55
Latitud Sur N° 11, Año 2016. CEINLADI, FCE-UBA. ISSN 1850-3659.
LECTURAS & COMENTARIOS
Adrián Piva, Economía y Política en la Argentina Kirchnerista”, Argentina,
Editorial Batalla de Ideas, Argentina, 283 páginas, 2015.
Reseña por Sebastián Pasquariello
1
Adrián Piva presenta este libro como una continuación de su línea de investigación -ya
esbozada en su anterior obra Acumulación y hegemonía en la Argentina menemista
(Piva, 2012). En este caso, el análisis se focaliza en el periodo comprendido entre 2002
y 2015, que el propio autor denomina como de pos convertibilidad, correspondiente a
los gobiernos de los presidentes Kirchner.
Desde un comienzo, denota su idea de ver en esta etapa una situación de continuidad
respecto a la década previa (los años noventa). Aun así, el período de los Kirchner es
caracterizado por sus singularidades. Piva parte de una premisa central y, es que, los
gobiernos kirchneristas obraron como reconstructores del consenso y la legitimidad
política, tras la debacle y crisis de hegemonía que se produjo hacia fines del año 2001.
El libro presenta una organización de tres partes, con un formato que se repite en todas
ellas, demostrando una especie de juego diacrónico en donde se exponen argumentos
escritos en el momento en que suceden los hechos y, un balance (o “posdata” como lo
llama Piva) en el momento de publicación del libro. Como puede notarse en la
utilización de los conceptos, el autor encara las problemáticas desde un enfoque de clase
y, basándose en una perspectiva que retoma elementos de Gramsci. En efecto,
“hegemonía”, “consenso”, “bloque de poder”, entre otros, aparecerán con frecuencia en
las páginas del libro, denotando un marco conceptual muy ligado al autor italiano. Esto
último también puede observarse en los títulos de las secciones del trabajo: Modo de
acumulación del Capital y dominación política; Estado y Conflicto Social; El modo de
dominación política.
A lo largo del libro y, siempre refiriendo a su premisa central, el autor intenta analizar
cuestiones de larga trayectoria en el interés historiográfico argentino. En efecto, busca
explicaciones al crecimiento económico durante la etapa kirchnerista; a la relación del
gobierno con el capital financiero internacional; a la relación del Estado con el capital y
el trabajo; y, a la vuelta de la tan conocida “restricción externa” a partir del año 2011.
En el transcurso de esta tarea, destaca elementos distintivos del kirchnerismo -aunque
siempre se encarga de enmarcar sus gobiernos como un proceso de continuidad respecto
a la década previa. La principal distinción que encuentra, está vinculada con elementos
de hegemonía y construcción de consenso.
Según Piva, el Kirchnerismo conllevó un cambio en la lógica de construcción de
consenso de las clases dominantes -tras la etapa abierta con la crisis del año 2001.
Durante los años ´90 existió una hegemonía bil que, garantizaba el proceso de
acumulación mediante mecanismos coercitivos -como la amenaza de hiperinflación, el
alto desempleo y la fragmentación de la fuerza de trabajo. El intento de solucionar la
crisis de la convertibilidad por la vía deflacionaria fue limitado por un bloqueo popular,
que llevó a un nuevo tipo de consenso vinculado a la satisfacción gradual de demandas
populares. La construcción de esta nueva hegemonía quedó a cargo de los gobiernos
kirchneristas, pese a que no lograron conciliar la política económica con la acumulación
1
Profesor de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires (Argentina).
Docente de Historia Económica y Social Argentina, de la Facultad de Ciencias Económicas de la
Universidad de Buenos Aires.
Sebastián Pasquariello
56
Latitud Sur N° 11, Año 2016. CEINLADI, FCE-UBA. ISSN 1850-3659.
de capital -más allá del año 2008 cuando se produjo, lo que denomina, un desfase entre
ambas.
En relación con lo dicho, un interrogante fundamental que Piva intenta responder es si
el kirchnerismo logro o no, efectivamente, construir una nueva hegemonía. La respuesta
esbozada será negativa, debido a que las transformaciones sucedidas en el Estado no
supusieron un cambio en el modo de acumulación -ni un nuevo bloque en el poder.
Asimismo, considera que las nuevas relaciones de clases llevarían a una “repolitización”
de las decisiones económicas que, permitiría al kirchnerismo recomponer la autonomía
ilusoria-objetiva del Estado. Ello refiere a una reconstrucción del consenso, en torno al
ejercicio del poder político y a la figura de un nuevo presidente. Por otra parte, sostiene
que esa recomposición del consenso ocurrió sin institucionalización de las
contradicciones de clase, en una nueva forma hegemónica del Estado.
De ese modo, el autor se adentra en un debate en torno a los conceptos de populismo y
neopopulismo. Acuerda en la definición de que, los mismos representan fenómenos de
incorporación política para grupos sociales movilizados y políticamente excluidos -en
contextos de transformaciones aceleradas y crisis de hegemonía. Además, que esas
expresiones políticas muestran la imposibilidad de institucionalización de las
contradicciones sociales. En este punto, es posible hallar otra clave de argumentación
del autor que, califica a los gobiernos kirchneristas como una variante del populismo, la
cual -según su criterio, no lograría construir una nueva hegemonía. Es menester señalar
que, su publicación salió a la luz en 2015, año señalado -por muchos autores, como el
fin de la etapa kirchnerista.
Por último, y a modo de balance, el libro sostiene que la incorporación de las demandas
obreras y populares -por la vía de la expansión de la demanda, choca con restricciones
estructurales de la oferta -que tienen sus raíces en el carácter dependiente del
capitalismo argentino.
Como aspectos positivos, destaca la revalorización que el autor efectúa de lo político, a
la hora de explicar los fenómenos económicos y sociales. Frente a la existencia de
numerosos estudios reduccionistas -en este aspecto, explicar fenómenos económicos
desde la óptica de la hegemonía y la generación de consenso, constituye un aporte
interesante. A su vez, como parte de un proyecto de investigación de largo plazo, el
libro aporta herramientas para analizar las últimas dos décadas de la Argentina,
entendiendo a la economía y la política como elementos indivisibles.
Finalmente, es posible observar que -en ciertos momentos, su argumentación se sustenta
específicamente sobre coyunturas inmediatas. Si bien el autor muestra conciencia de
ello, e intenta palearlo mediante el recurso de las “posdata” o balances en cada una de
las secciones, queda abierto el interrogante sobre la capacidad de problematizar un
objeto que se encuentra en plena construcción.