Índice

Presentación 9

Introducción 11

Las grandes compañías ferroviarias de capital británico en la Argentina como empresas autónomas. 1900 - 1930

Mario Justo López 13

El “problema vial” y su abordaje en la revista La Ingeniería

Carolina Dipierri 53

El Movimiento Todos por la Patria en los años de Alfonsín: democracia, economía y ambivalencias en torno a un plan de estabilización (1985-1986)

Ignacio Andrés Rossi 83

Estimación de los determinantes en la separación de la propiedad y la dirección del capital de las empresas industriales manufactureras. Argentina, 2016

Adriana Chazarreta 113

Reseñas

González Bollo, Hernán; Pereyra, Diego Ezequiel. 2021. Estado y planificación en el lejano sur: agencias y funcionarios de la Argentina peronista, 1944-1955, 1ª ed. – Bernal: Universidad Nacional de Quilmes

Tomás Borneo 143

Directrices para autores/as 147

Reseña

González Bollo, Hernán; Pereyra, Diego Ezequiel. 2021.
Estado y planificación en el lejano sur: agencias y funcionarios de la Argentina peronista, 1944-1955,
1ª ed. – Bernal: Universidad Nacional de Quilmes

El libro centra su análisis en la relación entre Estado y estadísticas oficiales dentro del contexto de un período de incertidumbre acentuado por los efectos negativos surgidos de la crisis financiera de 1929 y los avatares de la Segunda Guerra Mundial cuando la planificación estatal era concebida por diferentes actores y pensadores a nivel global como una herramienta eficaz para gobernar la economía y garantizar niveles aceptables de bienestar social y de crecimiento económico.

La propuesta gira en torno al estudio de las redes intelectuales, sociales y burocráticas que acompañaron la constitución de un complejo científico-técnico durante la etapa peronista con el objetivo de acopiar y de gestionar información útil para la ejecución de planes y de programas de gobierno. Así, la obra se concentra en dos grandes ejes articuladores, siendo uno de ellos la relación entre Estado y planificación, y el otro, la relación entre gestión pública y tecno-burocracia.

En este sentido, se recupera el concepto de autonomía enraizada elaborado por Peter Evans, y tal concepto atraviesa la obra mediante la postulación de tres objetivos básicos que se formulan a lo largo de los cuatro capítulos que componen el presente volumen. En primer lugar, se aborda la cuestión de reconstruir estructuras estatales, luego se analiza la posición de los responsables gubernamentales y sus trayectorias intelectuales, y finalmente se examinan los resultados tangibles del master plan. Todo ello, a través de una visión que prima la centralidad de los actores y de las redes de relaciones sociales por sobre el estudio de políticas públicas específicas.

El corpus teórico busca demostrar el surgimiento de un Leviatán argentino cuya génesis, estructura y composición no fue una creación original del peronismo sino el producto de un extenso proceso histórico surgido en el siglo XIX. Un punto de comparación interesante para comprender esta cuestión lo sitúan en la correspondencia entre: la creación del Estado y la creación de la Nación desarrollada por Tulio Halperín Donghi en Una nación para el desierto argentino, y la que aquí se cita respecto de la creación del Leviatán y de la creación de la nación industrial. En este punto, resulta interesante la asociación entre el proceso de formación del Estado argentino acaecido hacia fines de siglo XIX y el proceso de formación de la “Nueva” Argentina de mediados del siglo XX. Es así como la propaganda peronista instaurará dicha cuestión como una instancia superadora de las antiguas estructuras políticas, sociales y económicas, responsables del atraso nacional.

La huella histórica del Leviatán vernáculo, al que denominan como militar-populista, la ubican en sucesivos momentos históricos que suscitaron la intervención del Estado en diversas etapas de la vida nacional, tales como: la crisis de 1890, con la fundación del Banco de la Nación Argentina; la recesión de 1913-1917, con la suspensión de operaciones de la Caja de Conversión; la depresión 1929-1932, con la derogación del patrón oro y la creación del Banco Central de la República Argentina; en el breve auge y depresión de 1937, cuando la inversión pública y manufacturera se convirtieron en los motores del crecimiento económico; y, por último, en las administraciones Ortiz-Castillo, protagonistas de un sobre incremento de las capacidades estatales. De esta manera, aducen que el poder para gobernar las decisiones de la economía, reordenar la asignación de recursos y de reorientar la posición de los agentes económicos, centralizar los datos, establecer incentivos y obtener legitimidad frente a los actores sociales, descansaba en la formación de cuatro capacidades estatales fundamentales, a saber: Estado tuitivo (garante del nuevo orden), Estado informado (producción y consumo de datos), Estado secreto (reserva de datos como recurso estratégico) y Estado inclusivo (políticas progresistas y disciplinamiento social). No obstante, a pesar de que remarcan los antecedentes regionales de México, con el Plan Sexenal de Lázaro Cárdenas implementado entre los años 1934- y 1940, y el de Brasil que emprendió la planificación del Estado a partir de 1937 durante el Estado Novo varguista, tanto Ortiz como Castillo enfatizan sobre la originalidad del caso argentino en el sentido de que fue el único en integrar el gran recurso amalgamador que suponía el liderazgo carismático, ubicuo e infalible de Perón con la constitución de un régimen estadístico durante el peronismo clásico.

Si bien los esfuerzos gubernamentales de las administraciones de Farrell y de Perón se enfocaron en jerarquizar la estadística pública, desde la creación en 1944 del Consejo Nacional de Estadísticas y Censos (CNEC) hasta la disolución de la Dirección Nacional del Servicio Estadístico (DNSE) en 1956, los resultados fueron dispares. La trayectoria de las instituciones y de los técnicos burocráticos estuvo condicionada por los cambios en la orientación política del gobierno y por la continua necesidad de realizar adaptaciones frente a los desafíos coyunturales de la economía nacional e internacional. Pese a que la elaboración del Plan Quinquenal (1945-1949), del Plan de Gobierno (1947-1951) y del Segundo Plan Quinquenal (1953-1958) se presentaban como integrados y coherentes, nuestros autores arguyen que la planificación militar-peronista fue más bien caótica, aunque alegan, al mismo tiempo, que logró consolidar una sociedad ordenada y relativamente próspera en el contexto de un mundo en transformación.

La planificación latinoamericana se inscribe en el constante esfuerzo por obtener una vía de acceso al desarrollo que se vio influenciado por los técnicos y economistas de la CEPAL. No obstante, la influencia de la CEPAL recién comenzó a impregnar en nuestro país luego de la etapa naif, tal como denominan los autores a la planificación peronista cuyo final se suscitó entre 1948 y 1949. Esta etapa se caracterizaba por la improvisación, buenas intenciones, metodologías opacas y una excesiva tolerancia del déficit spending y del gasto público como herramientas principales de la expansión económica de posguerra. Es decir, que dentro del gran período de la planificación peronista diferencian tres momentos o subperíodos con marcados contrastes. El primero de ellos se manifiesta con una gran influencia del nacionalismo económico, contención social e incluyente, en el que se produce una transformación radical de la geografía argentina debido a la ejecución de los mencionados programas de obras públicas. Al segundo se lo califica como “popurrí de situaciones disímiles” debido a acontecimientos tales como la reforma constitucional de 1949, la crisis económica, el control sobre la libertad de prensa, los cambios de élite en la cúpula del poder, y la premura por contener la inflación y sostener el poder adquisitivo del salario. Finalmente, un tercer momento en el cual comienza a vislumbrarse un giro hacia el desarrollismo cepalino, caracterizado por el discreto ascenso de la tercera generación de economistas gubernamentales, categoría esbozada por los autores para distinguirlos de las dos generaciones previas. Este último grupo de funcionarios estuvo en condiciones de imponer sus saberes técnicos a las consideraciones políticas, que emprendieron las tareas de racionalización administrativa y financiera con asistencia técnica de la CEPAL. Con la implementación del Plan de Estabilización de 1952 y el Congreso de la Productividad se produjo un fuerte viraje hacia políticas ortodoxas para contener el gasto público, frenar la inflación y asegurar un equilibrio en la balanza de pagos externa. Con todo, resulta interesante recalcar el énfasis puesto por los autores en las contradicciones, ambigüedades conceptuales de la retórica nacionalista y las tensiones entre una visión positiva del desarrollo capitalista presente en las políticas de gobierno con las necesidades y limitaciones del contexto que obligaron a la administración peronista a realizar adaptaciones pragmáticas y desconcertantes desde el punto de vista doctrinario.

Por otra parte, aunque solo lo mencionan, los autores examinan el vínculo entre los empresarios y el poder político. En este caso, lo hacen a través de una crítica punzante acerca de la excesiva tolerancia de la administración peronista a las conductas rent-seeking, así como también al debilitamiento de la burguesía local para influir en los planes sectoriales frente a un Estado Gendarme del capital privado. Además, rechazan las tesis que sostienen la decadencia de la economía planificada peronista afirmando que la capacidad industrial argentina se había ampliado. Sin embargo, señalan que el verdadero desgaste se había producido en la esfera de la dirección política, ya que sólo se renovaban los cuadros intermedios.

Un aspecto valioso del libro radica en su análisis equilibrado con respecto a la estimación de las políticas gubernamentales y la propaganda política que las sustentaba. De esta forma, nos invita a colocarnos por sobre todas las subjetividades y prejuicios que aun dominan la política y, parafraseando a Enzo Traverso y Pierre Nora, a los usos del pasado y de la memoria en la Argentina contemporánea.

Quizás, el elemento que más resuene de la obra es su actualidad. Los problemas planteados buscan interrogar el pasado a partir de inquietudes del presente, acerca de la realidad de un movimiento político en constante mutación de cuadros y de ideas que continúa influyendo sobre una pluralidad de sectores a los que interpreta y, a la vez, les da forma.

Tomás Borneo

Universidad de Buenos Aires. Facultad de Ciencias Económicas,

Centro de Estudios Económicos de la Empresa y el Desarrollo

pp. 143-146 - Anuario CEEED - N°17 - Junio/Noviembre 2022

Año 14 - e-ISSN 2545-8299