La
lógica de acumulación de las empresas agroalimentarias en Argentina: un estudio
de caso (2003-2015)
The Logic of Accumulation
of Agrifood Companies in Argentina: A Case Study (2003-2015)
Cecilia Allami[i]
Resumen: En el
marco de los debates en torno a las transformaciones económicas durante el
período denominado como posconvertibilidad, una de las discusiones centrales
ha girado alrededor de la naturaleza de la evolución de la industria argentina
y de su reprimarización, y del rol del precio de los commodities en este
crecimiento. Este trabajo pretende realizar un aporte al debate sobre la
evolución del sector agroindustrial en la posconvertibilidad, enmarcándolo en
una discusión más amplia acerca de las formas actuales de inserción económica
de la Argentina en la economía mundial y sus potencialidades en base al estudio
de caso de una empresa argentina: Molinos Río de la Plata. Se concluye que la
empresa tuvo una estrategia dual, basada en los segmentos de graneles y marcas,
y que la evolución de la rentabilidad de Molinos durante el período considerado
nos da algunas claves importantes para comprender el resultado de sus
estrategias. Además, se realizan algunas reflexiones finales respecto a las
limitaciones estructurales de la economía argentina como economía periférica o
dependiente y los nuevos desafíos impuestos por las lógicas de acumulación
global en la industria agroalimentaria.
Palabras clave: Dependencia
económica; Agroindustrias; Empresas.
Abstract: Within
the framework of the debates around the economic transformations during the
period known as post-convertibility, one of the central discussions has
revolved around the nature of the evolution of the Argentine industry and its
reprimarization, and the role of commodity prices in this growth. This work
aims to make a contribution to the debate on the evolution of the
agro-industrial sector in the post-convertibility period, framing it in a
broader discussion about the current forms of economic insertion of Argentina
in the world economy and its potential based on the case study of a Argentine
company: Molinos Río de la Plata. It is concluded that the company had a dual
strategy, based on the bulk and brand segments, and that the evolution of
Molinos' profitability during the considered period gives us some important
keys to understand the result of its strategies. In addition, some final
reflections are made regarding the structural limitations of the Argentine
economy as a peripheral or dependent economy and the new challenges imposed by
the logic of global accumulation in the agri-food industry.
Keywords: Economic
dependence; Agribusiness; Enterprises.
Recibido: 30 de
marzo de 2023
Aprobado: 8 de junio de 2023
Introducción[2]
Durante el período
2003-2015, la economía argentina fue gobernada por Néstor Kirchner y Cristina
Fernández de Kirchner en un período al que la literatura académica denomina
como “posconvertibilidad”. En esos años, la economía creció a altas tasas,
especialmente en el período 2003-2008, después de la fuerte crisis de 2001. En
el marco de los debates en torno a las transformaciones económicas de este
período de la historia argentina, una de las discusiones centrales ha girado
alrededor de la naturaleza de la evolución de la industria argentina y de su
reprimarización, y del rol del precio de los commodities en este
crecimiento. Estas interpretaciones pueden enriquecerse analizando casos
particulares de empresas, considerando con mayor profundidad las estrategias
desplegadas por empresarios para adaptarse y operar en cada circunstancia. Este
trabajo pretende arrojar luz sobre la evolución de una empresa muy relevante
dentro de uno de los sectores industriales más importantes de la economía
argentina: el sector agroalimentario.
Molinos
Río de la Plata es una tradicional empresa agroalimentaria argentina nacida a
principios del siglo XX, inicialmente concentrada en la exportación de commodities, propiedad del grupo
económico Bunge y Born. A lo largo del siglo XX, pudo crecer y diversificarse a
partir de diversas estrategias, adaptándose a los
sucesivos cambios de la economía argentina y desarrollando ventajas
competitivas para sobrevivir y crecer. En el año 1998 fue vendida al grupo
Pérez Companc, ya constituida en una de las más importantes empresas nacionales
de producción de alimentos. Considerando las empresas de mayor facturación en
Argentina en el año 2014, Molinos Río de la Plata ocupó el puesto número 19,
siendo la tercera empresa productora de alimentos y la primera considerando
empresas de capital nacional de ese sector. Además, es una de las principales
empresas exportadoras de Argentina.
Este trabajo pretende realizar un aporte al
debate sobre la evolución del sector agroindustrial en la posconvertibilidad,
enmarcándolo en una discusión más amplia acerca de las formas actuales de
inserción económica de la Argentina en la economía mundial y sus potencialidades.
El objetivo general de este trabajo es comprender la lógica de
acumulación desplegada por Molinos Río de la Plata en el período 2003-2015 en
base a su modelo de negocios y su rentabilidad. Las preguntas que guían nuestra
investigación son: ¿cómo repercutieron en esta empresa las transformaciones
recientes en la economía mundial? ¿existen cambios en la tradicional inserción
exportadora de esta empresa? ¿cuáles fueron las estrategias de rentabilidad
durante en el período analizado? ¿cuáles son las rentabilidades diferenciales
en los distintos segmentos de negocios?
El trabajo se estructura de la siguiente manera. En la segunda sección
se desarrollará brevemente la inserción de Argentina en la economía mundial
como exportadora de alimentos. En la tercera sección se abordarán las
estrategias de Molinos Río de la Plata durante el período analizado en sus dos
segmentos de negocios: graneles y marcas. En la cuarta sección se realizará un
análisis de la estrategia en base a los resultados de rentabilidad de los
balances contables. Por último, se realizan algunas reflexiones finales sobre
las estrategias de la empresa para poder maximizar ganancias en el período
2003-2015 teniendo en cuenta las limitaciones estructurales de la economía
argentina como economía periférica o dependiente y los nuevos desafíos
impuestos por las lógicas de acumulación global en la industria agroalimentaria.
Argentina en la economía mundial como exportadora de agroalimentos
La inserción de Argentina en la economía
mundial ha condicionado su trayectoria de desarrollo. Desde fines del siglo
XIX, Argentina se ha posicionado como una economía centralmente exportadora de
materias primas agrícolas. Si bien hacia la década de 1940 comenzó un proceso
de industrialización denominado por la literatura “Industrialización por
sustitución de importaciones”, este proceso comenzó a tener fuertes
limitaciones y contradicciones. Hacia fines de la década del sesenta y
principios de la del setenta, las características particulares de la dinámica
política, económica y social en el país, junto a las transformaciones en el
contexto internacional que siguieron a la crisis del petróleo, fueron la
condición de posibilidad para la desarticulación del modelo de
industrialización sustitutiva y la instauración de un nuevo modelo de
desarrollo y de inserción económica en el mercado global.
A
nivel regional, a partir de la década del setenta en América Latina se
impulsaron fuertes procesos de apertura y
desregulación de las economías. El eje dinamizador dejó de ser la incorporación
de nuevas actividades tendientes a completar la estructura industrial trunca
-como había sucedido en el período de industrialización por sustitución de
importaciones mencionado- y pasó a estar centrado en exportaciones de
productos primarios o manufacturas básicas. Este proceso dio lugar a una
desigual distribución del ingreso, con un incentivo a la producción e
importación de productos y servicios ligados al consumo de sectores de altos
ingresos y a la difusión en sectores populares de pautas de consumo de países
centrales (Arceo, 2011, p. 206).
En esta línea, en
términos generales, América Latina participa en el comercio mundial como
productoras de bienes primarios y productos ensamblados de bajo valor agregado.[3] En
relación con los mercados
agroalimentarios, estos se transforman, en consonancia con los cambios a nivel
global. Las políticas de desregulación, liberalización y
de ajuste estructural impuestas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional a los países periféricos a partir de la década del setenta
impactaron en el sector
agroalimentario y afectaron a gran parte del andamiaje institucional y
empresarial desarrollado en la etapa anterior. La
evolución de los sistemas agroalimentarios en estos países periféricos
especializados en commodities durante
las últimas décadas está ligada a un conjunto de cambios que, en términos
sintéticos, se relacionan con diversos factores, tanto desde el lado de la
oferta como de la demanda: en primer lugar, cambios en la demanda dados por la creciente
urbanización y el surgimiento de nuevos hábitos alimentarios en países en
desarrollo –principalmente China– y por cambios en los patrones de consumo
masivo de alimentos en los países centrales; en segundo lugar, el crecimiento
de los mercados de biocombustibles y, en tercer lugar, la difusión de nuevos
paradigmas tecnológicos y organizacionales. Además, también tiene influencia la
financiarización de los commodities, que genera inestabilidad en
los precios, afectando los ingresos de los países dependientes de las
exportaciones de estos productos (Cibils y Allami, 2017; FAO, 2017, OCDE- FAO,
2016).
Además,
existe una fuerte
tendencia a la concentración de estos mercados, tanto a nivel de la producción
y comercialización de insumos como de alimentos. En el caso particular de la
industria de alimentos, durante las últimas décadas se ha observado la
consolidación de un conjunto reducido de grandes compañías alimentarias a
nivel mundial, como Nestlé, Kraft Foods Inc., y Unilever, entre muchas otras,
que tienen una influencia creciente a través de la gestión de estrategias de
marcas mundialmente conocidas (ETC, 2015). Es
innegable que existe una tendencia a la concentración del sistema
agroalimentario global, reproduciendo la estructura oligopólica de los mercados
de los países centrales a una escala mundial.
En
Argentina en particular, la evolución de las variables económico-productivas durante
el período 2003-2015 refleja la importancia del cultivo de la soja y su
procesamiento en la producción y exportaciones de nuestro país, con una
exponencial expansión de la frontera agropecuaria y en un contexto de
crecimiento inédito del precio de los commodities y, particularmente,
de la soja. Las agroindustrias explicaron alrededor del 18% del valor bruto de
producción y el 11% del empleo registrado en el sector privado en el año 2016
según el MTEySS. Sin embargo, es importante destacar que, en términos de tasas
de crecimiento del empleo registrado, tanto el sector de agricultura y
ganadería como la industria de alimentos y bebidas tuvieron una generación de
empleo menor a la de la industria manufacturera y la economía en general. En
relación al comercio exterior, las exportaciones de productos primarios y manufacturas
de origen agropecuario (MOA) representaron aproximadamente dos tercios de las
exportaciones argentinas. Los principales productos exportados por la industria
alimentaria en el año 2016 fueron productos de bajo valor agregado, como
residuos de la industria alimentaria, aceites y carnes. Además, el sector agroalimentario en Argentina no ha sido ajeno a
las tendencias generales a la concentración; en efecto, el sector muestra una
dinámica particular que parece reforzar estas tendencias en diferentes
niveles, en especial en exportación y procesamiento de granos, producción de
alimentos y venta minorista. En el caso de la elaboración de alimentos y
bebidas, encontramos un sector controlado en gran medida por grandes
oligopolios formadores de precios, especialmente en los productos lácteos,
cerveza, yerba mate, azúcar, galletitas, panificados y gaseosas, entre otros.
La estrategia de Molinos Río de la Plata en el período 2003-2015[4]
Molinos Río de la Plata es una tradicional empresa agroalimentaria
argentina. En sus inicios, a principios de la década de 1920, pudo crecer de
manera acelerada apoyándose en la exportación de materias primas en un
particular contexto económico-político y en las estrechas relaciones de los
dirigentes locales de Bunge y Born con sus familiares europeos. La empresa se
desarrolló y consolidó en un mercado en expansión; posteriormente, mantuvo una
posición de monopolio y control de sus competidores, como se evidencia en
distintas fuentes de la época (Green y Laurent, 1988; Schvarzer,1989).[5]
A partir la década del
veinte, Molinos buscó complementar su actividad exportadora con una apuesta a
la diversificación de sus actividades a partir de la integración vertical, aprovechando
los productos de la molienda y sus derivados. Si bien el
proceso de diversificación tuvo marchas y contramarchas acompañando las
distintas coyunturas económicas, en base a este doble
modelo de negocios Molinos continuó su expansión durante todo resto del siglo
XX.
Es importante destacar
que Molinos dio muestras de internacionalización desde sus comienzos,
aprovechando oportunidades en otros países de la región a través de la
inversión en mercados que se cerraban para el abastecimiento desde Argentina:
Brasil, Perú, Chile, y posteriormente, EE. UU.
Además, el
proceso de transferencia de Molinos a Pérez Companc hacia fines de la década
del noventa implicó una reestructuración de la empresa y una revisión de sus
estrategias.[6] La nueva gerencia
impulsó una fuerte reducción de costos -especialmente de salarios- y el aumento
del peso de su negocio de graneles en el exterior, además de consolidar su
posición en algunos segmentos de alimentos. Así, la empresa se centró en un
modelo de negocios dual: por un lado, venta de graneles (commodities);
por otro lado, la venta de alimentos con marcas comerciales, como veremos a
continuación.
El negocio de graneles ha
tenido un rol fundamental en la empresa durante el período considerado. A
partir de la compra de Pecom Agra a Pérez Companc, y coincidiendo con el ciclo
de aumento de precios de la soja, Molinos se consolidó como uno de los
principales exportadores de soja del país y, principalmente, de sus derivados.[7]
Así, en el año 2003, Molinos Río de la Plata busca completar el
“redireccionamiento estratégico” que inició en el año 2002, cuando anticiparon
a sus accionistas que la empresa pondría especial énfasis en la exportación y
en el aumento de la generación de fondos en divisas, como respuesta a la
recesión del mercado interno y a la volatilidad de las variables
macroeconómicas en la Argentina.[8]
En
este sentido, el ingreso en el rubro graneles se plantea como complemento al
negocio de marcas en el mercado interno, afectado por los ciclos de la economía
argentina. Sin embargo, las ganancias en el segmento de graneles están
determinadas por el precio internacional y las retenciones a las
exportaciones, y tienen menor margen de ganancia que el segmento de marcas en
la mayor parte del período analizado. En el segmento de graneles, Molinos Agro
comienza a ofrecer originación, materias primas para la alimentación animal
-provenientes de los procesos de molienda del poroto de soja-, biodiesel y
exportaciones a granel (Molinos Agro, 2013).
De las 202.000 mil toneladas de capacidad teórica diaria que tenía
Argentina al año 2015, el 78% de la misma se encontraba localizada en la zona
del Gran Rosario, en la Provincia de Santa Fe, en donde se localizaban 20
plantas industriales con una elevadísima capacidad de procesamiento. Las
plantas de mayor capacidad de trituración teórica individual eran Terminal 6
S.A., San Lorenzo -de Molinos Río de la Plata- y la de Renova S.A. en Timbúes,
con una capacidad aproximada de 20.000 toneladas diarias cada una.
Con
relación a las exportaciones de soja y sus derivados, en el año 2002,
previamente a la compra de Pecom Agra, la participación de Molinos Río de la
Plata en las exportaciones de porotos de soja y derivados era de alrededor del
2-3%, mientras que la de Pecom Agra era de 6% y 7% en pellets y aceite de soja
respectivamente. Con la compra de Pecom Agra, su participación se incrementa en
esos porcentajes, pasando a ser una de las principales cinco exportadoras de
este rubro, participación que se mantuvo relativamente constante. Como se
evidencia en el Cuadro 1, en el año 2016 Molinos
era el sexto exportador de aceite de soja y el séptimo exportador de harina de
soja. En relación a los granos de soja sin procesar, la empresa mantuvo una
participación relativamente constante (2%) en el total exportado, con alrededor
de 139.000 toneladas en el año 2016.
Cuadro 1: Principales exportadores de aceite de
soja, harina de soja y granos, 2016 (en toneladas y como porcentaje del total)
Aceite |
|
Harina |
Granos |
|||||
toneladas |
% |
toneladas |
% |
toneladas |
% |
|||
Vicentin SA |
887.901 |
15% |
Vicentin |
4.879.552 |
15% |
Dreyfus |
1.054.259 |
12% |
Aceitera Gral Dehez SA |
850.392 |
14% |
Aceitera Gral. Deheza |
4.817.932 |
15% |
Bunge |
891.991 |
10% |
Cargill SA |
772.076 |
13% |
Bunge Argentina |
3.980.421 |
13% |
A.D.M. |
842.397 |
9% |
Bunge Argentina SA |
635.913 |
10% |
Cargill |
3.512.461 |
11% |
Toepfer |
837.321 |
9% |
Oleaginosa Moreno Hnos. SA |
627.242 |
10% |
Oleag. Moreno |
3.137.167 |
10% |
A.C.A. |
748.928 |
8% |
Molinos Río de la Plata SA (1) |
565.136 |
9% |
LDC Argentina SA |
2.715.941 |
9% |
Cargill |
630.515 |
7% |
Nidera SA |
451.516 |
7% |
Mol. Río de la Plata (1) |
2.525.001 |
8% |
Nidera |
573.698 |
6% |
Noble Argentina SA |
377.142 |
6% |
Nidera Arg. |
1.713.332 |
5% |
A.F.A. |
508.722 |
6% |
LDC Argentina SA |
333.104 |
5% |
Noble Arg. |
1.583.097 |
5% |
Amaggi |
444.588 |
5% |
YPF SA |
130.611 |
2% |
YPF |
654.659 |
2% |
Chs De Argentina |
278.548 |
3% |
Cia. Argentina de Granos |
121.512 |
2% |
Cia. Argentina de Granos |
471338 |
1% |
Molca |
271.716 |
3% |
Agricultores Federados Arg. SCL |
108.982 |
2% |
A.F.A. |
403.032 |
1% |
Noble |
256.392 |
3% |
Molino Cañuelas SA |
77.983 |
1% |
Molino Cañuelas SA |
345.052 |
1% |
Mercantil Comercial |
250.374 |
3% |
Asoc. de Coop. Arg. SCL |
68.820 |
1% |
BTG Pactual |
260.029 |
1% |
Cofco |
241.041 |
3% |
BTG Pactual Commodities (Arg) SA |
41.000 |
1% |
A.C.A. |
242.500 |
1% |
Engelhart |
230.892 |
3% |
Amaggi Argentina SA |
18.420 |
0% |
Paramerica SA |
180.758 |
1% |
Trans Agro |
180.249 |
2% |
Oleaginosa San Lorenzo SA |
11.592 |
0% |
Amaggi Argentina SA |
83.075 |
0% |
Oleaginosa Moreno |
162.575 |
2% |
Subtotal |
6.079.342 |
98% |
Subtotal |
6.079.342 |
98% |
Molinos Rio De La Plata |
138.957 |
2% |
Resto |
43.774 |
2%% |
Resto |
43.774 |
2%% |
Resto |
383.859 |
4% |
Total |
6.123.116 |
100% |
Total |
31.684.287 |
100% |
Total |
8.927.022 |
100% |
(1) Incluye Molinos Agro
Fuente: Elaboración propia
en base a CIARA (2019) y Subsecretaría de Mercados Agropecuarios (2019).
Marcas
El negocio de marcas en
el mercado interno fue la segunda columna fundamental de la estrategia de
Molinos en el período considerado. En particular, Molinos buscó apoyar su negocio
de marcas en segmentos en los que pudiera tener posición de fuerte liderazgo.
En el mercado externo comercializan solo tres productos: aceites,
vinos y pastas. Desde el punto de vista de la facturación, el mercado externo
de marcas es relativamente marginal para Molinos, representando menos del 5% de
su facturación. En el Cuadro 2 se presentan las compras de Molinos referidas al
segmento marcas en el período 1999-2015.
Cuadro 2: Compras de
Molinos vinculadas a marcas en el mercado interno,
1999-2015
Empresa |
Segmento |
Ganancia cuota mercado |
|
1999 |
Betty Crocker |
premezcla tortas |
15% |
1999 |
Marcas de pastas y harinas fraccionadas de Cargill (Letizia,
Olímpico, Eggio, Regio y Toay). |
pastas y harinas[9] |
3% (pastas secas)
y 2,6% (harinas fraccionadas) |
2000 |
Good Mark |
hamburguesas |
25,70% |
2000 |
Fagnani Hnos. S.A.I.C.F.I., |
pastas |
3% del mercado de
pastas secas |
2001 |
Pastas del Plata (Lucchetti Argentina) |
pastas |
11% del mercado de
pastas secas |
2001 |
Fritolim |
aceite
antiadherente |
1% |
2003 |
Los Robles |
frutas y vegetales
congelados |
s/d |
2003 |
Nieto Senetiner |
vino |
s/d |
2004 |
Minerva |
jugo de limón |
s/d |
2007 |
Grupo Estrella S.A.[10]
Marcas: arroz Gallo, yerba Cruz de Malta, café soluble Arlistán y polvos chocolatados
con las marcas Toddy y Zucoa. |
arroz, yerba, café
y polvos chocolatados |
15,3% (arroz
Gallo) 20,4 % (café
soluble Arlistán) |
2007 |
Virgilio Manera |
pastas mercado
local y para exportación |
4% |
2008 |
Compañía Alimenticia de los Andes S.A. |
golosinas |
s/d |
2012 |
Joralfa |
alfajores de arroz |
83% de mercado de
alfajores de arroz |
2014 |
Marcas Don Felipe, Vizzolini[11], Terrabusi y Canale |
pastas |
7,55% del mercado
de pastas secas |
2015 |
Ruca Malen |
vino |
4,50% |
Fuente: Elaboración
propia en base a Molinos Río de la Plata (2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008,
2009, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015) e informes de la Comisión Nacional de
Defensa de Competencia (2001a, 2001b, 2001c, 2003, 2017a y 2017b).
En el cuadro expuesto se evidencia que Molinos buscó posicionarse en
segmentos en los que podía tener una participación relevante, adquiriendo
marcas estratégicas para ampliar su cuota de mercado. En este sentido, la
diferenciación sería la clave de la ganancia en el mercado, debido a que es un
mercado con bajas barreras a la entrada y maquinarias relativamente baratas.
En esta línea, las ventas de marcas se dieron en segmentos en los que Molinos
no pudo mantener o alcanzar una posición dominante en el mercado.
En el año 2010 plantean como nueva estrategia la consolidación de
productos saludables y nutritivos y destacan que existe una tendencia a la
caída en el consumo de carne, que es reemplazada por otros productos como
pastas y arroz (Molinos Río de la Plata, 2011, p. 8).[12]
A partir de los datos recabados de diversas fuentes, podemos realizar
una cuantificación de la ganancia de los principales segmentos:
Cuadro 3: Participaciones
de Molinos en distintos segmentos del mercado de alimentos, años seleccionados
Fideos |
La participación de Molinos en el mercado
de pastas secas en facturación pasó de 19,8% en 1999 a 57% en el año 2015
-considerando la incorporación de las marcas de Mondelez-, por lo cual el
incremento fue de 31,2 puntos porcentuales. Este crecimiento está explicado
por la incorporación en el portfolio de diversas marcas líderes,
fundamentalmente Luccheti, Don Vicente y las marcas de Mondelez (Don Felipe,
Terrabusi y Canale). |
Aceites |
La participación de Molinos en el mercado
de aceites tradicionales cayó durante el período analizado, pasando de 48% en
1999 a 25% en 2013, perdiendo 23 puntos Sin embargo, se mantiene como una de las
empresas líderes. En el año 2013, ocupó el segundo lugar en volumen de venta
de aceite envasado (25%) después de Molinos Cañuelas (26% del total del
mercado) y el primer lugar en términos de facturación (27% del total facturado). |
Yerba mate |
La participación de Molinos en el mercado
de yerba mate se mantuvo relativamente
constante, pasando de 15,2% del mercado en 1999 a 14,7% en 2017, a pesar de
la adquisición de la marca “Cruz de Malta” en 2007. |
Arroz |
Molinos tenía una participación de 11,4%
en 1999 y en el año 2015 sólo Luchetti y Gallo sumaban el 25,9%; la
participación sobre el mercado aumentó 14 puntos porcentuales a partir de la
compra de esas dos empresas. |
Premezcla para tortas |
La marca Exquisita aumentó su cuota de
mercado en 17 puntos porcentuales entre el 2006 y el 2015. |
Jugo de limón |
Su participación en el mercado aumentó de
53% en 2004 a 71% en 2010, lo que representó un avance de 18 puntos
porcentuales en solo 6 años. |
Hamburguesas |
Solo con la compra de Good Mark, la
participación de Molinos pasa de 11,3% en 2000 a 37% del mercado en 2002, lo
que representa un avance de 25,7 puntos porcentuales. Sin embargo,
posteriormente la participación de Good Mark en el mercado cae a 8% en 2007,
por lo que Molinos decide su venta en el año 2015. |
Fuente: Elaboración
propia en base a Molinos Río de la Plata
(2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015) e informes de la Comisión Nacional de Defensa de Competencia (2001a,
2001b, 2001c, 2003, 2017a y 2017b)
Resultados de la
estrategia: ventas en el mercado interno, exportaciones e importaciones
El primer aspecto
destacado es la composición de las ventas internas y externas de la empresa.
Durante el período 2003-2015, Molinos aumentó considerablemente la
participación de sus exportaciones como porcentaje de las ventas totales. Como
se observa en el Gráfico 1, mientras en la década del noventa las ventas
externas representaban aproximadamente el 30%, en el período 2003-2015 pasan a
representar el 60% en promedio. En particular, en el año 2003 se produce un
salto muy considerable en la composición de las exportaciones sobre el total de
las ventas.
Gráfico 1: Exportaciones
como porcentaje de las ventas totales de Molinos Río de la Plata, años
1991-2015
Fuente: Elaboración propia en base a Molinos Río de la Plata (1991, 1992, 1993, 1994, 1995, 1996, 1997,
1998, 1999, 2000, 2001, 2002, 2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010,
2011, 2012, 2013, 2014, 2015)
Respecto
a las ventas de marcas y graneles, la participación de la venta de graneles a
los mercados externos es la que tiene más peso relativo durante todo el
período, explicando entre el 53% y el 67% de las ventas de Molinos, en muchos
años más que duplicando las ventas correspondientes a “marcas.[13]
La venta de productos de marca en el mercado externo es marginal, representando
únicamente el 3% en promedio de las ventas totales (Gráfico 2).
Gráfico 2: Composición de
las ventas de Molinos Río de la Plata, 2003-2018 (en porcentaje)
Nota: Corresponde al balance no
consolidado.
Fuente: Elaboración propia en base a Molinos Río de la Plata (2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009,
2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015)
Molinos fue una de las principales empresas exportadoras del país en
el período 2003-2015.[14]
En base a información de la Dirección General de Aduanas podemos realizar un
análisis de exportaciones por producto. En los Cuadros 4 y 5 se presentan las exportaciones de Molinos en
el año 2000 y en el año 2012, respectivamente.
Como sucedió durante toda la historia de la empresa, las exportaciones de Molinos en el período considerado fueron en su
mayoría productos primarios o manufacturas de origen agropecuario con escaso
valor agregado. En el año 2000, el 73% de las ventas externas de Molinos
correspondieron a distintos tipos de aceites (soja, girasol, maíz); así,
Molinos encabezó el ranking de exportadores de dicho producto con una
participación superior al 55% del total exportado (balance 2000 MRP) (Cuadro
4).
Cuadro 4: Exportaciones
de Molinos, año 2000 (en dólares FOB y porcentajes)
Descripción |
Total |
Porcentaje |
Aceites refinados de girasol, cartamo y
algodón |
59.319.977 |
36% |
Aceites en bruto de girasol, cartamo y
algodón |
49.354.534 |
30% |
Tortas, harinas y pellets de girasol |
24.728.438 |
15% |
Aceite de soja refinado |
8.595.146 |
5% |
Mezclas o preparaciones alimenticias de
grasas o aceites |
8.396.386 |
5% |
Aceite de maíz refinado |
3.461.112 |
2% |
Pastas no rellenas |
2.965.234 |
2% |
Ácidos grasos monocarboxilicos
industriales |
1.697.984 |
1% |
Harina de trigo |
791.953 |
0,50% |
Moldes para caucho o plástico |
600.000 |
0,40% |
Resto |
3.610.055 |
2,20% |
Total |
163.520.820 |
100% |
Fuente: Elaboración propia en base a Dirección General de Aduanas
(2013).
En el año 2012 se observa un mayor peso de la exportación de soja y
sus derivados, explicado por el aumento del precio internacional de ese commodity. El 92% de las exportaciones
de Molinos en el año 2012 son harina y pellets de soja (70%), aceite de soja
sin refinar (12%) y biodiesel y sus mezclas (10%).
Cuadro 5: Exportaciones
de Molinos, 2012 (en dólares FOB y porcentajes)
Descripción |
Total |
Porcentaje |
Harina y pellets de soja |
151.142.582 |
70% |
Aceite de soja sin refinar |
26.792.566 |
12% |
Biodiesel y sus mezclas |
20.605.798 |
10% |
Salvado y demás residuos de leguminosas |
6.272.146 |
3% |
Maíz |
3.904.155 |
2% |
Mezclas o preparaciones alimenticias de
grasas o aceites |
2.269.196 |
1% |
Vino de uvas no espumoso |
1.263.555 |
1% |
Tortas, harinas y pellets de girasol |
1.106.556 |
1% |
Pastas no rellenas |
750.669 |
0,30% |
Aceite de oliva virgen |
476.403 |
0,20% |
Resto |
907.318 |
0,40% |
Total |
215.490.944 |
100% |
Fuente: Elaboración propia en base a datos a Dirección General de
Aduanas (2013).
Respecto
a las importaciones, Molinos Río de la Plata importó tanto insumos como bienes
de capital durante todo el período objeto de estudio. En el Cuadro 6 se
presentan desagregadas las importaciones del año 2011 a 6 dígitos del
Nomenclador Común Mercosur (NCM). En 2011 –año en el que se registra el mayor
monto de importaciones en dólares del período, casi 68 millones de la moneda
norteamericana–, la mayor parte de las operaciones corresponde a carnes
congeladas (31%), distintos tipos de máquinas (16%), café (10%), enzimas (6%)[15] y
abono (4%).
Cuadro 6: Importaciones
de Molinos, 2011 (en dólares CIF y porcentajes)
NCM |
Descripción |
Total |
% |
0207.14 |
Carne y despojos comestibles, de aves-
Trozos y despojos, congelados |
11.312.921 |
16% |
0203.29 |
Carne porcina congelada |
10.338.853 |
14% |
8438.10 |
Máquinas y aparatos para panadería,
pastelería, galletería o la fabricación de pastas alimenticias |
7.233.709 |
10% |
0901.11 |
Café |
7.374.577 |
10% |
3507.90 |
Enzimas |
3.794.046 |
5% |
3824.90 |
Preparaciones aglutinantes para moldes o núcleos
de fundición; productos químicos y preparaciones de la industria química o
de las industrias conexas |
3.409.988 |
5% |
3105.30 |
Abono |
2.948.384 |
4% |
3917.10 |
Tubos y accesorios de tubería |
2.751.575 |
4% |
1805.00 |
Cacao en polvo |
1.906.170 |
3% |
8428.39 |
Máquinas y aparatos de elevación, carga,
descarga |
1.264.276 |
2% |
8479.89 |
Maquinarias |
1.286.974 |
2% |
8438.90 |
Máquinas y aparatos para la preparación o
fabricación industrial de alimentos o bebidas |
882.499 |
1% |
|
Resto |
17.218.558 |
24% |
Total |
71.722.530 |
100% |
Fuente: Elaboración propia en base a Dirección General de Aduanas
(2013).
En
definitiva, en base a la información de las importaciones de la empresa,
encontramos que importa bienes de capital (maquinarias), productos primarios (carnes,
café) e insumos industriales (abonos, enzimas, PET, entre otros).
La evolución de la
rentabilidad es fundamental para comprender la estrategia de negocios de
Molinos. Según se observa en el Gráfico 3, el resultado bruto tiene
una evolución positiva durante todo el período. En base a estos datos,
parecería que operativamente la empresa evoluciona de manera favorable durante
el período analizado, y de manera similar a la industria alimentaria.[16]
Gráfico 3: Resultado
bruto como porcentaje del patrimonio neto, Molinos Río de la Plata, y del total
de la industria de alimentos, 2003-2015
Fuente: Elaboración propia en base a Molinos Río de la Plata (2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009,
2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015) y AFIP (2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013,
2014, 2015).
Sin
embargo, el análisis contable de los balances de las empresas no considera la
actualización del valor de los activos fijo. Así, edificios, maquinarias e
instalaciones, están valuados al costo histórico; por este motivo, están
subvaluados en los balances. Para generar una aproximación más realista al
valor de los activos fijos de Molinos Río de la Plata, se consideró el valor
asegurado de los mismos en los respectivos balances. Realizando este ajuste, es
decir, considerando el valor corriente de los bienes de uso, la evolución del
resultado bruto presenta algunas diferencias, tal como se observa en el
Gráfico 4. El resultado bruto como porcentaje del patrimonio neto se incrementa
hasta el año 2008, a partir del cual se mantiene relativamente constante y
comienza una tendencia descendente a partir del 2011.
Gráfico 4: Resultado
bruto como porcentaje del patrimonio neto ajustado, Molinos Río de la Plata,
2003-2015
Fuente: Elaboración propia en base a Molinos Río de la Plata (2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009,
2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015) y AFIP (2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013,
2014, 2015).
El resultado neto (o
rentabilidad integral) ajustado según el valor corriente de los bienes de uso
se presenta en el Gráfico 5:
Gráfico 5: Rentabilidad
integral como porcentaje del patrimonio neto ajustado, Molinos Río de la Plata,
2003-2015
Fuente: Elaboración propia en base a Molinos Río de la Plata (2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009,
2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015).
La evolución de la rentabilidad como porcentaje del patrimonio neto
ajustado muestra que la mayor rentabilidad del período se da con el ciclo de
aumento del precio de los commodities. En efecto, Molinos pudo
aprovechar esta coyuntura con sus exportaciones de graneles. En 2007 la
rentabilidad se cuadruplica con relación al año 2006. Posteriormente, si bien
cae, en función de los resultados financieros negativos, se mantiene en valores
relativamente elevados en comparación a los primeros años del período objeto
de estudio.
En
2014 y 2015 los resultados financieros mejoran como consecuencia de una política
de desendeudamiento de la empresa, lo cual explica el aumento de la
rentabilidad respecto a 2012 y 2013. La rentabilidad promedio del período fue
de 5,2%.[17]
El
margen de ganancia –medido como resultado neto como porcentaje de las ventas
totales– muestra una tendencia similar a la tasa de ganancia. Como se observa
en el Gráfico 6, el margen de Molinos crece alcanzando un máximo en el año
2007; posteriormente, cae explicado por el aumento de los resultados
financieros negativos y vuelve a crecer desde 2014. En el año 2015 el margen de
ganancia de Molinos supera al promedio de la industria de alimentos.
Gráfico 6: Resultado neto
como porcentaje de las ventas totales, Molinos Río de la Plata y del total de
la industria de alimentos, 2003-2015
Fuente: Elaboración propia en base a Molinos Río de la Plata (2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009,
2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015) y AFIP (2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013,
2014, 2015).
Otra
variable fundamental para comprender la evolución de la rentabilidad de Molinos
es el aporte de las marcas y los graneles a la rentabilidad. Como se observa en
el Gráfico 7, graneles tiene un EBIDTA (beneficios antes de intereses,
impuestos, depreciación y amortización) mayor a marcas en 2003 y entre 2007 y
2011. A partir del año 2012, se da una tendencia contraria: las marcas de
Molinos tienen un EBIDTA más elevado. El aporte fundamental de graneles con
relación a la rentabilidad se da en el auge del precio de las commodities
en el año 2007; luego desciende con la caída de estos precios a partir del año
2012.[18]
Gráfico 7: EBIDTA marcas
y EBIDTA graneles, 2003-2015 (en porcentaje del patrimonio neto total ajustado)
Fuente: Elaboración propia en base a Molinos Río de la Plata (2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009,
2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015).
Con
relación a las marcas, el aporte de estas se mantiene relativamente estable
como porcentaje del patrimonio neto ajustado. Según se expone en los balances,
durante gran parte del período el aumento de la rentabilidad se explica por la
mejora del resultado operativo de primeras marcas; esto se da en los años 2005
–mayor participación del mercado, volumen y margen–, 2009 –aumento de venta de
primeras marcas– y 2010 –mejoras de resultados de las Bodegas Nieto Senetiner–.
Por
último, analizamos la relación entre el EBIDTA y las ventas de cada segmento.
Como se observa en el Gráfico 8, el ratio EBIDTA/ventas de graneles es menor
durante todo el período al de marcas. Esto se explica, como ya fue señalado,
por el menor margen de ganancias de los commodities –no diferenciados–
respecto a los productos de marcas –con alguna diferenciación–.
Gráfico 8: EBIDTA marcas
y EBIDTA graneles como porcentaje de las ventas de cada segmento, 2003-2015
Fuente: Elaboración propia en base a Molinos Río de la Plata (2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009,
2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015).
En
base al análisis realizado, se observa que buena parte de la rentabilidad de
Molinos Río de la Plata durante el período considerado estuvo relacionada con
los resultados de graneles, en un contexto de fuerte crecimiento de los
precios de los commodities. Sin embargo, este crecimiento no pudo
compensar los resultados negativos por pago de intereses en 2013, generando un
resultado neto negativo.
Reflexiones finales
Finalmente, realizaremos
algunas reflexiones sobre nuestro estudio de caso. Es importante destacar que,
en el período analizado, el crecimiento de la empresa estuvo basado en
distintas estrategias. Por un lado, la empresa se orientó a tener un segmento de
negocios dedicado a commodities y
pudo aprovechar el boom de los precios a partir del aumento de su
capacidad de procesamiento de granos. Respecto a las exportaciones, se observa
un fuerte peso de la exportación de soja y sus derivados –el 92% de las exportaciones
de Molinos en el año 2012 fueron harina y pellets de soja, aceite de soja sin
refinar y biodiesel–. En el año 2016 Molinos era el sexto exportador de aceite
de soja y el séptimo exportador de harina de soja del país. Así, logró
incrementar sus exportaciones, lo que le permitió contrarrestar los ciclos
negativos del mercado interno y lograr altas rentabilidades.
Por otro lado, en el
mercado interno, el esfuerzo de la
empresa estuvo orientado a conseguir posiciones oligopólicas en distintos
mercados, a través de la diferenciación de productos. Molinos compró diversas
empresas y marcas vinculadas a distintos segmentos como pastas, hamburguesas,
aceite antiadherente, vino, jugo de limón, arroz, yerba, entre otros. Además,
la empresa buscó diferenciar productos generando distintas variedades. En el segmento de pastas, en particular,
logró ganar una enorme cuota de mercado gracias a las compras de otras marcas,
alcanzando una participación de 51% de la facturación del mercado de pastas
secas en 2015.
La evolución de la
rentabilidad de Molinos durante el período considerado nos da algunas claves
importantes para comprender el resultado de sus estrategias. En particular, la
evolución de la rentabilidad en relación al patrimonio neto ajustado muestra que
la mayor rentabilidad corresponde al ciclo de aumento del precio de los commodities.
En efecto, Molinos pudo aprovechar esta coyuntura con sus exportaciones de
graneles; en 2007, la rentabilidad se cuadruplica en relación al año 2006,
pasando de 4% a 16%. Posteriormente, si bien cae, se mantiene en valores
relativamente elevados en comparación a los primeros años del período objeto
de estudio. En esta línea, el ratio EBIDTA sobre patrimonio neto ajustado de
graneles superó al de marcas en el período 2008-2012. Respecto a la relación
EBIDTA sobre las ventas de cada segmento, el ratio correspondiente a graneles
es menor durante todo el período al de marcas. Esto se explica, como ya fue
señalado, por el menor margen de ganancias de los commodities (no
diferenciados) respecto a los productos de marcas (con alguna diferenciación);
sin embargo, el mayor volumen de ventas explica su resultado sobre la rentabilidad
total.
Nuestra
investigación nos permite realizar algunas reflexiones generales vinculadas a
las limitaciones estructurales de la economía argentina como economía
periférica o dependiente y los nuevos desafíos impuestos por las lógicas de
acumulación global en la industria agroalimentaria. Algunas consideraciones
finales vinculadas a esta cuestión y preguntas abiertas para futuras
investigaciones se desarrollan a continuación.
En
primer lugar, nuestros resultados reflejan que Molinos es una empresa cuya rentabilidad
dependió, en el período considerado, del precio de los commodities. La
empresa aumentó sustancialmente el peso de la exportación de soja y derivados
de soja en el total exportado, en consonancia con la composición de las
exportaciones argentinas. En este sentido, podemos ver a nivel empresa una
problemática que se replica en la dimensión macroeconómica: la dependencia que
tiene el complejo exportador de las commodities agrícolas –en especial,
de la soja–, lo que refleja una dependencia estructural de la economía
argentina. Así como Molinos pudo sostener rentabilidades positivas
fundamentalmente por el incremento de exportaciones del complejo sojero, el
superávit comercial argentino durante el período 2003-2014 estuvo explicado
fundamentalmente por exportaciones de bienes primarios que permitieron sostener
el crecimiento de la economía.
En esta misma línea, encontramos que el contenido y el monto de las
importaciones de la empresa son datos importantes considerando que realiza
actividades básicas de manufactura –molienda y producción de alimentos–. El
peso de las importaciones de bienes de capital sobre el total invertido y el
total de importaciones de insumos (tanto productos primarios como bienes
industriales) pueden darnos ciertos indicios sobre la falta de eslabonamientos
a nivel nacional y, por lo tanto, del limitado impacto sobre la estructura
industrial de una empresa como Molinos Rio de la Plata. Considerando, además,
que no hubo indicios de un incremento de la inversión en investigación y
desarrollo –excepto en el desarrollo de nuevas variedades de productos– y los
límites que enfrenta el financiamiento de su inversión, no hay dudas de que
Molinos es la expresión, dada su condición de liderazgo, de la dependencia
tecnológica de gran parte de la industria argentina.
Este
fenómeno es la contracara de las limitaciones del sector industrial no solo en
superar la dependencia de insumos y bienes de capital importados, sino también
de generar complejos exportadores que puedan aportar divisas para resolver el
histórico problema de la restricción externa. Además, los límites al
financiamiento de la inversión están vinculados a la poca profundidad del
mercado de capitales locales y del mercado de crédito bancario con destino a la
producción, características que se replican en la mayoría de las economías periféricas
o dependientes.
Un segundo aspecto que consideramos relevante destacar tiene que ver
con las perspectivas del modelo de negocios de las empresas agroindustriales
argentinas. Estas perspectivas tienen
que analizarse a la luz de los cambios en los patrones de consumo a nivel
global y, como planteaban los dependentistas, la tendencia general es doble: diferenciar
y segmentar el consumo y la sociedad. La
industria de consumo masivo a nivel global se está transformando: crece la
importancia de las marcas propias, surgen nuevos patrones de consumo
diferenciados y novedosos canales de comercialización –principalmente e-commerce–, etc. Estos cambios generan
grandes desafíos para las empresas de los países periféricos o dependientes
respecto a la exportación de productos con destino a los mercados de los países
centrales. En el caso de Molinos, sus
perspectivas de crecer e internacionalizarse parecerían depender de su
capacidad de seguir diferenciando productos.
Así, nuestro estudio de caso nos revela claves importantes para
profundizar la comprensión de esta
nueva etapa, en la cual las nuevas lógicas del capital global determinan
que, en mercados que crecen poco, el rol del capital intangible
–principalmente, en el caso de las empresas del sector agroindustrial de países
periféricos o dependientes, a través de marcas– pasa a ser fundamental
fraccionando los mercados y diferenciando productos. Considerando que una
consecuencia del papel asignado al sector agroindustrial es el objetivo de
transformar a nuestro país en el “supermercado del mundo” –y sin entrar en el
análisis detallado de las consecuencias de nuestra especialización, sobre lo
que hay una extensa bibliografía– el trabajo buscó aportar, por las
características de la empresa elegida, elementos para evaluar la razonabilidad
de este objetivo.
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Molinos Río de la Plata (2008). Molinos Río de la Plata s.a.
Memoria y Balance 2008.
Molinos Río de la Plata (2009). Molinos Río de la Plata s.a.
Memoria y Balance 2009.
Molinos Río de la Plata
(2010). Molinos Río de la Plata s.a. Memoria y Balance 2010.
Molinos Río de la Plata (2011). Molinos Río de la Plata s.a.
Memoria y Balance 2011.
Molinos Río de la Plata (2012). Molinos Río de la Plata s.a.
Memoria y Balance 2012.
Molinos Río de la Plata (2013). Molinos Río de la Plata s.a.
Memoria y Balance 2013.
Molinos Río de la Plata (2014). Molinos Río de la Plata s.a.
Memoria y Balance 2014.
Molinos Río de la Plata (2015). Molinos Río de la Plata s.a.
Memoria y Balance 2015.
OCDE-FAO (2016) Perspectivas
agrícolas 2016-2025. OCDE.
Paz, R. (1939). El grupo Bunge y Born en la economía nacional. Revista
Argumentos.
Schvarzer, J. (1989). Bunge & Born: Crecimiento y
diversificación de un grupo económico. Buenos Aires: CISEA-GEL.
Subsecretaría de Mercados Agropecuarios, Ministerio de Producción y
Trabajo (2019). Exportaciones.
https://www.magyp.gob.ar/sitio/areas/ss_mercados_agropecuarios/exportaciones/
[i]
Universidad Nacional de General Sarmiento, Instituto de Industria, Área de
Economía Política. ORCID 0000-0001-5896-4476, callami@campus.ungs.edu.ar
[2]
Este trabajo está basado en las conclusiones principales de mi tesis doctoral,
ver Allami, 2020.
[3]
Si bien puede parecer que América del Sur está relativamente al margen de las
redes mundiales de producción, la economía de la subregión se encuentra, de
hecho, muy internacionalizada, con inversionistas extranjeros que juegan un
papel preponderante en la manufactura, los servicios, los recursos naturales y
el sector financiero (Medeiros y Trebat, 2018, p. 200).
[4]
Respecto a la literatura sobre la historia de Molinos Río de la Plata, la
información de la empresa referida a sus períodos en tanto propiedad de Bunge y
Born como de Pérez Companc, es relativamente limitada. En gran parte de la
literatura sobre Bunge y Born se hace referencia a esta dificultad; por
ejemplo, ya en el año 1939, Paz señala que: “Idéntica antipatía a la publicidad
se descubre en Bunge y Born. Muy poco se sabe sobre sus dueños. El más poderoso
de sus accionistas, Alfredo Hirsch, es menos conocido que el más humilde
rematador de barrio. Reducido número de los varios miles de personas que
trabajan para él llegan a conocerlo, ni aún de nombre. El que le sigue en
importancia, Jorge Oster, será seguramente recordado por aquellos que vieron en
los diarios las fotografías y leyeron las crónicas del fastuoso casamiento de
su hija con un príncipe francés […] Pero donde el hermetismo es más riguroso,
es en lo relacionado a las empresas. Es tan cuidado el sistemático
ocultamiento, que en su sede central, 25 de Mayo 515, donde tienen sus oficinas
varias decenas de compañías filiales, el tablero indicador solo da el nombre de
una de ellas”. (1939, p. 312)
[5]
Sobre la historia de Molinos en el siglo XX, veáse también Anaya Franco (1997),
Bozzo y Mendoza (1974), Ceva (2010), Cuesta y Newland (2016) y Paz (1939).
[6]
Molinos Río de la Plata S.A. es la principal empresa del Grupo Molinos. Hasta
el año 2008 los accionistas controlantes del Grupo Molinos eran PCF S.A. en un
39,8% -sociedad controlada por J. Gregorio Pérez Companc- y el propio J.
Gregorio Pérez Companc, que poseía el 23,9% de las acciones. A partir del año
2009, el controlante principal pasó a ser PCF S.A. con un 75% de las acciones.
Además, impulsó la creación de una nueva sociedad denominada Santa Margarita
con sede en Delaware. Santa Margarita estaba conformada, a su vez, en dos
partes: el 35% era aportado por los hijos de Gregorio Pérez Companc por
separado y el 65% por los hijos en conjunto.
[7]
Pecom Agra era empresa dedicada al procesamiento y comercialización de soja.
[8]
En el balance de la empresa del año 2003 se señala que “Esta nueva
configuración implica participar de dos negocios en mercados distintos y
sometidos a riesgos diferentes, siendo que la empresa posee el necesario know-how
para operar en ambos. De esta manera, Molinos estará en mejor posición para
atravesar los ciclos de auge y recesión que caracterizan a la economía
argentina, presentes y futuros, disminuyendo el nivel de riesgo de los
emprendimientos económicos y comerciales que dependen en forma preponderante
del mercado nacional” (Molinos Río de la Plata, 2003, XI).
[9] Respecto al
rubro de harinas, en septiembre de 1999 comenzó a operar una nueva sociedad
–Trigalia S.A.– en el mercado de harinas industriales. Esta sociedad tenía como
accionistas a Molinos y Cargill S.A. con participaciones accionarias del 35% y
65% respectivamente. Molinos mantuvo el negocio de harinas fraccionadas bajo
las marcas “Blancaflor” y “Favorita”, ambas marcas líderes dentro de este
mercado y redujo su exposición a las harinas industriales.
[10]
Estrella tenía nueve fábricas con una dotación de 900 personas, y facturaba 91
millones de dólares anuales.
[11]
Posteriormente Molinos es obligada a vender Vizzolini. Se concreta la venta a
Bonafide, propiedad de Carozzi.
[12]
Según el balance 2011, el consumo
de carne cayó casi 10 kilos por persona por año entre los años 2009 y 2011.
[13] Los porcentajes correspondientes al balance consolidado del grupo Molinos
son similares a los de la empresa, con algunas pequeñas variaciones en los
porcentajes.
[14]
Sobre las principales empresas exportadoras argentinas en el período
considerado, véase Schorr y Wainer (2016).
[15]
En la industria alimentaria se utilizan enzimas con distintos fines; en su
mayoría, estas enzimas son importadas.
[16] Las
estimaciones de la industria alimentaria se realizaron en base a la información
proporcionada por AFIP en los balances anuales. Se consideraron las
presentaciones de las empresas que realizan declaración de pago de impuesto a
las ganancias.
[17] Además,
en el año 2015 tuvo resultados no ordinarios que le permitieron aumentar mucho
la rentabilidad por la venta de ciertas marcas consideradas “no estratégicas”:
Vienissima, Good Mark, Delicia y Manty. Se declara un incremento en los
ingresos netos no ordinarios de 2009 de pesos millones que incluyen, entre
otros, la ganancia derivada de la venta de las marcas Vienissima, Goodmark y
Manty. El argumento de la venta fue “la estrategia de desinversión en ciertos
negocios y de focalización de inversiones en negocios estratégicos” (Molinos
Río de la Plata, 2015, p. 122).
[18]
Según consta en los balances, en este segmento las mejoras se dan en los años
2005 –por los mejores márgenes de la soja y el girasol–; 2007 –mayor eficiencia
de la planta San Lorenzo y el aumento sostenido de la demanda internacional–;
2009 y 2010 –aun con caída de precios internacionales y caída de la cosecha,
lograron mayor volumen de originación y mejor margen de molienda–. En relación
a los años más desfavorables, se señala los años 2008 –debido a la caída en los
precios que generó una retracción en las ventas de los productores soja–; 2012
–por la caída de la cosecha respecto a año anterior– y 2013 –debido a la caída
de negocios del biodisel por cambios regulatorios a nivel internacional–.