Schorr, Martín (coordinador). Entre la década ganada y la década perdida. La argentina kirchnerista. Estudios de economía Política. Buenos Aires: Batalla de Ideas, 2018

 

 

Una parte de los estudios sobre economía en Argentina desde 2003 pertenece principalmente a intelectuales o funcionarios que participaron de diversas esferas estatales. De ahí que predomine su orientación hacia la política pública. Otros surgieron de los debates de las ciencias sociales en organismos científicos (universidades, conicet, etc.) o desde la militancia política, aunque también los hubo de la esfera privada-corporativa. Es notable que muchos compartieran en su título o subtítulo la palabra Kirchner. “El poder económico durante el kirchnerismo” (Gaggero, Schorr y Wainer, 2014), “La economía argentina en su laberinto. Lo que dejan doce años de kirchnerismo” (Mercatante, 2015), “Pensar el kirchnerismo. Lo que se hizo, lo que falta y lo que viene” (Filmus [comp.], 2016), “Los tres kirchnerismos” (Kulfas, 2016), “Los años del Kirchnerismo” (Pucciarelli y Castellani [comp.], 2017) son algunos ejemplos de ello.

No sorprende que la orientación al estudio de prácticas gubernamentales haya predominado en la literatura sobre el período. De hecho, esto parece ser una constante en los escritos económicos de la historia argentina. A pesar de subtitular una Argentina kirchnerista, el trabajo compilado por Martín Schorr -sociólogo y Doctor en Ciencias Sociales orientado al estudio del poder económico y la industria argentina- del que trata esta reseña tiene la intención de abordar al kirchnerismo desde una perspectiva diferente y se reclama una mirada de los distintos actores sociales co-responsables de lo que se ganó y de lo que se perdió en el período. Con diverso énfasis, los cinco capítulos que lo componen intentan salir de la política para ir hacia lo político y entregan una observación sobre aspectos positivos y negativos de lo ocurrido durante los tres gobiernos kirchneristas.

En general los autores interpretan al kirchnerismo como una ruptura incompleta del orden neoliberal que identifican en el año 2002. Asimismo, reconocen dos etapas de este período. La primera hasta la crisis mundial y el conflicto doméstico con las patronales agrarias en 2008 y un agotamiento de las fuentes de crecimiento económico y de holgura externa, período donde evidencian menos contradicciones que durante el segundo entre los grupos económicos dominantes, la gestión gubernamental y las clases populares.

Si bien cada capítulo está construido con un enfoque de los actores y sectores de la producción, el libro no entrega una imagen unificada de los que mandan en cada período. Tal vez ello se deba a que los diversos modos de identificar la residencia del poder llevan a algunos a buscarlo en las compatibilidades de las corporaciones con el poder estatal, en otros casos, a la inserción en el comercio exterior y la capacidad de disponer del excedente en forma de divisas. Por otro lado, se explora la performance relativa tanto intersectorial, es decir, de los diversos sectores de la actividad económica, como intrasectorial, a través de la observación puntual sobre la industria, aunque también se entrega una mirada sobre las políticas de ingresos en relación con las clases populares. En su propósito principal, tiene múltiples dimensiones para abordar el poder, así como para evaluar los resultados de su ejercicio. El poder para hacer y deshacer, para bloquear o avanzar es ejercido por las corporaciones, utilizando la acción estatal tanto como erosionándola. Probablemente sea esta diversidad su principal activo.

Tal vez el primer capítulo de autoría de Emiliano López y Francisco Cantamutto junto a la contribución del coordinador sean los que representan más claramente ese estudio desde los sujetos. En el primer caso identifican inicialmente las cercanías del nuevo gobierno con la Unión Industrial Argentina como representante principal de un nuevo bloque de poder luego de la crisis de la convertibilidad. Para los primeros autores, la “reivindicación de la política” celebrada por militantes e intelectuales del nuevo gobierno en realidad significaba un ordenamiento del endeudamiento, de los convenios colectivos y otras transferencias que ordenaran la valorización del capital. En este primer período, las demandas de los sectores populares abrazaron los intereses del bloque en el poder, e interpretarían -confusamente- esos logros como propios. A pesar de la idea de una representación pasiva de los intereses de las clases populares en el Estado, se realiza un racconto de agendas políticas empresariales interesante, no sólo por la identificación corporativa-sectorial sino por la lucha simbólica potenciada a partir de la crisis de 2008.

A diferencia del primer capítulo, Andrés Wainer y Paula Belloni le dan centralidad a los efectos de la crisis internacional sobre la restricción externa que provocara el drenaje de recursos al exterior y a las limitaciones en la acumulación producto del perfil primarizado y extranjerizado de la inserción internacional y de la “dualidad estructural” del sector fabril en Argentina. En una línea similar, Agostina Costantino identifica las políticas públicas que validaron al contexto de acumulación global y favorecieron una configuración de una estructura económica orientada a la provisión de divisas vía explotación de recursos naturales y sectores fabriles vinculados a la producción primaria; en este último sentido, la autora evidencia una nueva forma de la histórica “dependencia estructural”. Esta dependencia es la señalada por Schorr al momento de evaluar el poder de veto sobre los saldos de divisas correspondientes a la operación de las 200 empresas más grandes del país respecto del resto. Para el autor, en estos años se consolida una elite empresaria con cambios sectoriales que mostraron una reindustrialización de la cúpula, un proceso de extranjerización (que se revierte parcialmente después de 2007) y un regreso del capital estatal orientado a cubrir problemas coyunturales de diversos servicios públicos (transporte, energía, agua, etc.), pero que no obstante no se volvieron cambios significativos en la dependiente estructura productiva. Por el contrario, la orientación industrial hacia las ventajas comparativas y el mercado mundial, junto al aprovechamiento de nichos de inversión protegidos, fueron dos características esenciales del comportamiento empresarial en el período.

Este libro se distancia de otros que explican los límites al desarrollo económico por errores técnicos de la política pública o lisa y llanamente por el accionar de los sectores populares. Si bien estos argumentos se encuentran en casi todos los escritos conservadores, una parte de la izquierda argentina se desconcentra frecuentemente del rol del capital en la dirección del modo de desarrollo.

En general los autores concluyen que en algún caso no se supo, en otro no se quiso y en varios no se pudo revertir completamente las estructuras heredadas del período neoliberal. A pesar del lugar reservado a los protagonistas de las formas de acumulación, este trabajo adolece de una mirada de los cambios en la economía mundial. No sólo en cuanto a la mirada tecno-productiva que habilitaría estudio de las limitaciones de la industria argentina, sino, de la observación del capital extranjero en cuanto capital que decide productivamente y, sobre todo, financieramente. Tal vez por ello, para López y Cantamutto, la confrontación estatal con las finanzas globales durante el kirchnerismo, lo mismo con el pago al FMI vía la política de “desendeudamiento”, fuera una exageración. Asimismo, en el capítulo de Schorr se revisa el comportamiento del capital industrial concentrado, pero se excluye al capital agrario y financiero.

El libro aporta distintas miradas sobre los contextos de acumulación y se aleja de los estudios conservadores antes referidos, sin embargo, al realizar su extensión para comprender las formas de acumular en Argentina posteriores al año 2015 (del retorno del neoliberalismo roto en 2003), se verá que los aspectos eludidos tienen una centralidad única. El desafío de lo político en la actualidad va más allá de la política, más allá del kirchnerismo y más allá de la industria. Hoy más que ayer, se hace difícil comprender quién manda y cómo lo hace sin profundizar sobre las finanzas y la agroindustria.

 

 

Mariano Arana

Instituto de Industria, Universidad Nacional de General Sarmiento (idei-ungs)

marana@campus.ungs.edu.ar

 

 

Bibliografía citada

 

Filmus, Daniel (compilador). Pensar el kirchnerismo. Lo que se hizo, lo que falta y lo que viene. Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2016

Gaggero, Alejandro, Martín Schorr y Andrés Wainer. Restricción eterna: el poder económico durante el kirchnerismo. Buenos Aires: Futuro Anterior, 2014.

Kulfas, Matías. Los tres kirchnerismos. Una historia de la economía argentina 2003-2015. Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2016.

Mercatante, Esteban. La economía argentina en su laberinto. Lo que dejan doce años de kirchnerismo. Buenos Aires: Ediciones ips, 2015.

Pucciarelli, Alfredo y Ana Castellani (compiladores). Los años del kirchnerismo. La disputa hegemónica tras la crisis del orden neoliberal. Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2017.