Torre, Juan Carlos. Diario de una temporada en el quinto piso. Episodios de política económica en los años de Alfonsín. Edhasa, 2021. 544 pp.

 

En “Diario de una temporada en el quinto piso. Episodios de política económica en los años de Alfonsín” Juan Carlos Torre plasma sus experiencias en tiempos del retorno de la democracia durante el gobierno radical del Dr. Raúl Alfonsín (1983-1989).[1] Estas surgen de la participación que el sociólogo de esta obra tan singular tuviera en la gestión económica de ese gobierno. El libro narra los obstáculos que tuvo que superar el gobierno nacional para trascender la compleja herencia del Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983), cuando la democracia le pone fin. En concreto, una deuda equivalente al 11% del PBI, escasas reservas internacionales, inflación anualizada del 600% y un atraso en los pagos a acreedores por 3.200 millones de dólares (Machinea, 2022). El escenario de este estudio es tanto la Secretaría de Planificación de la Nación, como el Ministerio de Economía, dos organismos estatales donde Juan Carlos Torre desempeñó sus funciones durante el gobierno de Raúl Alfonsín.

Antes de continuar es necesario realizar una mención sobre la biografía del autor. Juan Carlos Torre nació en 1940 y actualmente es profesor emérito de la Universidad Torcuato Di Tella. Desde su juventud tuvo participación en la actividad política, ya que formó parte del centro de estudiantes de izquierda de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, donde egresó en el año 1967 como licenciado en sociología. En 1972, impulsado por Guido Di Tella, se incorporó al Instituto Di Tella. En estos años trabó amistad con los fundadores de la revista marxista Pasado y Presente, Oscar del Barco y Aníbal Arcondo. Se doctoró en sociología bajo la dirección de Alain Touraine en la École des Hautes Études de París, poco antes de formar parte del gobierno de Raúl Alfonsín en 1983. Se especializa en sociología histórica y ciencia política. Sus aportes al campo intelectual y su trayectoria fueron reconocidos tanto nacional como internacionalmente mediante la Beca Guggenheim (1990), el Premio Konex (1996) y el Premio Bernardo Houssay (2010). Entre sus amistades personales se puede encontrar a Juan Carlos Portantiero, Emilio De Ípola, Silvia Sigal, entre otros.

Son variados y diversos los libros y artículos sobre la política económica de la gestión alfonsinista, pero pocas veces se puede encontrar un texto escrito con precisión y lenguaje sencillo, a modo de diálogo ameno con el lector, escrito por un integrante del propio gobierno y que, siendo además un importante sociólogo, logra analizar desde el interior de la gestión gubernativa las peculiaridades del momento y de sus protagonistas. Producto de la narración en primera persona de carácter protagónico, se puede percibir en la lectura de las palabras de los propios actores protagonistas de ese período los momentos de frustración, impotencia y triunfo que se vivieron.

La lógica interna del libro responde en gran parte a la formación intelectual del autor en las aulas de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y al ejercicio académico en destacados centros de estudio del país y del exterior. Son trayectos previos que impulsan su carrera, al mismo tiempo que lo convierten en consultor y protagonista destacado del elenco gubernamental que actúa en los tiempos del retorno de la democracia en la Argentina.

Durante el cumplimiento de sus funciones, Juan Carlos Torre elaboró un diario grabando sus impresiones y relatando las actividades tanto de la Secretaría de Planificación y del Ministerio de Economía, como del mismo presidente Alfonsín. Si bien su interpretación no es ingenua, brinda información interesante para llevar adelante una lectura crítica de este momento singular de la historia argentina. En estas grabaciones participaron activamente actores claves como el propio ministro de Economía Juan Vital Sourrouille y Adolfo Canitrot. Este último fue el subsecretario General de Planificación hasta 1985 y secretario de Coordinación Económica del Ministerio de Economía, tras el traspaso de Sourrouille a dicha cartera y quien, a su vez, acercó a Torre a Juan Sourrouille para que formase parte del elenco ministerial.

El autor transcribe diálogos que tuvo con otros funcionarios, compañeros de la Secretaría de Planificación, en los que se permite visibilizar el ánimo general de éstos en función del rumbo que tomaba la economía. Entre estos actores se encuentran José Luis Machinea (subsecretario de Programación del Desarrollo de la Secretaría de Planificación hasta 1985, posteriormente subsecretario de Política Económica hasta 1986 y presidente del Banco Central hasta la renuncia del titular del Ejecutivo Nacional en 1989), Mario Brodersohn (secretario de Hacienda hasta 1985 y director del Banco Nacional de Desarrollo tras el nombramiento de Sourrouille como ministro) e incluso el propio presidente de la Nación. Es importante destacar que Juan Carlos Torre, Juan Sourrouille, Adolfo Canitrot, José Luis Machinea y Mario Brodersohn, previamente a la Secretaría de Planificación y el Ministerio de Economía, se habían desempeñado en el Instituto de Desarrollo Económico y Social (ides).

En estas charlas y en las semblanzas individuales propuestas por el autor, se expresa la posición y el rol que juegan los distintos actores en momentos claves del gobierno alfonsinista: las tensas negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (fmi) (narradas principalmente por José Luis Machinea, miembro de la comisión argentina que negociaba con el organismo), las dificultades en la elaboración de los presupuestos públicos, la posición del presidente frente a las movilizaciones militares y los paros generales de la Confederación General del Trabajo (cgt), pero también sobre el propio partido radical y la hora política del país, en la tensa relación entre el radicalismo y la conducción económica −como Sourrouille no era radical, la ucr quería a un miembro del partido como ministro de Economía, además de que percibían al titular de la cartera y a su equipo como un grupo de tecnócratas alejados de la realidad política y social del país−. A través de estos pasajes se puede recrear los ánimos de los principales actores económicos al inicio y al final del gobierno alfonsinista, cuando la inflación era un problema constante para estos funcionarios (Ferrer, 2012) o los años de oro -1985 y 1986–, cuando el Plan Austral logró una temporaria estabilización económica (Frenkel y Fanelli, 1987), así como también pueden observarse las tensas relaciones entre el gobierno y organizaciones de la sociedad civil (Pucciarelli, 2006)

El libro no propone un análisis de estilo economista sobre las políticas públicas implementadas por el gobierno. Su propuesta es plasmar (y de forma muy precisa) el contexto, el clima, las tensiones y tribulaciones por las que pasa la conducción económica y el presidente Alfonsín. Resulta también muy interesante reconocer la forma en la cual el autor logra ejercer sus dos roles al mismo tiempo. Por un lado, está el sociólogo que analiza el gobierno y el terreno en el que se está moviendo, sin dejar de identificar los errores cometidos por Raúl Alfonsín. Un ejemplo es el excesivo optimismo al inicio del gobierno y los problemas generados por el ministro Bernardo Grinspun a quien el presidente, por aprecio personal, le daba libertad pese a que su gestión económica no fue capaz de frenar el avance de la inflación (Rapoport, 2006). Por otro lado, da lugar al funcionario del gobierno con lealtad hacia el presidente y que, además, brinda su ayuda para mejorar el panorama nacional. Esta conjunción de roles se aprecia en las charlas que mantuvo con su amigo y primer mandatario de la Argentina.

El libro se estructura en cinco partes. La primera de ellas es un breve prólogo en donde el autor cuenta el objetivo del libro y su metodología. El material utilizado para la elaboración del libro son las cartas que el autor envía a su hermana en Europa y los diarios de voz grabados por él durante sus funciones públicas. No cita otras fuentes bibliográficas, porque el objetivo de este ensayo es contar la experiencia del autor en la función pública en tiempos de la primavera democrática. En el primer capítulo, “El regreso a la Argentina”, el autor narra el ocaso y la caída del gobierno militar tomando como eje la fallida intervención militar en las Islas Malvinas, y cómo Adolfo Canitrot le propuso formar parte del equipo económico en la Secretaría de Planificación.

El segundo capítulo, “La incorporación al gobierno de Alfonsín”, consiste en las experiencias ocurridas durante sus funciones como principal escritor de los discursos del presidente de la Nación en la Secretaría de Planificación de la Nación, en el tercer piso del Palacio de Hacienda. En este capítulo se destacan los conflictos ocurridos entre el equipo de la Secretaría de Planificación y el ministro de Economía Bernardo Grinspun, contando a su vez los desencuentros que el ministro generaba al momento de negociar con el fmi.

El tercer capítulo es el más largo y el central para el objetivo del libro al narrar las experiencias del autor en el “quinto piso”, es decir, el corazón del Ministerio de Economía. Juan Carlos Torre fue nombrado subsecretario de Relaciones Institucionales desde 1985 y acompañó al ministro de Economía Juan Sourrouille hasta el final de su gestión. Merecen subrayarse las consideraciones que se formulan acerca de los planes de estabilización económica que se llevaron a cabo, es decir, el Plan Austral (1985) y el Plan Primavera (1988) en el marco de las relaciones con el fmi, que serían un factor crucial y condicionante de toda la gestión. Por otro lado, también lo sería la relación con el propio partido radical que se opondría mayoritariamente al desplazamiento del ministro Bernardo Grinspun en febrero de 1985.

El libro Diario de una temporada en el quinto piso. Episodios de política económica en los años de Alfonsín cuenta con 540 páginas. El relato de los hechos concluye en la página 501, en la fecha del 3 de abril de 1989, con la renuncia del ministro Sourrouille, debido a la imposibilidad de revertir la espiral hiperinflacionaria (Damill y Frenkel, 1994). En las páginas restantes el autor deja saber que, en un inicio, Juan Sourrouille no estaba de acuerdo con la publicación de este libro, pero luego de años de respetar su decisión, decidió realizar su publicación, coincidiendo precisamente con el fallecimiento del ex ministro de Economía. Posteriormente el libro anexa 10 apéndices, sumamente interesantes.

El primero de los apéndices refiere a los “Lineamientos para una estrategia de crecimiento” elaborados por el equipo de la Secretaría de Planificación poco antes de que ellos fueran reasignados al Ministerio de Economía en 1985. El segundo apéndice consiste en unos breves párrafos en los que el autor resume una conferencia personal en un encuentro organizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (cepal) en Santiago de Chile sobre “Democracia y desarrollo en América Latina” en junio de 1985. El tercer y el sexto apéndice reúnen fragmentos del discurso que el autor escribió para el ministro Juan Sourrouille para ser leído en el importante coloquio del Instituto de Desarrollo Empresarial de la Argentina (idea); en los párrafos transcriptos en el tercer apéndice, se hace mención al deseo de “conectar los mundos” de la producción y la política democrática (octubre de 1986), mientras que en el sexto apéndice se hacer referencia a la necesidad de una “profunda reforma económica que reconstruya los incentivos al crecimiento” (noviembre de 1987). En el cuarto apéndice se transcriben fragmentos de un texto escrito por Pablo Gerchunoff, con aportes de Juan Carlos Torre, en noviembre de 1986, sobre la crisis y la reforma del Estado. El quinto apéndice es la transcripción de algunos párrafos de una disertación del ministro Juan Sourrouille en la mesa del Comité Nacional de la ucr en enero de 1987, centrada en reivindicar su gestión como ministro y puntualizando de qué forma se preveía abordar las principales cuestiones económicas. El séptimo recoge los párrafos finales de un discurso del presidente de la Nación sobre la negociación de la deuda externa pronunciado el 31 de mayo de 1988 en The Americas Society y el octavo consta de las palabras de Adolfo Canitrot con respecto a la integración de la economía argentina en el mundo, en septiembre de 1988 en la sede de la Unión Industrial Argentina. Algunos párrafos del informe mediante el cual el fmi decide la suspensión del envío de fondos, corresponden al noveno apéndice.[2] El último apéndice es una nota escrita por el autor para el diario Clarín en marzo de 1989 en donde se hace una reflexión sobre las consecuencias de los acuerdos con el fmi −teniendo como hecho disparador la implementación de un plan clásico de ajuste por parte del presidente de Venezuela Carlos Andrés Pérez (y que desembocaría en el “Caracazo”)−, donde se asienta la resistencia de Alfonsín y su equipo económico a las recetas del Fondo.

En suma, Diario de una temporada en el quinto piso de Juan Carlos Torre es una radiografía del Estado argentino durante la gestión de Raúl Alfonsín, uno de los períodos más importantes de nuestra historia. Sus páginas registran las tensiones externas de la Argentina con el fmi, con los distintos bancos internacionales y con el propio gobierno de los Estados Unidos, sin dejar de exponer las tensiones internas, es decir las confrontaciones dentro del partido radical que se expresa en un choque entre una nueva ola de jóvenes radicales y aquellos de larga trayectoria política. Precisamente es este conflicto el que motiva la lucha por el control del Ministerio de Economía. Asoman así relaciones interpersonales del propio presidente de la Nación que influyen en la falta de objetividad al momento de juzgar la eficiencia de sus funcionarios, desde una perspectiva de todo el proceso desde dentro de la misma gestión gubernamental. En una visión personal y vívida de su paso por la Secretaría de Planificación y el Ministerio de Economía, Juan Carlos Torre ofrece una renovada e interesante perspectiva de esta sinuosa etapa de la historia de la Argentina tras la recuperación de su democracia.

 

Referencias

 

Damill, M. y Frenkel R. (1994). La macroeconomía de América Latina: de la crisis de la deuda a las reformas estructurales. Serie Reformas de Política Pública, CEPAL, 30.

Ferrer, A. (con la colab. de M. Rougier) (2012). La economía argentina: desde sus orígenes hasta principios del siglo XXI. Fondo de Cultura Económica.

Frenkel, R. y Fanelli, J. M. (1987). El Plan Austral: un año y medio después. El Trimestre Económico, 54, 55-117.

Machinea, J. L. (2022). Plan Austral: Una mirada 37 años después. Fundación CECE.

Pucciarelli, A. (coord.). (2006). Los años de Alfonsín: ¿El poder de la democracia o la democracia del poder? Siglo XXI.

Rapoport, M. (2006). Historia económica, política y social de la Argentina 1880-2003. Ariel.

 

Nahuel Alejandro Rodríguez

nahuelalejandrorodriguez07@gmail.com

Universidad Nacional de Quilmes,

Centro de Estudios de la Argentina Rural

 

 



[1] El “Quinto piso” del título hace referencia a la ubicación de las oficinas del ministro de Economía en el Palacio de Hacienda.

[2] El informe se realizó el 1 de marzo de 1989 y la organización sostuvo que, pese a los avances realizados por el gobierno para controlar la economía, “los fallos del gobierno en la implementación del programa acordado con el banco también generaron un marco macroeconómico inestable”. Esto llevó a un 5% de déficit del PBI, superior a lo convenido (2,5%), y en consecuencia los objetivos impuestos se consideraron incumplidos y la suspensión del envío de fondos se hizo efectiva.