Gonzalo, Manuel. India from Latin America: Peripherisation, Statebuilding,
and Demand-Led Growth.
Taylor & Francis, 2023. 268 pp.
El
libro India from
Latin America: Peripherisation, Statebuilding,
and Demand-Led Growth
de Manuel Gonzalo tiene la finalidad de estudiar la trayectoria de desarrollo
de la India utilizando un herramental teórico que se origina en América Latina,
atendiendo, según remarca su autor, aspectos geopolíticos, institucionales e
incluso demográficos, además de los específicamente económicos. Gonzalo destaca
que hasta la fecha el intercambio y el estudio entre investigadores
latinoamericanos e indios ha sido reducido, a pesar de las similitudes que
mantienen sus subcontinentes en cuanto a su devenir histórico.
La obra se compone de tres partes, antecedidas de
un primer capítulo en el que se exponen las bases teóricas sobre las que se
desarrolla la argumentación de los apartados siguientes. Este capítulo
introductorio titulado “Un enfoque latinoamericano” presenta nociones sobre el
estructuralismo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), los Sistemas Nacionales de
Innovación en base a los economistas neoschumpeterianos
y latinoamericanos y el supermultiplicador sraffiano desde investigaciones de las Universidades
Federal de Campinas y la Universidad Federal de Rio de Janeiro, ambas de
Brasil.
En el primer nodo teórico se resaltan como
contribuciones el esquema centro-periferia de Raúl Prebisch
(1949), el análisis histórico de las economías latinoamericanas de Celso Furtado
(1959) y el concepto de “heterogeneidad estructural” de Aníbal Pinto (1973).
Por otro lado, la importancia que se le asigna al neoschumpeterianismo
proviene de la visión de esta escuela sobre el rol ejercido por los Estados nacionales
en el impulso de los procesos de innovación, mientras que desde el pensamiento
latinoamericano en ciencia y técnica se retoman aportes como los de Amílcar
Herrera con su distinción entre políticas científicas explícitas e implícitas.
Respecto al supermultiplicador sraffiano,
refiérase que es un enfoque que ubica a la demanda efectiva y los gastos
autónomos como los determinantes del crecimiento económico (Serrano, 1995),
desarrollado por economistas brasileños en base a los trabajos de Michal Kalecki y John Maynard
Keynes.
La primera parte del libro se titula Peripherisation.
Allí se explica cómo la India dejó de ser un centro de producción y comercio
regional para transformarse en un apéndice de la economía inglesa como parte de
la periferia global. Manteniendo los principios de un análisis histórico que
tiene presentes los elementos regionales, comienza describiendo cómo el comercio
en la región se estructuraba en base al océano Índico y sus conexiones con el
Mediterráneo. Un aspecto fundamental del comercio fue la exportación de
algodón, producto que para el siglo XVI
India elaboraba en cantidades suficientes como para proveer de vestimenta a los
100 millones de sus habitantes (en ese entonces un quinto de la población
mundial) y a otras regiones, siendo intercambiado por especias, alimentos y
bienes suntuarios. Incluso, por el efecto que tuvo la penetración imperial en
el subcontinente por parte de Portugal, Holanda e Inglaterra, la India acabó
volviéndose un importante proveedor de ropa para Europa a lo largo de los
siglos XVII y XVIII, lo que condujo a reacciones
proteccionistas en las islas británicas.
Además de tratar el desenvolvimiento que tuvo la
consolidación del poderío británico en el territorio indio, un aspecto sobre el
que Gonzalo llama la atención es la desindustrialización que se dio entre
finales del siglo XVIII y la
primera mitad del siglo XIX. El
autor muestra que la producción manufacturera de la India alcanzaba el 24,5%
del total en el mundo, frente a 27% del mundo desarrollado y el 48,5% de la
suma entre China y el resto de la periferia. Para fines de la década del
treinta los países desarrollados superaban el 90% de la producción industrial
global, mientras que India no llegaba al 2,5%. En la composición de las
exportaciones, durante la primera mitad del siglo XIX las piezas elaboradas de tela perdieron importancia
frente al algodón en bruto, el opio y el azúcar. En tanto que el consumo de
bienes elaborados a base de algodón de la población india pasó de ser
abastecido en una cantidad nimia por los ingleses a explicar más de la mitad
hacia comienzos de la década de 1880.
Gonzalo indaga en los mecanismos de mercado e
institucionales que produjeron este retroceso en el contexto de la Revolución
Industrial Británica, que se consolidaron con el desplazamiento de la Compañía
Británica de las Indias Orientales sobre el control del subcontinente, el cual
fue asumido directamente por la Corona Británica en 1857. En la segunda mitad
del siglo XIX se ahonda el
proceso por el cual la India se transforma en un productor de bienes
agropecuarios en vez de textiles, especialmente a partir de la construcción de
la red de ferrocarriles emprendida por el capital inglés. Esto ocurre
concomitantemente con una extensión de la economía de mercado a la actividad
agropecuaria, que por problemas de distribución del ingreso dificultó el acceso
de la población al consumo de alimentos, siendo determinante en el incremento
de los episodios de hambruna.
La segunda parte, Statebuilding, se
aboca a la emergencia del Estado indio durante el siglo XX, utilizando el encuadre de los Sistemas Nacionales de
Innovación para explicar sus diferentes fases. Siendo uno de los países más
pobres del mundo, con condiciones de vida críticas, a fines del siglo XIX surgió el Movimiento Nacional
Indio, el cual pregonaba un pensamiento antiimperialista y pujaba
reivindicaciones nacionalistas. Los economistas indios acusaban al Imperio
Británico de llevar a cabo un “drenaje de riqueza” (wealth-drain), por lo que era
necesario fortalecer la industria nacional y luchar por la soberanía de la
India.
Tal influencia incidió en la política económica
posterior a la declaración de independencia en 1947, cuyo análisis el autor
divide en tres períodos: el de Nehru (1947-1966), el primer gobierno de Indira
Gandhi (1966-1977) y las administraciones de la década del ochenta (nuevamente
de Indira Gandhi y de Rajiv Gandhi).
Durante el gobierno de Nehru el
aparato estatal se expandió y creció significativamente el número de
universidades e instituciones orientadas a la investigación y el desarrollo,
iniciando en la India la actividad espacial y nuclear. También se promovió la
planificación industrial y la participación del Estado en la producción a
través de la constitución de empresas públicas en la industria pesada. Esta
orientación se mantuvo en el primer gobierno de Indira Gandhi, durante el cual
se expandió la producción agraria como respuesta a las necesidades de
alimentación y se avanzó en la nacionalización de los bancos. A partir de 1980
Indira Gandhi adoptó un cambio de política durante su segundo gobierno, con una
redefinición de la “autonomía nacional” en la que se pregonaba el estímulo a
las exportaciones y a la absorción de innovación tecnológica, en contraposición
a la sustitución indiscriminada de importaciones.
La tercera parte del libro, Demand-Led Growth,
aporta un conjunto de datos cuantitativos que tienen la finalidad de estudiar
el crecimiento de la economía india a partir de la década de 1990 cuando entra en vigencia la Nueva
Política Económica (NEP). La NEP, resultante de un conjunto de
sucesivas crisis de balanza de pagos y el advenimiento del predominio del
“Consenso de Washington” que siguió a la caída de la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas, consistió en una parcial apertura comercial,
disminución de requisitos para la realización de inversiones extranjeras en el
país, privatización de ciertas empresas públicas y el compromiso de mantener
controlado el gasto público.
Gonzalo aclara que, en los hechos,
los objetivos de disminuir la importancia económica del Estado no fueron
respetados, en vista de que la participación del gasto público en el PBI no se redujo en forma apreciable.
Más aún, retomó sus niveles de comienzos de la NEP por el uso anticíclico que se le dio desde fines de los
noventa. Otro aspecto interesante sobre la cuestión es que la cantidad de
privatizaciones fue moderada, incrementándose la cantidad de empresas
pertenecientes al Estado entre 1990 y 2019.
Desde el punto de vista de la demanda agregada, el
principal impulso en este período lo explican las exportaciones, que pasan de
dar cuenta del 5% del PBI a fines
de la década de 1980 a ser el 20% para 2015, potenciadas por el crecimiento de
las exportaciones de servicios, particularmente en tecnologías de la
información y comunicación (TICs).
El último aspecto sobre el que repara Gonzalo es en
la heterogeneidad y la desigualdad de la economía india, que perduran hasta
nuestros días. Aun cuando la economía creció a altas tasas durante los últimos
veinte años, la creación de empleo formal fue muy reducida. La mayor parte de
los trabajadores de la India se encuentran en la informalidad, sin licencias
pagas ni seguridad social. La contribución del sector informal a la economía
india fue creciente desde la década de 1980. Por su parte, el Estado tiene una
participación escasa en la determinación de los salarios, lo que contribuye a
que pierdan participación en el valor agregado del sector formal. Esto conduce
a que la distribución del ingreso se concentre en las clases más altas, que son
las que se benefician del crecimiento y se vinculan con la economía
internacional. La contracara son las condiciones de vida de los asalariados,
que viven en su mayor parte en zonas rurales sin acceso al agua para beber ni a
baños dentro de sus hogares, mientras que las zonas urbanas albergan una mayor
parte de la población que antaño, pero con una creciente concentración en
asentamientos precarios. La esperanza de vida al nacer se incrementó en las
últimas dos décadas, pero sigue siendo inferior a los niveles de Asia y del
resto del mundo.
Es interesante resaltar que las herramientas
teóricas expuestas en el primer capítulo, utilizadas por el autor a lo largo
del trabajo, subrayan la disparidad económica en el desenvolvimiento de los
países desarrollados y los subdesarrollados. Pero el herramental de estudio
propuesto no se limita al posicionamiento de una economía nacional y su
relación con el resto, sino que apunta al análisis de las condiciones
históricas de desarrollo de cada país, comprendiendo el desarrollo de la
estructura económica y la forma de distribución del ingreso entre sus clases
sociales, junto a determinadas vías de llevar adelante la planificación estatal
y la promoción de ciertas ramas de actividad.
Existe en cambio una posición más afín con la
tradición marxista, particularmente sostenida por la escuela del Sistema Mundo, expuesta por Immanuel Wallerstein (2011) en su trabajo seminal El Moderno Sistema Mundial, donde se
señala que la economía capitalista se conforma por un centro que extrae de la
periferia la mayor parte del excedente que se produce en la misma, utilizándolo
para su propia acumulación. Esto permite entender de otra manera la “periferización” de la India de la que habla Gonzalo, marcada
más que por la desindustrialización, por el hecho de que se incorporó a la
economía mundial como una proveedora indirecta de fuerza de trabajo barata por
medio del comercio exterior, siendo la especialización subsidiaria a este
movimiento. Lo último es un factor constante a lo largo de la historia que
presenta el libro, en la cual la reivindicación de la ciencia nacional, la
planificación de la economía y la posterior “liberalización” conviven al mismo
tiempo con la especialización en sectores de la industria pesada y una
población que padece hambrunas recurrentes y condiciones de vida insalubres. A
lo largo del tiempo las posiciones ideológicas de los gobiernos variaron y la
industria se expandió, pero la economía siguió siendo, esencialmente, subdesarrollada.
En su
conjunto, el trabajo de Manuel Gonzalo reconstruye la historia de un país cuya
importancia para la economía mundial es tan remarcable como la profundidad de
su subdesarrollo, resumiendo mediante el aporte de datos cuantitativos las
principales características de su evolución y de su estructura económica en el
presente. El resultado es una obra tan útil para quienes pretendan investigar
la India, como para los interesados en avanzar en la comprensión de los
procesos de desarrollo en las economías capitalistas y de la desigualdad en el
desarrollo. En este sentido es indudable que aporta elementos para la
progresión de esta tarea, con la virtud de permitir el avance de la
investigación hacia la elaboración de inferencias causales basadas en premisas conceptuales
de carácter diverso.
Referencias
Furtado, C. (1959). Formação Econômica do Brasil. Fundo de Cultura.
Pinto Santa Cruz, A.
(1973). La “heterogeneidad estructural”:
Aspecto fundamental del desarrollo latinoamericano. Documentos de la cepal.
Prebisch, R. (1949). El desarrollo
económico de la América Latina y algunos de sus principales problemas. El Trimestre Económico, 16(63),
347-431.
Serrano, F. (1995). The Sraffian supermultiplier [PhD Dissertation].
University of Cambridge
Wallerstein, I. (2011). El moderno sistema mundial I. Siglo xxi.
Guido Enrique Jaime Aschieri Hers[1]
[1] Universidad de Buenos Aires, Facultad
de Ciencias Económicas. ORCID: 0009-0009-6854-8113 guidoaschieri@hotmail.com