Simonassi, Silvia y Daniel Dicósimo (compiladores). Trabajadores y sindicatos en Latinoamérica. Conceptos, problemas y escalas de análisis. Buenos Aires: Ediciones Imago Mundi, 2018

 

 

Esta propuesta recupera los debates, discusiones e intercambios que los autores han tenido en los encuentros académicos de los últimos años en los que potenciaron los estudios sobre los trabajadores y los sindicatos latinoamericanos en el siglo xx e inicios del siglo xxi. Como parte de un trabajo colectivo interesado en revisar y contribuir con nuevas perspectivas a los estudios del mundo del trabajo, el libro fomenta miradas interdisciplinarias que provienen de la historia, la antropología y la sociología, privilegiando escalas nacionales y regionales de análisis e integrando abordajes de investigadores originarios de diversas universidades latinoamericanas.

La obra se divide en cuatro apartados: i. Debates y problemas en torno a la historia social de los trabajadores en América Latina; ii. Revisitando las relaciones entre trabajadores, sindicatos y organizaciones políticas; iii. Ciclos de conflictividad a escala regional, local y por lugares de trabajo; iv. Transformaciones en la acción sindical en la historia reciente: entre lo local, lo nacional y lo transnacional. Simonassi y Dicósimo, como compiladores, procuran con estos agrupamientos ordenar los ejes de debate pero también posibilitan que el lector pueda establecer articulaciones significativas entre los textos que se proponen en cada parte.

El primer apartado aborda los problemas de la desocupación, los procesos privatistas y sus consecuencias en la constitución de nuevas identidades en un contexto de ruptura del tejido social y sindical. De esta manera, Ángela Vergara se ocupa de explorar la historia, el significado y la trayectoria de la desocupación a lo largo del siglo xx en función de contribuir con un abordaje que se corra de los sujetos con empleo, sindicato y salario, es decir, del colectivo de trabajadores que naturalmente la historiografía estudió, para pasar a mirar a los cesantes, subempleados y desocupados desde las formas en que el Estado los identificó, conceptualizó y enfrentó durante el período de entreguerras.

Rodolfo Porrini se ocupa de estudiar las experiencias sociales de un barrio de trabajadores de Montevideo, el Cerro, en los años cincuenta y sesenta. Se preocupa por caracterizar el espacio social y cultural en el que viven y trabajan estos sujetos, de manera de pensar el concepto de comunidad en un sentido amplio y no reducido al resultado de las relaciones de producción, aquí relacionadas a la industria frigorífica. A partir de un trabajo de fuentes escritas, orales y visuales, da cuenta del derrotero de la comunidad obrera desde su conformación hasta la erosión y transformación. Resulta un estudio de reconstrucción no sólo de la movilización sindical a raíz del impacto de las políticas económicas desfavorables para la industria frigorífica del Uruguay, sino además de las experiencias de los trabajadores y sus familias en los lugares de tránsito cotidiano, problematizando aspectos de género y sexo poco visibilizados.

El impacto del proceso de privatización de la Compañía Siderúrgica Nacional en Volta Redonda (Brasil) es analizado por Raphael da Costa Lima para estudiar por un lado la crisis económica y la desestructuración del movimiento sindical desde 1993, como también la formación de nuevas identidades colectivas, por ejemplo el Colectivo Terras del Volta, que reivindican la devolución de tierras como compensación a los efectos de la privatización. Para el autor, Volta Redonda como company town conserva aspectos simbólicos de una cultura de clase.

Como forma de cerrar este primer apartado, Daniel Cabral Marques articula los estudios sobre trabajadores y comunidades, en el caso aquí de las petroleras, con el propósito de apuntar la agenda pendiente y el balance de investigación generado hasta el momento. La problemática de la construcción de identidades, que es una preocupación común en estos primeros cuatro textos, presenta para el autor un desafío colectivo que consiste en postular una historia integral del mundo del trabajo petrolero en la Argentina que trascienda las perspectivas de caso, que aborde la complejidad de la trama sindical del sector petrolero y que no sólo se reduzca al caso ypefiano sino también a las compañías de capital privado.

El segundo apartado revisa las relaciones entre trabajadores, sindicatos y organizaciones políticas a partir del abordaje de las prácticas sindicales, los discursos y palabras de los trabajadores organizados no sólo en Argentina sino en América Latina a escala continental. Patricio González estudia la experiencia de la Confederación de Trabajadores de América Latina (ctal) entre 1939 y 1948 en su búsqueda de un proyecto de unidad obrera y campesina para el bloque regional. A partir del trabajo de fuentes, el autor contribuye con su estudio a recapitular las intenciones y acciones de la ctal de conformar un programa sindical de alcance continental basado en el conocimiento de la situación de la clase obrera, sustentado en informes técnicos que daban cuenta de los problemas y necesidades de este sector en el contexto de segunda posguerra.

Los vínculos entre la política sindical y la lucha armada son indagados por Laura Scoppetta y Pablo Torres, teniendo la intención de recuperar las experiencias obreras como soporte de la movilización de masas en los sectores subalternos. Por otro lado, el análisis de los discursos desde el poder, de empresarios, políticos y organismos estatales referidos a la conflictividad obrera entre 1974 y 1976, son estudiados por Andrés Carminati, proponiéndose romper los sentidos comunes referidos a que la represión de este período se focalizó en los sectores medios y en el movimiento estudiantil, por lo que su aporte contribuye a evidenciar el carácter de clase de la represión y la ofensiva patronal al interior de las fábricas.

Los intereses de los investigadores que integran el apartado “iii. Ciclos de conflictividad a escala regional, local y por lugares de trabajo” coinciden en agudizar la mirada sobre ciertas huelgas del siglo xx en Argentina para poder explorar las particularidades de la organización de los trabajadores, las dinámicas de sus lugares de trabajo y la construcción de redes de resistencia para defender sus demandas. En este sentido, resultan interesantes y estimulantes los artículos para problematizar periodizaciones históricas en las que se naturalizaron ciertos acontecimientos como los únicos del momento o se simplificaron los períodos por considerarlos de baja o limitada conflictividad. En el caso del trabajo de Badaloni, las huelgas ferroviarias de 1917 en el Ferrocarril Central Argentino se estudian focalizando en la dinámica de trabajo en el taller ferroviario y en torno a los procesos productivos, contribuyendo con nuevos elementos al estudio de un conflicto trabajado por otros investigadores pero que la autora enriquece a partir de la elaboración de nuevas fuentes y el enfoque relacional. Por su parte, Luciano Barandiarán cuestiona la imagen de un movimiento obrero menos activo entre 1922 y 1928 como también la reducción de los conflictos laborales durante el radicalismo a la Semana Trágica y a las jornadas de la Patagonia rebelde; de esta manera, al estudiar las huelgas generales de la década de 1920 en Argentina y las características que adquirieron en la ciudad de Tandil, aporta al debate historiográfico sobre la escasa conflictividad del período y advierte las formas de protesta y prácticas que el movimiento obrero tandilense conformó en el escenario local. En el último capítulo del tercer apartado, Silvia Simonassi y Verónica Vogelmann se ocupan de estudiar el escenario de fuerte conflictividad obrera que fue el Gran Rosario entre 1955 y 1962. Como parte de enriquecer los abordajes sobre un período histórico poco revisitado por los investigadores, las autoras recuperan no sólo las características estructurales del mismo sino las formas de organización y acción de los trabajadores rosarinos de la carne, metalúrgicos, industriales, municipales y del magisterio. El artículo periodiza los ciclos de los conflictos buscando las regularidades y rupturas en las formas que asume la organización sindical como también en las políticas recesivas del gobierno golpista y del gobierno frondicista.

Los derechos conquistados por la clase obrera mediante sus luchas históricas serán atacados en la década de 1990 cuando el Estado encabece acciones para reducir el gasto social y laboral, consolidando un proceso de precarización del trabajo. Este es el contexto en el que se leen los textos que componen el último apartado del libro: “Transformaciones en la acción sindical en la historia reciente: entre lo local, lo nacional y lo transnacional”. Florencia Minardo se ocupa de la experiencia de los trabajadores y trabajadoras beneficiarias del Programa municipal de Empleo Transitorio en la ciudad de Tandil (1994- 2007), siendo su objetivo analizar el impacto de las medidas nacionales neoliberales sobre el empleo público local tandilense, como también las características del programa asistencial de empleo y las reacciones del Sindicato de Trabajadores Municipales de la localidad frente al avance de la precarización laboral. Como parte de establecer ciertas continuidades de estas condiciones del empleo entre la década de los noventa y el período kirchnerista es que Marina Adamini estudia las acciones y organizaciones colectivas de los jóvenes precarizados visibilizando los conflictos laborales que los tienen como sujetos activos, comprometidos en revertir sus situaciones y organizarse, apelando a recursos tradicionales como novedosos de lucha.

¿Qué lugar, qué poder, qué acciones tiene y despliega la organización sindical en este contexto de avance del capital transnacional y de políticas neoliberales? Interrogante complejo y motivador para agrupar los últimos artículos del libro, en el texto de Santiago Duhalde se estudia la dinámica interna de la organización sindical, en este caso respecto a la junta interna de delegados perteneciente a la Asociación de Trabajadores del Estado (ate), teniendo como objetivo contribuir al entendimiento de los procesos gremiales, sus límites, posibilidades y consecuencias. A continuación, Daniel Dicósimo se ocupa de analizar las formas de resistencia que encontraron algunos sectores del sindicalismo para enfrentar la flexibilización del trabajo en Argentina en los años noventa; en este sentido, la necesidad de buscar información para sortear los nuevos planteos empresariales generó la conformación de centros de estudio, investigación y formación, como es el caso que analiza Dicósimo: el Centro de Estudios de Formación Sindical (cefs). Por último, Julia Soul avanza en el abordaje de las redes sindicales internacionales como forma novedosa de organización de los trabajadores en las décadas recientes, frente al poder de las empresas multinacionales.

En suma, a lo largo del libro nos encontramos con que las preocupaciones teóricas y metodológicas de los autores para escribir sus textos están atravesadas por las maneras en que los problemas actuales de Latinoamérica los interpelan como sujetos cognoscentes. Por lo que se perciben reflexiones académicas a la luz de las realidades sociales que atraviesa el espacio regional latinoamericano, enriqueciendo la obra al procurar entender un poco el presente latinoamericano.

 

Luisina Agostini

Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (conicet)

Investigaciones Socio-Históricas Regionales, Universidad Nacional de Rosario (ishir-unr)

Universidad de Buenos Aires (uba)

luisinaagostini@gmail.com