El Costo del financiamiento de la inversión en la tierra

  • Hugo Ricardo Arreghini FCE-UBA

Abstract

Se trata de explicar el diferente propósito que guía al financiador de la empresa como inversor en ella, caracterizado por la búsqueda del rendimiento que espera de su dinero colocado como aporte o derivado del mantenimiento de ganancias no retiradas, y el que constituye, en cambio, el de la entidad en que se respalda esa perspectiva que debe interpretar el acrecentamiento de sus recursos en función de la prospección de los beneficios netos de sus proyectos que garantiza su capacidad para producirlos. Esta última imagen tiene una explicación inconcreta, teórica, globalizadora, irreconocible en sus partes generadoras, con matices subjetivos muy fuertes que se justifican en la ponderación económica del capital invertido por el ente gestor. La destinada a los que permiten que la aventura empresaria se lleve a cabo procura la demostración periódica de su participación representada en dinero, para justificar que ella es fructífera y para recibir sistemáticamente los frutos de haberse desprendido de fondos que habrían podido tener otra aplicación. En este caso la valoración debe tener respaldo más preciso, responder a criterios claramente financieros, que puedan soportarse en piezas visibles del patrimonio de cuya liquidez pueda dudarse muy poco o nada. La doctrina y las normas profesionales reconocen que la manifestación de ganancia para el propietario sólo tiene sentido si es posible demostrar que su participación dineraria ha aumentado y, como ella se comporta como una variable dependiente de activos y pasivos, es consecuente que, esos elementos de los que deriva, se valoren con el mismo criterio financiero. Por tal motivo una actitud racional se resiste a apoyar la resolución de la ecuación que conduce a la definición del resultado de ejercicio en actos de valuación que no tengan soporte en acontecimientos acaecidos a la empresa, de una concreción efectiva que no admita riesgos. Si el financiamiento nutre la entidad que procura la ganancia y ésta, a su vez, debe garantizar la fuente propiciadora, es coherente que los atributos naturales del capital financiado sean respetados y considerados en la gestión de su cómputo y demostración. No es concebible financiar descartando la lógica intención de conseguir compensación por ello. Esa es la razón de ser del capital cuya existencia no se justifica sin esa condición. Aun en la cesión gratuita se reconoce de inmediato un nuevo titular de capital beneficiario de los frutos. Como no hay inversión posible sin el financiamiento que la sustente, es obvio que el costo natural del mismo se recoja en los componentes de aquélla como efectos en bienes y funciones que realizan. El cumplimiento de los fines de la actividad económica representa básicamente la idea comparativa de producto contra recurso expuesto; la comprobación elemental de su procedencia exige la verificación del costo del esfuerzo en el cumplimiento de los planes que conducen al ingreso. La observación de fuertes desviaciones que se manifiestan entre el ingreso y el costo reconocible comúnmente en los productos de la tierra permite sospechar que en el cómputo de los sacrificios realizados haya factores no considerados o mal calculados. Al menos es visible sin molestias que no se incluyen el trabajo del propietario y su familia y el interés del capital que invierte en sus activos. El objeto principal de este trabajo es impulsar la corrección de ese defecto informativo (especialmente recalcar las consecuencias del costo financiero de la tierra) y, al propio tiempo, sugerir investigaciones tendientes a modificar la injusta posición del hombre de campo perjudicado, en la opinión del autor, por una tradicional costumbre de manejarse con información insuficiente y desorientadora. En su desarrollo se sugieren, a título de ejemplo, modelos elementales para inclusión del costo financiero en los productos de la agricultura, la fruticultura y la forestación, que intentan explicar gráficamente la manera de reconocerlos en los frutos. Además, se pone énfasis en destacar las diferencias esenciales que distinguirían conceptualmente, en la explotación forestal, la tarea de explicar el valor de la plantación a un momento determinado si se utilizara alternativamente la teoría del capital económico, concluyendo que ésta se vale, absolutamente, de procedimientos subjetivos a los que es imposible adjudicar una solución equitativa, ya que siempre estará representada idealmente con imagines del futuro. La búsqueda de la verdad impulsa la investigación a través de relaciones que sirvan para esclarecerla. En el bosquejo se aconseja algunas destinadas a: 1 - Apreciar el comportamiento que resulta en la práctica de la aplicación de capital propio y ajeno, asumiendo que en el proceso ulterior a la recepción de cualquiera de ellos se emplean similares medios productivos e interpretando que la tierra no sufre deterioro irrecuperable que deba computar el locador. 2 - Establecer la vinculación que puede existir entre los llamados resultados de tenencia de la inversión con los que corresponden a su financiamiento. 3 - Calcular el valor de la tierra computándolo con la base del resultado neto del ciclo y la tasa de interés del mercado en ese tiempo, y juzgar la razonabilidad del que se le atribuye en ese momento.

Downloads

Download data is not yet available.

Author Biography

Hugo Ricardo Arreghini, FCE-UBA

.Profesor Emérito de la Universidad del Centro de la Provincia de Buenos Aires .Profesor consulto de la Universidad de Buenos Aires

How to Cite
Arreghini, H. (1). El Costo del financiamiento de la inversión en la tierra. Contabilidad Y Auditoría, (15), 14 Págs. Retrieved from https://ojs.econ.uba.ar/index.php/Contyaudit/article/view/166