Comercio de tránsito: el papel del puerto de Montevideo como entrada al Río de la Plata

Por su privilegiada localización y condiciones naturales, Montevideo constituyó -desde los tiempos de la Colonia- una puerta de ingreso y salida de bienes para y desde toda la región del Plata (incluyendo Buenos Aires, el Litoral argentino, el sur de Brasil e, incluso, abarcando Paraguay y Bolivia).[9] La literatura en este sentido alerta que puertos como el montevideano, sujeto a transacciones de entrepot, implican una contabilización sujeta al riesgo de que los registros de comercio exterior incluyan exportaciones de bienes no producidos internamente y/o importaciones de bienes que no serán consumidos o utilizados al interior de la economía, lo cual podría estar afectando el análisis sobre el volumen de bienes realmente transado .

El Uruguay ya independiente a través de su puerto en Montevideo, se posicionó como vía de salida de algunas mercaderías regionales, pero especialmente como vía de entrada hacia el Plata de productos extra regionales. Esto es conocido en la literatura como “efecto Rotterdam”: captación de comercio de tránsito mayor al correspondiente al tamaño del mercado propio. Así, muchos productos llegaban a Uruguay desde fuera de la región, y desde Uruguay circulaban a zonas del interior del Río de la Plata y de Brasil.

Bonino (2015) plantea correcciones a los volúmenes exportados desde Uruguay a partir del análisis de las estadísticas bilaterales argentino-uruguayas. En este trabajo nuestro enfoque es diferente: nos centramos en analizar, a partir de las estadísticas uruguayas, ciertos productos que resultan llamativos por su valor (posiblemente muy elevado) de importación, buscando comprobar si las estadísticas de importación uruguayas registran  compras de  mercaderías que no podrían haberse consumido en su totalidad en el territorio nacional y, por tanto, podrían ser objeto de paso entre el puerto de Montevideo y la región.

Para ello, analizamos esa posible afectación de los volúmenes importados por Uruguay  a partir del análisis de cuatro productos, considerando el período 1880-1890 en el cual la literatura coincide en situar al comercio de tránsito como, todavía,  particularmente importante (Acevedo 1933: XX).[10]

Si miramos las estadísticas agregadas de valor, podemos ver que 10 productos conforman el 42% de la canasta importadora del Uruguay entre 1883 y 1911 (Cuadro 2). Entre ellos destacan las bebidas alcohólicas, los textiles de algodón y el azúcar, acumulando entre estos tres productos más de un cuarto del valor total importado en el período.

Cuadro 2. Valor importado de los principales 10 productos en el período (acumulados 1883-1911).

 

Rubro

Valor ($)

% indiv.

% acum.

Bebidas alcohólicas

    73,106,501

10%

10%

Telas de algodón

    64,777,757

9%

19%

Azúcar

    48,732,795

7%

26%

Carbón de piedra

    31,539,164

4%

30%

Alambre para cercos

    14,640,068

2%

32%

Pino

    14,034,530

2%

34%

Yerba Mate

    13,557,900

2%

36%

Kerosene

    12,160,980

2%

38%

Animales Vivos

    10,672,861

2%

40%

Aceite de Olivo

    10,606,676

2%

42%

Fuente: Elaboración propia en base a Anuarios Estadísticos del Uruguay 1883-1911

 

Nuestro primer foco de atención lo constituyen las bebidas alcohólicas. Las magnitudes importadas de estos productos aparentan constituir volúmenes exorbitantes para la época. Sin embargo no es posible simplemente sumar las cantidades importadas de bebidas alcohólicas dado que todas son de distinta naturaleza (y las mismas se registran en diferentes unidades de medida). Para sortear parte de este problema, clasificamos el detalle de las diferentes bebidas en dos categorías: fermentadas y destiladas, lo cual permite calcular, en función de su graduación alcohólica, los litros de alcohol puro importados. De este modo, es posible relacionarlos con la población del Uruguay y calcular un consumo per cápita.[11] Restringiendo el total poblacional a los mayores de 14 años, obtuvimos una media de consumo per cápita de 7,2 litros anuales para el período 1885 a 1892[12]. Holmes y Anderson (2017) citan estadísticas de consumo de alcohol para diferentes países para el año 1890, donde se destacan Francia como principal consumidor en ese año con 16,3 litros per cápita, Alemania con 9,8, Reino Unido con 8,7 y los Estados Unidos con 5,3. En este sentido, la media de 7,2 litros de nuestro país, parece, entonces, bastante razonable al comparar con los valores de los mencionados cuatro países.

Dado que las telas son un rubro particularmente complejo para analizar en términos de volumen por la combinación de su registración en unidades de medidas muy disímiles (toneladas, metros cuadrados, metros cúbicos, entre otros), elegimos analizar, dentro del rubro textiles, sólo un producto: los sombreros. Para su análisis, clasificamos las cantidades importadas de sombreros distinguiendo entre los sombreros de dama y niñas, por un lado, y los de caballeros y niños por otro lado. Luego dividimos la población por grupos etarios: menores y mayores de 10 años de edad; y por sexo. Finalmente calculamos el cociente entre las cantidades importadas de sombreros para cada sexo/tramo etario, y la cantidad de potenciales consumidores de los mismos. Para el sexo femenino, el cálculo arrojó una media anual de 0,07 sombreros por persona. Por el contrario, para el sexo masculino, el cálculo arrojó una media anual de 1 sombrero por persona en el período 1885–1892, lo cual nuevamente nos lleva a suponer que los volúmenes importados podían ser perfectamente absorbidos por el mercado interno.

El siguiente producto en términos de importancia señalado en el Cuadro 2 es el azúcar. Las estadísticas uruguayas muestran que para el período 1885–1892 el Uruguay importó 15.021.502 kilos de azúcar. Estos volúmenes resultan llamativos en un primer acercamiento pero, principalmente, al mirar los registros argentinos, donde Uruguay aparece como proveedor importante de este producto para el mercado porteño.[13] No obstante,  relacionando los volúmenes con la población del Uruguay de cada año, el consumo per cápita de azúcar ronda los 15,8 kg por persona por año. Si bien este número podría parecer inicialmente exagerado, Camou (2012) afirma que el consumo per cápita de azúcar en el período 1880-1907 era de 16 kg,[14] lo cual parece establecer que, efectivamente, a pesar de su volumen, es factible que lo que se registra como importación de azúcar haya sido absorbido por el mercado local. En dicho caso, es posible que la mercadería registrada como importación desde Uruguay en el puerto de Buenos Aires no haya formado parte de los registros uruguayos, sino que su permanencia en tránsito no habría afectado la contabilización.

Luego nos centramos en el kerosene,[15] que se obtiene de la destilación del petróleo natural y que, a fines del siglo XIX se utilizaba fundamentalmente para iluminación y calefacción. En este caso, realizamos un cálculo global estimado de consumo que nos permitiera confirmar o no los volúmenes reflejados por nuestras estadísticas. Camou (2012) establece que una familia montevideana promedio de cuatro integrantes consumía 120 litros de kerosene anuales, en el período 1880–1907. Si restringimos nuestra población objetivo a la del Montevideo urbano, ya que entendemos que, en el período de estudio, ese era el mercado abastecido por dicho combustible, y calculamos la cantidad de familias de cuatro miembros, el producto del consumo anual estimado por la cantidad de familias arrojó cifras muy aproximadas a las cantidades importados según nuestros anuarios de comercio exterior.

El ejercicio planteado, si bien está lejos de ser definitivo y le falta avanzar en un mayor número de bienes, ofrece algunas pistas de interés para esta investigación. Inicialmente, productos muy distintos y pertenecientes a rubros diversos (alimentos, bebidas, textiles y combustibles) convergen hacia un mismo resultado; esto es, que el comercio de tránsito del puerto de Montevideo no habría afectado las estadísticas oficiales  de volúmenes importados.

Los precios de aforo: predominio de la subvaloración de las series oficiales

a)      El problema

El último, pero a su vez el más importante, problema que presentan las estadísticas de importación esel método empleado para valorar los bienes llegados al puerto;  esto es, la registración a precios de aforo. La gran mayoría de las economías del mundo de finales del siglo XIX (con la notoria excepción de Gran Bretaña) registraba los bienes exportados e importados a partir de un sistema de listas oficiales de precios (“precios de aforo”) cuya fijación estaba a cargo de las Aduanas de cada país, en vez de emplear los precios de mercado de cada bien (Platt 1971). De forma similar a lo relatado previamente para Argentina, en Uruguay los precios de aforo no se modificaron durante prolongados períodos, distorsionando la evolución de las series de comercio exterior en términos corrientes. Como señala Tajam (2011: 177) esto “...ha sido una restricción mucho más importante a la hora de elaborar series de volumen, valor y precio de las importaciones, de su clasificación por productos, de los agregados sectoriales para conocer su destino económico y los grados de sustitución de los bienes importados…” que para lo que sucede con las exportaciones, ya que éstas tienen un menor grado de diversificación.

La literatura antecedente afirma que, a partir de 1829, y luego de sucesivas aplicaciones, el comercio importador estaba gravado con un sistema ad valorem calculado sobre los precios comerciales de plaza, lo cual cambia hacia 1858 cuando el gravamen comienza a realizarse sobre el valor fijado en la tarifa, la cual debía ser revisada periódicamente (Tajam 2005:175). Tajam, citando al estadístico Adofo Vaillant (1863), afirma que los valores oficiales estaban subvaluados en aproximadamente un 33%. Estos problemas están, asimismo, consignados en los propios anuarios estadísticos, en los cuales se aclara que “...los valores que damos están disminuidos en mucho del verdadero, no solo por las circunstancias anotadas sino también de las que proceden de la aplicación del aforo.” (Anuario Estadístico 1885, pp. 253-254)[16]

En 1888 se redactó la Ley General del Aduana la cual estableció una nueva Tarifa de Avalúos para las importaciones y creó la comisión encargada de revisar las tarifas, la cual debía reunirse cada seis meses para dicha tarea. La ley establecía que el aforo debía fijarse a partir del valor de los bienes en depósito, y que aquellas mercaderías no incluidas taxativamente en el listado de aforos, serían aforadas en base a los valores declarados.

Si bien se realizaron sucesivas modificaciones a la lista de productos incluidos en la Tarifa de Avalúos, y en el año 1903 se realizaron modificaciones sustantivas, cambios más profundos fueron frustrados por consideraciones fiscales. En 1912 se genera una nueva ley de aduana con carácter general, la cual los contemporáneos llamaban la “ley de materias primas” dado que modificó los aforos de dicho rubro, sin alterar los precios que la ley de 1888 estableció para los bienes de consumo. El entendido generalizado de quienes han profundizado en este tema (Acevedo 1936; Finch 2001; Tajam 2005) es que los valores fijados por la Ley de 1888 no fueron revisados hasta el año 1923.

 

b)     Una tentativa de solución

Para poder corregir las distorsiones provocadas en los registros estadísticos oficiales que representan los precios de aforo utilizaremos la base de datos de importaciones del Grupo de Historia Económica - IECON (Siniscalchi et al. 2021) y la metodología de valoración ya empleada en trabajos anteriores, consistente en ajustar los valores oficiales por un coeficiente de corrección, usualmente denominada Price Accuracy Index (ver Bonino et al. 2015, para su aplicación a las exportaciones en el caso uruguayo).

Dada la singularidad de las estadísticas de comercio internacional puesto que ofrecen un doble registro independiente de la misma transacción económica (en el puerto de partida y en el de llegada), y aprovechando el hecho de que los registros de exportación británicos se consideran fiables en términos del uso de precios de mercado para la registración del comercio, se lleva adelante una comparación de registros comerciales que contabiliza precios y cantidades. Consiste en comparar el valor total de las importaciones oficiales de Uruguay (según sus estadísticas propias) con los flujos registrados como exportación de su principal socio comercial en la época: Reino Unido (de ahora en más UK). Como se puede observar en el Gráfico 3 las importaciones provenientes de UK representan más de la cuarta parte del total de importaciones de Uruguay en el período (según registros oficiales) y es el principal proveedor externo de la economía uruguaya.

Gráfico 3. Importaciones del Uruguay 1882-1911 de acuerdo a su procedencia de origen (como % del valor total importado)

Fuente: Elaboración propia en base a Anuarios Estadísticos (varios años)

 

Por su parte, el Gráfico 4 muestra la discrepancia que existe entre los valores que Uruguay registra como importaciones provenientes de UK (MUK,Uy) y las que se registran en UK como exportaciones hacia Montevideo (EUy, UK), para lo cual se define el siguiente indicador: 1-(MUK,Uy/EUy, UK). Toda vez que las importaciones que registra Uruguay sean menores que las exportaciones que registra UK (subvaluación), el indicador será positivo (y a la inversa estaremos hablando de sobrevaloración). En el mismo se puede observar que, si se deja de lado el posible sesgo que introducen la diferencia entre precios CIF y FOB de cada registro (asumida en un 20%), excepto en la década de 1890, la tendencia a la subvaluación de las importaciones en Uruguay es predominante durante todo el período, evolución consistente con lo que afirmaban los contemporáneos.

 

Gráfico 4. Comercio exterior entre Reino Unido y Uruguay (1882-1911). Diferencia entre valores reportados por cada país de intercambio bilateral (a partir de registros expresados en $ corrientes)

Fuente: Elaboración propia en base a Anuarios Estadísticos (varios años) y Annual Statement of the UK (2005)

 

Como se mencionó, uno de los principales problemas que presenta esta comparación es que los valores declarados en las estadísticas oficiales de Uruguay no corresponden, en todos los casos, con los verdaderos precios de los productos (precios de mercado) debido a la existencia de precios de aforo. Por otro lado, también existe un costo implícito en el precio que es el costo de transporte, dado que las estadísticas inglesas se encuentran expresadas en valores FOB y, las uruguayas, en valores CIF. Para poder superar estos problemas y realizar comparaciones más precisas es necesario, por un lado, descontar el costo de los fletes para que ambos precios están expresados en valores FOB y, por otro lado, corregir el sesgo que producen los precios de aforo.

La estimación del costo del flete no es sencilla debido a que las estadísticas existentes de fletes Norte- Sur, hacia el Río de la Plata o zonas cercanas, sólo recogen datos para el carbón.[17] Como se mencionó anteriormente en este trabajo, el carbón es un bien muy particular en la época, y su uso para abastecimiento de combustible de los buques que lo transportan hace que su precio de mercado sea difícilmente estimado a partir de los precios de importación. El trabajo de Bertoni et al (2009) hace un gran esfuerzo por obtener un precio de mercado para el carbón, pero no obstante ello, al utilizar el mismo para estimar el costo de los fletes –calculando la evolución de la relación entre el precio del flete de carbón y el precio internacional de este bien–el ratio obtenido entre estas dos series es de más de 300%.

Como se muestra en el Anexo 1, las diferente fuentes y los escasos datos parciales con los que contamos sobre fletes “generales” para algunos años de nuestro periodo de análisis, así como los ejercicios realizados para los fletes de exportación desde Buenos Aires y Montevideo hacia Inglaterra (Bonino et al. 2015), muestran que la tendencia que presenta la serie general de fletes de carbón no parece ser muy distinta a la evolución de los costos de transporte de la época; sin embargo, su nivel no es razonable.

Para intentar sortear este problema, se partió del índice del flete del carbón entre Reino Unido y Montevideo de Federico y Tena-Junguito (2019), y se utilizó la serie de precios del carbón de Bertoni et al (2009); para compatibilizar la moneda utilizada en cada una de estas series se utilizó el tipo de cambio libra-peso calculado en Bonino et al. (2015).

El nivel inicial de la serie se fijó en base al peso relativo que representa el ratio entre el costo del flete hacia UK y el precio de la carne conservada y los cueros curtidos en 1883 (Bonino et al. 2015)[18] y se proyectó este valor a partir de la evolución del ratio entre el precio del flete y el precio internacional del carbón. Con esta metodología obtenemos un factor de corrección porcentual anual que aplicamos a todos los precios implícitos de las mercancías que tienen registración tanto en UK como en Uruguay y a partir de las que se construyen las canastas de bienes para estimar el Price Accuracy Index.[19]

En segundo lugar, para corregir los precios de aforo se aplicó la metodología del Price Accuracy Index. El mismo se expresa como:

PAIt=Pit,UY* Qit,UY / Pit, UK* Qit,UY

donde:

PAIt es el ratio entre el volumen de bienes importados valuados en la frontera uruguaya, descontando los costos de flete y seguro (valor f.o.b) y el volumen de los mismos productos valuados con los precios registrados por UK de sus exportaciones hacia Montevideo en el año t.

Pit,UY es el precio implícito del bien i importado en el año t de acuerdo a las estadísticas oficiales de Uruguay en pesos uruguayos corrientes.

Pit,UK es el precio implícito del bien i exportado desde UK en el año t de acuerdo a las estadísticas oficiales del Reino Unido, convertidas a pesos uruguayos corrientes a partir del tipo de cambio libra-peso de Bonino et al. (2015).

Qit,UY es la cantidad importada desde Inglaterra del bien i en el año t de acuerdo a las estadísticas oficiales de Uruguay.

De este modo, el PAI es un indicador que compara los precios oficiales de importación uruguayos (ponderados) con sus respectivos en las exportaciones británicas a Uruguay (también ponderados) y todos en la frontera de UK (f..o.b).

Dado que las estadísticas británicas no estaban sujetas a precios de aforo, el supuesto detrás del PAI es que el precio que figura en las estadísticas de exportación de UK es el precio de mercado de los bienes (ver una discusión de ese supuesto en Anexo 2) . Partiendo de esto, el índice lo que pretende es tomar como válidas las cantidades reportadas por las estadísticas uruguayas -para lo cual nos dan soporte las pistas que nos dio el análisis del comercio de tránsito- y tomar los precios implícitos de los bienes que surgen de las estadísticas inglesas para corregir el valor de los bienes en Uruguay.

A pesar de su aparente simplicidad, esta metodología encuentra su principal problema en la forma de registro que tienen las estadísticas británicas disponibles comparadas con las uruguayas: las mismas suelen reportarse en forma agregada, no desagregada por productos, y en muchos casos esos agregados, al ser de bienes muy diferentes, sólo se presentan en valores (lo cual no permite calcular un precio unitario por tipo de bien).

Para lograr la corrección, entonces, se construyeron “canastas de bienes” (ver Anexo Estadístico ) comparables en ambos puertos a partir de las que se calculan los precios implícitos y, con ello, se estima un valor representativo de la diferencia de precios entre el precio de mercado y el precio fijado administrativamente (aforos). Una vez establecidas las canastas de comparación se descuenta a cada producto el costo estimado del flete (llevando ambos valores a precios FOB). A partir de estos precios se calcula el Price Accuracy Index (PAI)

Esta metodología ha sido aplicada tanto en nuestro país como en la región para el caso de las exportaciones en el período que cubre nuestro estudio (Bonino et al. 2015; Tena et al. 2013) pero no para las importaciones, las cuales, como ya mencionamos anteriormente, tienen otros problemas en términos de registración. Esta metodología tiene varias falencias. En primer lugar, se corrigen las importaciones de todos los países a partir de los precios que surgen de la comparación bilateral entre Uruguay y UK, lo cual ya introduce distorsiones nada despreciables. En segundo lugar, esta comparación bilateral tampoco se puede realizar a partir de todos los productos intercambiados entre ambos países, sino que se hace a partir de una muestra equiparable de los mismos (“canastas”). No obstante, la metodología ha demostrado ser efectiva en otros casos de corrección. En este sentido, la misma debe ser considerada una primera aproximación a la corrección de precios que nos indique ciertos sesgos en la valoración de las importaciones totales.

El PAI muestra que, en términos generales, en la mayor parte del período, los precios de los productos importados por Uruguay tienden a estar subvaluados respecto al precio de mercado, aunque no en gran medida (la perfecta igualdad entre ambos precios implicaría que el PAI diera como resultado 1, y por tanto las desviaciones con respecto a dicho nivel serían atribuibles a sobre o sub valoraciones de los precios provocadas por el aforo).

 

Gráfico 5. Evolución del Price Accuracy Index para Uruguay 1883-1911

Elaboración propia: ver texto

 

Este resultado es consistente con lo mostrado en el Gráfico 5 para el periodo anterior a 1890, donde se aprecia una subvaloración de aproximadamente 40%. La aplicación de la Ley de Aduana de 1888 corrige este sesgo llevándolo a un 20% , pero la volatilidad de los precios internacionales, sumado a la lentitud para ajustar los aforos de la legislación uruguaya, parecen haber generado variaciones tendientes a la permanente subvaluación -años 1883-1893, 1896-1897,1899-1901 y a partir de 1906 al final del período- donde los precios en Uruguay serían menores que los precios de mercado, con episodios de adecuación a los mismos o sobrevaluación -años 1894-95, 1898 y 1902 a 1905. Hacia finales del siglo XIX comienza a desacoplarse el precio de las importaciones con respecto al precio de aforo, lo cual provoca nuevamente un gran subvaloración, con la consiguiente pérdida para el erario público, dado que el sistema fiscal se encontraba sustentado, principalmente, en los impuestos al comercio exterior, y en particular al comercio importador.

La evolución del PAI muestra una gran sincronía (en espejo) con los vaivenes que evidenció el país con respecto a los precios internacionales (Blattman et al. 2007; Baptista y Bértola 1999) (Gráfico 6). La década de 1890 fue un período de fuerte debilidad de los precios de importación de Uruguay, lo cual parece asociado a la sobrevaloración de las cifras de importación observada cuando comentábamos el Gráfico 4.[20]

 

Gráfico 6. Precios de importación de Uruguay (1883-1911). 1900=100

 

Elaboración propia en base a Blattman et al. (2004).

Para realizar la corrección de la serie total de importaciones se utiliza un coeficiente de corrección por año calculado como el inverso del PAI. Ese coeficiente de corrección se aplica a la serie total de importaciones aforadas (que surgen de los registros uruguayos) y así se obtiene la serie corregida para todo el período, la cual se compara, en el Gráfico 7, con la serie oficial.

 

Gráfico 7. Importaciones de Uruguay (1883-1911) en millones de pesos corrientes.
 Serie oficial de valores aforados y Serie corregida sin aforo y tomando en cuenta el costo del flete

Elaboración propia en base a Anuarios Estadísticos (varios años) y Annual Statement of the UK (2005)

 

La serie corregida muestra las tendencias indicadas en la evolución del PAI. Asimismo, se aprecia que la fortaleza de los precios de importación de los 1870s-1880s y de principios del siglo XX dejaron a los registros uruguayos retrasados en su capacidad de seguir el ritmo de los cambios en los precios internacionales. Durante el período posterior a la aplicación de la Ley General de Aduanas de 1888, la evolución parece haber seguido la tendencia internacional de los precios, lo cual podría indicar que, contrario a lo afirmado en la literatura nacional sobre el tema (Tajam 2005; Finch 2000), los aforos habría sido corregidos con cierta periodicidad. Sin embargo, parece más plausible pensar que el acercamiento de las series corregidas a las oficiales responda a la debilidad internacional de precios y a que éstos, de hecho, “alcanzaron” a los precios de aforo en su descenso. 

 

Conclusiones y lo que resta por hacer: apuntes finales y agenda.

Siempre admitiendo que este trabajo constituye la primera aproximación al tema de investigación,  algunos resultados indicativos son de interés. En primer lugar, el comercio de tránsito no parece haber inducido graves distorsiones en la registración de las importaciones. Por lo pronto, la evidencia estaría abonando la idea de que las estadísticas oficiales captan, fundamentalmente, las compras de bienes al exterior con destino al mercado interno, en tanto que las mercancías de paso, que permanecían en depósito o aún en los buques, no eran contabilizadas como importaciones. Dado que trabajamos con los registros de los Anuarios, y por tanto con cantidades agregadas, una aproximación más afinada a este problema requeriría el manejo de datos micro (planillas de registro de permisos de importación).

En segundo lugar, los contrastes entre valores importados desde UK, según registros uruguayos y británicos, y la comparación de precios -también entre ambas fuentes-, muestran un predominio de la subvaloración de las estadísticas oficiales uruguayas. Puesto en otros términos, los precios de aforo uruguayos habrían evolucionado, sistemáticamente, en forma rezagada a los internacionales, evidencia que no hace más que confirmar lo que reiteradamente afirmaban los contemporáneos.

En tercer lugar, y no obstante lo anterior, dicha subvaloración se redujo significativamente a finales del siglo XIX, en tiempos de la relativa debilidad de los precios internacionales y bajo los efectos de una nueva normativa (la Ley de 1888) que, aparentemente, pudo haber incentivado un ajuste de los precios de aforo más periódico. 

De todos modos, se trata de resultados iniciales y la agenda de investigación es extensa. En primer lugar, sería necesario profundizar en el estudio del comercio de tránsito. En segundo lugar, dada la diversificación de mercados de las adquisiciones externas de Uruguay, sería de interés considerar una canasta de precios internacionales que incluyera, además de UK, a Alemania y Francia. En tercer lugar, habría lugar para testear hipótesis de trabajo relativas a la economía política del período (¿qué papel jugaron los grupos de presión?), el plano fiscal (¿por qué no se utilizaron precios de mercado en lugar de valores de aforo siendo que la subvaloración fue sistemática?) y niveles de bienestar (¿qué nos dice la evolución de la estructura de bienes importados de las modalidades de consumo, las preferencias y el poder de compra interno?).

 

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ANEXO ESTADÍSTICO

 

Canastas de bienes utilizadas para la estimación de PAI

 

Año

Bien

Unidad

Cantidad en registros UK

Valor en registros UK (Libras)

Tipo de cambio Libra-Peso

Valor en Pesos

Precio implícito en $

Cantidad en registros Uruguayos

Valor en registros Uruguayos (pesos)

Factor de corrección Flete (%)

Precio corregido por flete

1883

cerveza

Litros

82014

2958

4.7

13873

0.2

96253

20442

0.36

0.1

1883

especias de todo tipo

Litros

128890

3276

4.7

15364

0.1

128890

16063

0.36

0.1

1883

sombreros de toda clase

Doc

10028

9383

4.7

44006

4.4

7015

43920

0.36

4.0

1883

vino

Litros

12638

1425

4.7

6683

0.5

25602

6381

0.36

0.2

1884

cerveza

Litros

141601

3439

4.7

16163

0.1

86058

22030

0.38

0.2

1884

sombreros de toda clase

Doc

14561

13067

4.7

61415

4.2

5855

43222

0.38

4.6

1884

aceite, semillas

Litros

211394

4815

4.7

22631

0.1

135340

22156

0.38

0.1

1884

arróz

toneladas (métricas)

58

586

4.7

2754

47.3

121

10881

0.38

56.0

1884

spirits de todo tipo

Litros

6924

5301

4.7

24915

3.6

20984

6774

0.38

0.2

1885

cerveza

Litros

51566

1229

4.7

5776

0.1

60822

16859

0.28

0.2

1885

sombreros

Doc

13654

14910

4.7

70077

5.1

12687

74556

0.28

4.2

1885

aceite, semillas

Litros

150021

3403

4.7

15994

0.1

141163

20531

0.28

0.1

1885

arróz

toneladas (métricas)

121

1148

4.7

5396

44.8

13

1147

0.28

64.6

1885

spirits de todo tipo

Litros

6669

2306

4.7

10838

1.6

33706

11702

0.28

0.2

1885

azúcar

toneladas (métricas)

106

2413

4.7

11341

107.1

169

22900

0.28

97.3

1885

vino

Litros

6837

955

4.7

4489

0.7

44285

10518

0.28

0.2

1885

toneladas (métricas)

35

6231

4.7

29286

831.5

66

52671

0.28

572.2

1885

cemento

toneladas (métricas)

1778

3783

4.7

17780

10.0

1577

25275

0.28

11.5

1886

cerveza

Litros

46982

1097

4.7

5145

0.1

48870

13353

0.30

0.2

1886

sombreros

Doc

25875

22534

4.7

105684

4.1

9426

60929

0.30

4.5

1886

aceite, semillas

Litros

165933

3570

4.7

16743

0.1

120950

16797

0.30

0.1

1886

arróz

toneladas (métricas)

192

1551

4.7

7274

37.9

19

1701

0.30

62.9

1886

spirits de todo tipo

Litros

6915

2228

4.7

10449

1.5

46545

13561

0.30

0.2

1886

toneladas (métricas)

39

7131

4.7

33444

847.6

69

55089

0.30

559.4

1886

vino

Litros

6492

873

4.7

4094

0.6

44807

8606

0.30

0.1

1886

cemento

toneladas (métricas)

3571

7586

4.7

35578

10.0

2295

36728

0.30

11.2

1887

cerveza

Litros

137508

3256

4.7

15336

0.1

56920

15631

0.32

0.2

1887

sombreros

Doc

18559

22710

4.7

106964

5.8

13055

93128

0.32

4.9

1887

aceite

tonelada (metrica)

93

4199

4.7

19775

211.7

1

356

0.32

205.0

1887

algodón

Metros

4549277

579420

4.7

2729069

0.6

914660

109605

0.32

0.1

1887

lana

Metros

1843580

188846

4.7

889465

0.5

55628

14209

0.32

0.2

1888

cerveza

Litros

108533

2592

4.7

12131

0.1

86504

18640

0.42

0.1

1888

sombreros

Doc

14593

10196

4.7

47717

3.3

12556

100494

0.42

4.6

1888

azúcar

toneladas (métricas)

240

3723

4.7

17424

72.6

137

12089

0.42

50.9

1888

aceite

toneladas (métricas)

181

4699

4.7

21991

121.2

4

1320

0.42

172.7

1888

algodón

Metros

29349814

367820

4.7

1721398

0.1

1213558

128450

0.42

0.1

1888

lana

Metros

2401448

203649

4.7

953077

0.4

95247

21698

0.42

0.1

1889

cerveza

Litros

128013

2997

4.7

14056

0.1

110612

22818

0.57

0.1

1889

sombreros de toda clase

Doc

13777

23835

4.7

111786

8.1

13538

123199

0.57

3.9

1889

aceite, semillas

Litros

240044

5404

4.7

25345

0.1

128905

16740

0.57

0.1

1889

azúcar refinada

toneladas (métricas)

1282

21670

4.7

101632

79.2

1565

143973

0.57

39.6

1890

cerveza

Litros

100021

2568

4.7

12044

0.1

75439

15132

0.43

0.1

1890

sombreros de toda clase

Doc

11921

18184

4.7

85283

7.2

9715

91632

0.43

5.4

1890

azúcar refinada

toneladas (métricas)

2603

39732

4.7

186343

71.6

2677

240012

0.43

51.3

1890

cemento

toneladas (métricas)

6468

14692

4.7

68905

10.7

2692

43067

0.43

9.2

1891

cerveza

Litros

7530

219

4.6

1016

0.1

20768

3885

0.32

0.1

1891

sombreros de toda clase

Doc

8378

13994

4.6

64932

7.8

9151

70679

0.32

5.3

1891

aceite, semillas

Litros

299218

6958

4.6

32285

0.1

167360

22320

0.32

0.1

1891

azúcar refinada

toneladas (métricas)

2230

34085

4.6

158154

70.9

1881

169107

0.32

61.1

1891

cemento

toneladas (métricas)

4782

10950

4.6

50808

10.6

2785

44863

0.32

11.0

1892

sombreros de toda clase

Doc

10372

14287

4.7

67006

6.5

10086

78736

0.29

5.6

1892

aceite, semillas

Litros

290286

6214

4.7

29144

0.1

219296

29321

0.29

0.1

1892

papel de todo tipo

toneladas (métricas)

72

3379

4.7

15848

218.6

67

15167

0.29

160.7

1892

azúcar refinada

toneladas (métricas)

5358

89442

4.7

419483

78.3

4723

424884

0.29

64.1

1892

cemento

toneladas (métricas)

2653

5947

4.7

27891

10.5

1851

29598

0.29

11.4

1893

sombreros de toda clase

Doc

9857

15092

4.7

70932

7.2

9834

80783

0.28

5.9

1893

aceite, semillas

Litros

154402

4205

4.7

19764

0.1

104395

16167

0.28

0.1

1893

papel de todo tipo

toneladas (métricas)

179

6938

4.7

32609

181.8

201

32306

0.28

116.0

1893

cemento

toneladas (métricas)

2638

5158

4.7

24243

9.2

1684

27327

0.28

11.7

1894

sombreros de toda clase

Doc

9857

15092

4.7

70932

7.2

9834

80783

0.28

5.9

1894

aceite, semillas

Litros

154402

4205

4.7

19764

0.1

104395

16167

0.28

0.1

1894

papel de todo tipo

toneladas (métricas)

179

6938

4.7

32609

181.8

201

32306

0.28

116.0

1894

cemento

toneladas (métricas)

2638

5158

4.7

24243

9.2

1684

27327

0.28

11.7

1895

sombreros de toda clase

Doc

7557

11805

4.7

54893

7.3

8002

66370

0.23

6.4

1895

aceite, semillas

Litros

217714

4765

4.7

22157

0.1

166136

21783

0.23

0.1

1895

papel de todo tipo

toneladas (métricas)

153

5740

4.7

26691

173.9

197

31051

0.23

121.2

1895

azúcar refinada y caramelo

toneladas (métricas)

4661

58139

4.7

270346

58.0

4710

424562

0.23

69.4

1895

cemento

toneladas (métricas)

2621

5228

4.7

24310

9.3

1415

22697

0.23

12.4

1896

sombreros de toda clase

Doc

8325

13317

4.7

62190

7.5

7740

67251

0.29

6.1

1896

aceite, semillas

Litros

202084

4278

4.7

19978

0.1

138347

18227

0.29

0.1

1896

papel de todo tipo

toneladas (métricas)

195

7521

4.7

35123

179.9

233

35310

0.29

107.5

1896

azúcar refinada y caramelo

toneladas (métricas)

1578

19680

4.7

91906

58.2

121

12085

0.29

70.8

1896

cemento

toneladas (métricas)

2887

5843

4.7

27287

9.5

1359

21741

0.29

11.3

1896

hierro forjado y en bruto

toneladas (métricas)

11486

116647

4.7

544741

47.4

5500

304635

0.29

39.2

1897

sombreros de toda clase

Doc

2919

6881

4.7

32203

11.0

3925

39747

0.33

6.8

1897

aceite, semillas

Litros

71455

1544

4.7

7226

0.1

73565

8887

0.33

0.1

1897

papel de todo tipo

toneladas (métricas)

121

5955

4.7

27869

231.0

135

22827

0.33

114.0

1897

azúcar refinada y caramelo

toneladas (métricas)

2631

30126

4.7

140990

53.6

103

10302

0.33

67.3

1897

cemento

toneladas (métricas)

2029

4251

4.7

19895

9.8

1694

27098

0.33

10.8

1897

hierro forjado y en bruto

toneladas (métricas)

7746

68059

4.7

318516

41.1

3348

184183

0.33

37.0

1898

sombreros de toda clase

Doc

5415

10218

4.7

47718

8.8

4716

55826

0.34

11.8

1898

aceite, semillas

Litros

63640

1282

4.7

5987

0.1

74301

10176

0.34

0.1

1898

papel de todo tipo

toneladas (métricas)

129

4369

4.7

20403

158.0

177

27670

0.34

156.6

1898

azúcar refinada y caramelo

toneladas (métricas)

1441

17440

4.7

81445

56.5

5

479

0.34

99.9

1898

cemento

toneladas (métricas)

1659

4017

4.7

18759

11.3

1922

30753

0.34

16.0

1898

hierro forjado y en bruto

toneladas (métricas)

9157

101209

4.7

472646

51.6

5321

309374

0.34

58.1

1899

sombreros de toda clase

Doc

3568

7078

4.7

32771

9.2

4654

50712

0.22

8.5

1899

aceite, semillas

Litros

60290

1350

4.7

6251

0.1

68097

8410

0.31

0.1

1899

papel de todo tipo

toneladas (métricas)

190

6904

4.7

31966

168.0

238

35575

0.23

115.7

1899

yute

toneladas (métricas)

392

6452

4.7

29873

76.2

416

45657

0.16

91.9

1899

vino

Litros

4305

616

4.7

2852

0.7

2837

1777

0.13

0.5

1899

cemento

toneladas (métricas)

2887

6373

4.7

29507

10.2

1905

30481

0.12

14.1

1899

hierro forjado y en bruto

toneladas (métricas)

10434

127709

4.7

591293

56.7

5221

310372

0.16

50.1

1900

sombreros de toda clase

Doc

2680

8576

4.7

39964

14.9

3414

41860

0.31

8.4

1900

papel de todo tipo

toneladas (métricas)

166

6093

4.7

28393

170.7

214

32425

0.31

104.1

1900

pescado curado y salado

toneladas (métricas)

10

822

4.7

3831

403.2

0

97

0.31

137.7

1900

yute

toneladas (métricas)

421

7892

4.7

36777

87.4

462

50631

0.31

75.4

1900

vino

Litros

8333

780

4.7

3635

0.4

13489

3693

0.31

0.2

1900

cemento

toneladas (métricas)

3100

6690

4.7

31175

10.1

1789

28616

0.31

11.0

1900

hierro forjado y en bruto

toneladas (métricas)

19597

232813

4.7

1084909

55.4

4854

274163

0.31

38.9

1901

sombreros de toda clase

Doc

2205

7465

4.7

34638

15.7

2796

40415

0.23

11.2

1901

pescado curado y salado

toneladas (métricas)

7

561

4.7

2603

360.8

0

18

0.23

155.0

1901

yute

toneladas (métricas)

381

7042

4.7

32675

85.8

444

48591

0.23

84.7

1901

vino

Litros

5064

818

4.7

3796

0.7

14639

4108

0.23

0.2

1901

cemento

toneladas (métricas)

3050

7080

4.7

32851

10.8

2227

35631

0.23

12.4

1901

compuestos de soda

toneladas (métricas)

1614

11384

4.7

52822

32.7

1127

69828

0.23

48.0

1901

hierro forjado y en bruto

toneladas (métricas)

14634

170453

4.7

790902

54.0

4501

251334

0.23

43.3

1902

sombreros de toda clase

Doc

2316

8183

4.7

38051

16.4

2379

37435

0.16

13.2

1902

yute

toneladas (métricas)

526

9061

4.7

42134

80.1

613

55137

0.16

75.2

1902

vino

Litros

2541

488

4.7

2269

0.9

9545

3602

0.16

0.3

1902

cemento

toneladas (métricas)

2161

4257

4.7

19795

9.2

1653

26451

0.16

13.4

1902

compuestos de soda

toneladas (métricas)

1810

12173

4.7

56604

31.3

1374

81385

0.16

49.5

1902

bizcochos

toneladas (métricas)

34

2034

4.7

9458

274.6

0

16

0.16

56.8

1903

sombreros de toda clase

Doc

2868

7672

4.7

35598

12.4

2328

36653

0.13

13.8

1903

papel de todo tipo

toneladas (métricas)

140

4552

4.7

21121

150.4

277

41292

0.13

130.3

1903

pescado curado y salado

toneladas (métricas)

17

1358

4.7

6301

373.6

1

254

0.13

174.8

1903

yute

toneladas (métricas)

571

10161

4.7

47147

82.6

689

70954

0.13

90.1

1903

vino

Litros

3973

766

4.7

3554

0.9

5887

2702

0.13

0.4

1903

cemento

toneladas (métricas)

2021

4232

4.7

19636

9.7

2458

39325

0.13

14.0

1903

compuestos de soda

toneladas (métricas)

1714

11024

4.7

51151

29.8

1358

76490

0.13

49.2

1903

hierro forjado y en bruto

toneladas (métricas)

7736

111086

4.7

515439

66.6

4921

310571

0.13

55.2

1904

sombreros de toda clase

Doc

2531

6373

4.7

29571

11.7

1199

20906

0.12

15.4

1904

papel de todo tipo

toneladas (métricas)

99

3570

4.7

16565

167.3

203

29970

0.12

130.0

1904

yute

toneladas (métricas)

328

5478

4.7

25418

77.4

476

50137

0.12

92.9

1904

metales: estaño en bloques, lingotes, barras

toneladas (métricas)

75

4213

4.7

19548

259.6

57

27476

0.12

423.2

1904

cemento

toneladas (métricas)

2432

4568

4.7

21196

8.7

1711

27382

0.12

14.1

1904

pinturas colores y materiales

toneladas (métricas)

356

9009

4.7

41802

117.4

363

40012

0.12

97.1

1904

compuestos de soda

toneladas (métricas)

1656

10920

4.7

50669

30.6

1285

75338

0.12

51.7

1904

hierro forjado y en bruto

toneladas (métricas)

6678

91651

4.7

425261

63.7

2626

152880

0.12

51.3

1905

productos y preparaciones químicas: componentes de soda

toneladas (métricas)

2300

15463

4.7

71748

31.2

1693

100320

0.16

50.0

1905

sombreros de toda clase

Doc

3759

9611

4.7

44595

11.9

3412

47838

0.16

11.8

1905

papel de todo tipo

toneladas (métricas)

185

6719

4.7

31176

168.5

341

50927

0.16

126.2

1905

pescado curado y salado

toneladas (métricas)

19

1730

4.7

8027

423.6

0

92

0.16

168.7

1905

yute

toneladas (métricas)

657

14716

4.7

68282

104.0

789

81534

0.16

87.2

1905

metales: estaño en bloques, lingotes, barras

toneladas (métricas)

44

6391

4.7

29654

681.0

70

33833

0.16

404.9

1905

cemento

toneladas (métricas)

2032

3631

4.7

16848

8.3

1937

30997

0.16

13.5

1905

pinturas colores y materiales

toneladas (métricas)

850

19016

4.7

88234

103.8

679

76658

0.16

95.2

1905

hierro forjado y en bruto

toneladas (métricas)

14711

106782

4.7

495468

33.7

5461

353878

0.16

54.7

1906

productos y preparaciones químicas: componentes de soda

toneladas (métricas)

1654

16027

4.7

74365

44.9

1482

76426

0.23

39.9

1906

sombreros de toda clase

Doc

2927

9102

4.7

42233

14.4

2442

43380

0.23

13.7

1906

papel de todo tipo

toneladas (métricas)

172

6360

4.7

29510

171.8

220

33863

0.23

119.0

1906

pescado curado y salado

toneladas (métricas)

14

1342

4.7

6227

433.1

0

27

0.23

153.5

1906

yute

toneladas (métricas)

438

12457

4.7

57800

131.9

572

58873

0.23

79.6

1906

metales: estaño en bloques, lingotes, barras

toneladas (métricas)

5

847

4.7

3930

722.0

50

24151

0.23

371.2

1906

cemento

toneladas (métricas)

3919

6911

4.7

32067

8.2

3060

48965

0.23

12.4

1906

pinturas colores y materiales

toneladas (métricas)

574

14638

4.7

67920

118.2

598

67083

0.23

86.8

1906

hierro forjado y en bruto

toneladas (métricas)

15270

201321

4.7

934129

61.2

7229

460281

0.23

49.2

1911

compuestos de soda

toneladas (métricas)

2416

16207

4.7

75363

31.2

1841

108722

0.28

42.4

1911

sombreros

Doc

4477

13033

4.7

60603

13.5

4614

50924

0.28

7.9

1911

estaño en bruto

toneladas (métricas)

51

10410

4.7

48407

952.8

87

41981

0.28

344.7

1911

pinturas, colores y materiales

toneladas (métricas)

952

18734

4.7

87113

91.5

769

86103

0.28

80.4

1911

papel de todo tipo

toneladas (métricas)

366

11709

4.7

54447

148.7

520

77094

0.28

106.5

1911

yute

toneladas (métricas)

591

14894

4.7

69257

117.3

221

53688

0.28

174.1

1911

toros, vacas y terneros (de cría)

Unidad

19

2016

4.7

9374

493.4

29

8750

0.28

216.7

1911

caballos

Unidad

84

15285

4.7

71075

846.1

54

27000

0.28

359.1

1911

carne salada: tocino y jamón

toneladas (métricas)

69

7013

4.7

32610

472.0

98

45210

0.28

330.4

1911

papas crudas

toneladas (métricas)

3294

17328

4.7

80575

24.5

2611

117513

0.28

32.3

1911

azúcar refinada y caramelos

toneladas (métricas)

4

70

4.7

326

91.5

5

454

0.28

71.8

1911

pescado curado y salado

toneladas (métricas)

19

2007

4.7

9333

503.3

1

165

0.28

143.6

1911

cemento

toneladas (métricas)

9582

15003

4.7

69764

7.3

11343

181491

0.28

11.5

1911

metales: estaño en bloques, barras, etc.

toneladas (métricas)

26

6456

4.7

30020

1141.1

87

41981

0.28

344.7

1911

hierro forjado y en bruto

toneladas (métricas)

18452

351003

4.7

1632164

88.5

10733

673336

0.28

45.1

 

Notas: Para el año 1907 sólo hay dos bienes comparables en ambos registros, por lo que se omitió la canasta de ese año. Para 1908-1910 no tenemos registros ingleses, por lo que en esos años el PAI se calcula a partir de la interpolación lineal entre 1906 y 1911.

 

Las diferentes unidades de medida entre registros se convirtieron de acuerdo a la tabla de equivalencias que se presenta en el punto 2 y los supuestos allí mencionados.


 

Tabla de conversión de unidades de medida

 

Unidad

Unidad equivalente

Equivalencia

barril

litros

163,7

cabezas

unidades (un)

1.0

cachos

cachos

1.0

cajas o cajones (caj)

cajas o cajones (caj)

1.0

docena (doc)

unidades (un)

12.0

est (leña)

est (leña)

1.0

fardos (fard)

fardos (fard)

1.0

galón (en export UK)

litros

4.5

gruesa

unidades (un)

144.0

hectolitro

litros

100.0

hojas

unidades (un)

1.0

kilogramo (kg)

tonelada (ton)

0.0

litros

litros

1.0

mazos (paja)

mazos (paja)

1.0

metro (m)

metro (m)

1.0

metro cuadrado (m/c)

metro cuadrado (m/c)

1.0

miles

unidades (un)

1000.0

numero (num)

unidades (un)

1.0

paquetes (paq)

paquetes (paq)

1.0

pares

unidades (un)

2.0

pies (madera)

pies (madera)

1.0

quintales (en export UK)

tonelada (ton)

0.1

quintales (qq)

tonelada (ton)

0.1

tonelada (ton)

tonelada (ton)

1.0

toneladas (en export UK)

tonelada (ton)

0.9

trozos (madera)

trozos (madera)

1.0

unidad (un)

unidades (un)

1.0

 

Notas:

Supuestos para la conversión entre unidades no estandarizadas:

Líquidos registrados en botellas se convierten como 1 botella = 0,75 litros.

Los aceites registrados en kilogramos se convierten a litros suponiendo una densidad de 0,91Kg/litro

La tela de yute expresada en metros se convirtió a toneladas de acuerdo a http://hjscemartinez.e.telefonica.net/data/documents/Catalogo-yute.pdf como 196m/kg

 

 

PAI por años

 

Año

Valor oficial (en muestra)

Valor corregido (en muestra)

Coeficiente de ajuste en Total importaciones

PAI

1883

55860

75969

1.36

0.74

1884

65391

130231

1.99

0.50

1885

169584

260228

1.53

0.65

1886

144422

236542

1.64

0.61

1887

140145

243994

1.74

0.57

1888

135995

251681

1.85

0.54

1889

131968

259611

1.97

0.56

1890

223053

298898

1.34

0.75

1891

211354

254807

1.21

0.83

1892

411791

491134

1.19

0.84

1893

113025

136169

1.20

0.83

1894

436532

444378

1.02

0.98

1895

436334

395662

0.91

1.10

1896

325021

394034

1.21

0.82

1897

197197

241651

1.23

0.82

1898

434278

373111

0.86

1.16

1899

401493

438734

1.09

0.92

1900

296998

420710

1.42

0.71

1901

348581

397178

1.14

0.88

1902

1478699

1422168

0.96

1.04

1903

505360

525469

1.04

0.96

1904

373903

363869

0.97

1.03

1905

654641

551375

0.84

1.19

1906

628730

789377

1.26

0.80

1907

88959

128527

1.44

0.69

1908

166347

244374

1.47

0.68

1909

311055

464640

1.49

0.67

1910

581650

883443

1.52

0.66

1911

1087639

1679734

1.54

0.65

 

 

Importaciones Totales de Uruguay 1883-1911 (con correcciones por costo de fletes y de precios de aforo). En millones de pesos corrientes

 

 

Año

Valor oficial con aforo (Anuario, 1915)

Serie corregida

1883

20.32

27.64

1884

24.55

48.89

1885

25.28

38.79

1886

20.19

33.08

1887

24.62

42.86

1888

29.48

54.55

1889

36.82

72.44

1890

32.36

43.37

1891

18.98

22.88

1892

18.40

21.95

1893

19.67

23.70

1894

23.80

24.23

1895

25.39

23.02

1896

25.53

30.95

1897

19.51

23.91

1898

24.78

21.29

1899

25.65

28.03

1900

23.98

33.97

1901

23.69

26.99

1902

23.52

22.62

1903

25.10

26.10

1904

21.22

20.65

1905

30.78

25.92

1906

34.45

43.26

1907

37.47

54.14

1908

37.46

55.03

1909

36.94

55.19

1910

40.81

61.99

1911

44.80

69.19

 

 

 

 

 


Anexo 1. Evolución de los precios de los fletes desde Inglaterra hacia el Río de la Plata (o recorridos similares). Tendencias y datos disponibles.

La estimación del costo del transporte para llevar los precios de las importaciones de los registros uruguayos (FOB) a precios comparables con los de los registros británicos (CIF) ha representado un problema complejo para nuestro trabajo debido a la falta de estadísticas sobre fletes sobre variedad de bienes en general y, en particular, hacia el Río de la Plata.

Gráfico A1. Índice de precios de fletes (1887=100)

Fuente: elaboración propia en base Jacks y Pendakur (2010) (1) y Federico y Tena-Junguito (2019) (2)

 

En el Gráfico A.1 compilamos las distintas series disponibles hacia destinos próximos a Montevideo que parten de puertos del Norte, ya sea desde UK o cercanos en Europa, en nuestro período de referencia. Agregamos, también, un flete hacia Cape Town, dado que la latitud es la misma que Montevideo y, por tanto, el recorrido en millas marítimas es muy similar. Como puede observarse, para todos los destinos y con ambas fuentes (Jacks y Pendakur 2010; Federico y Tena-Junguito 2019), los fletes disponibles son para carbón o, en algunos pocos años, para bienes en general, y todos siguen la misma evolución tendencial.

En aras de validar nuestro supuesto de usar como punto de partida de la serie de fletes el peso relativo del costo de flete en nuestros productos de exportación estimado por Bonino et al. (2015), incluimos la serie existente de costo de fletes de trigo desde Buenos Aires hacia Londres. Como puede observarse, la misma comporta una evolución similar a las presentadas por el carbón en el período de análisis. 

 

Anexo 2. Discusión sobre la robustez de los precios británicos como representantes de los precios internacionales

Una de las principales debilidades de la literatura sobre la fiabilidad de las estadísticas de comercio internacional histórica es el uso de valores unitarios británicos como proxies para los precios internacionales. Generalmente, se supone que los valores unitarios en el mercado británico de exportación/importación son representativos de las tendencias de los precios de cada producto en su correspondiente mercado internacional, aún a sabiendas de que el método puede tener problemas de robustez.

Para sortear esta limitación, al menos parcialmente, se propone un ejercicio de contraste entre algunos de los precios de referencia utilizados para la corrección de las series de importación en este trabajo –los valores unitarios de exportación hacia Uruguay desde UK (Siniscalchi et al)– y precios comparables de la base de datos de Federico y Tena-Junguito (2016) (F&T).. Ésta constituye, actualmente, la más actualizada y de uso extendido (y que se nutre de un amplio abanico de antecedentes).

Como, por una cuestión de espacio, es imposible representar todos los precios, se han elegido aquellos correspondientes a los mismos (o más cercanos) bienes utilizados en la discusión del comercio de tránsito: vino (como representante de “bebidas alcohólicas”), sombreros, azúcar y carbón (como representante de “combustibles”).

Gráfico A2.1 Evolución del precio internacional y del británico de exportación a Uruguay

Vino. Libras esterlinas por litro

Elaboración propia en base a Federico y Tena-Junguito (2016) y cálculos presentados en el texto.

 

Gráfico A2.2 Evolución del precio internacional y del británico de exportación a Uruguay

Sombreros. Libras esterlinas por unidad

Elaboración propia en base a Federico y Tena-Junguito (2016) y cálculos presentados en el texto.

 

Gráfico A2.3 Evolución del precio internacional y del británico de exportación a Uruguay

Azúcar. Libras esterlinas por tonelada

Elaboración propia en base a Federico y Tena-Junguito (2016) y cálculos presentados en el texto.

 

Gráfico A2.4 Evolución del precio internacional y del británico de exportación a Uruguay

Carbón. Libras esterlinas por tonelada

Elaboración propia en base a Federico y Tena-Junguito (2016) y cálculos presentados en el texto.

En términos generales, lo que se observa son niveles próximos (vino, azúcar, carbón), con tendencias similares (sombreros, azúcar, carbón) y diferencias a favor de los precios británicos atribuibles a la incidencia de fletes y seguros (azúcar, carbón). Las discrepancias son más notorias en productos en los cuales las diferencias por tipo de bien (vino) o calidad (sombreros) pueden ser más evidentes.

Este análisis está lejos de ser concluyente, pero ofrece algunas “pistas” que permiten no descartar, en absoluto, a los precios británicos como buenos representantes de los valores internacionales de los productos de importación uruguayos



 



[1] Este trabajo es parte del proyecto de investigación “La inserción internacional de Uruguay durante la Primera Globalización. Un análisis de los flujos de comercio exterior entre 1874 y 1913” financiado por la Comisión Sectorial de Investigación Científica CSIC-UdelaR (Proyectos CSIC I+D 2016). Versiones preliminares de los resultados de este trabajo se presentaron en las Jornadas de Investigación de la Asociación Uruguaya de Historia Económica (AUDHE) y las Jornadas de Investigación de la Facultad de Ciencias Económica y de Administración (FCEA-UdelaR). Agradecemos la valiosa colaboración de los participantes del proyecto en sus distintas etapas, así como los comentarios recibidos, especialmente por parte de Nicolás Bonino, Gastón Díaz, Pablo Marmissolle y Carolina Román. También, nuestro agradecimiento a Antonio Tena-Jungito, Ana Carreras-Marín, Marc Badía Miró y Agustina Rayes por sus contribuciones en la motivación inicial de este trabajo. Finalmente, agradecemos las valiosas sugerencias realizadas por los dos revisores externos, las cuales han contribuido a mejorar este artículo. Los errores remanentes son de nuestra entera responsabilidad.

[2] ORCID: https://orcid.org/0000-0001-9412-3586

[3] ORCID: https://orcid.org/0000-0002-0559-6013

[4] ORCID: https://orcid.org/0000-0002-3026-7780

[5] ORCID: https://orcid.org/0000-0003-4959-8835

[6] Una vasta revisión de la bibliografía puede encontrarse en Rayes et al. (2020).

[7] La Oficina de Estadística de la Aduana de Uruguay antes de 1877 tenía como criterio para el registro de importaciones la asignación geográfica de las mercaderías compradas de acuerdo a la nacionalidad del buque que las transportaba (Cuaderno Estadístico nº 8, 1877). A partir de 1877 se cambia la forma de registración, anotando el país de procedencia de las mercaderías.

[8] La decisión adoptada en la construcción de la base de datos fue considerar cada producto como si fuera  un “nuevo producto” (Siniscalchi, et al., forthcoming).

[9] No en vano para muchos contemporáneos, que buscaban un espejo en el cual mirarse, identificaban a Montevideo con la “Amberes del Plata” (Jacob, 1996:XXIV).

[10] Luego de los 1880s, el comercio decaería definitivamente.

[11] Para dicha estimación se utilizaron la escala de conversión para distintos tipos de bebidas que se registra en el Reglamento Bromatológico Nacional (1994).

[12] Todos los datos de población derivan del Programa de Población, FCS, UdelaR.

[13] De acuerdo a los Anuarios Estadísticos argentinos entre 1883 y 1889, Uruguay abastecía a Argentina con una media anual de más de 2 millones de kilos de azúcar.

[14] Estrictamente, Camou (2012) reporta que el consumo de núcleo familiar en Montevideo (matrimonio y dos hijos) ascendía a 48 kg. al año. El supuesto de se proponer en este trabajo es que se trataría de tres sujetos adultos, con lo cual se obtiene el valor citado de consumo per cápita (48/3).

[15] Excluimos de este análisis al carbón de piedra debido a que parte de su uso abastecía los propios buques que transportaban la mercadería (Bertoni y Román 2013), el alambre para cercos y el pino, dado que estos productos se importaban de forma masiva y fomentados por el Estado en el período (alambramiento in extenso de la campaña uruguaya) y la yerba mate, debido a que su consumo de carácter localizado en la región nos impidió establecer parámetros de consumo promedio para la época.

[16] La autoría de la advertencia es también el propio Adolfo Vaillan incluida originalmente en su obra de 1878, pp. 42-43

[17] Las principales compilaciones de fuentes en este sentido son los apéndices de Jacks y Pendakur (2010) y Federico y Tena-Junguito (2019), ambas bases disponibles online. En este trabajo se utilizó el estudio de Federico y Tena-Junguito (2019) por ser el más reciente de los dos.

[18] Estos dos productos representan la mayor parte de nuestra canasta exportadora de la época y el peso relativo del flete en su precio es 38%. Federico y Tena-Junguito (1991) situaban este umbral en términos promedio en alrededor de un 20%. Decidimos confiar en el producto del ratio dado que para ese año para ambos productos los datos utilizados provienen directamente de fuentes y no de estimaciones (Critchell & Raymond (1912: 144) para la carne conservada y el Anuario Estadístico del Uruguay (1885) para los cueros.

[19] Este procedimiento constituye una gran limitación ya que sabemos que la naturaleza de los bienes incide en su costo de transporte, y este es uno de los puntos que esperamos seguir ahondando en futuras investigaciones para mejorar lo realizado en este trabajo.

[20] Dicho en otras palabras, los precios de mercado tendieron a evolucionar por debajo de los aforos, y éstos dieron cuenta de importaciones “más caras” (sobrevaloradas) durante ese período que las que hubieran reportado las importaciones con los precios efectivamente transados.