La política económica y la inserción internacional de Colombia…
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Latitud Sur N° 16, Año 2021. Universidad de Buenos Aires, Facultad de Ciencias Económicas, Centro de
Investigación en Estudios Latinoamericanos para el Desarrollo y la Integración (CEINLADI). (En línea) ISSN
2683-9326.
Introducción
Colombia representa, desde los años noventa del siglo XX, una de las economías más abiertas
y liberalizadas de la región, aunque en la última década su tasa de crecimiento económico se
ralentizó, e incluso, estancó, subsistiendo en este país importantes desafíos económicos,
sociales y políticos. Asimismo, en forma concomitante con ese modelo de apertura
económica, el país evidenció un importante dinamismo en la firma de acuerdos de integración
regional que fue sellando en las últimas décadas, tanto con economías americanas, como con
otras regiones del planeta. Cabe destacar que, en gran medida, la dinámica de la economía
de Colombia fue siguiendo las grandes transformaciones que operaron a nivel internacional,
desde fines del siglo pasado, como fueron el auge de la globalización y la integración
regional.
Ahora bien, desde los años noventa, esos cambios se profundizaron y el mundo entró en una
fase de relaciones económicas entre los países que algunos han denominado
“hiperglobalización”, la que se caracterizó por un crecimiento acelerado de los flujos
transfronterizos de bienes, servicios y capitales, además de la baja presencia de bienes
públicos y la ausencia de mecanismos de coordinación internacional que corrijan las
tensiones asociadas a ese fenómeno (CEPAL, 2016).
Desde finales del siglo veinte, el avance de la liberalización y desregulación de las economías
facilitó la difusión de la globalización. El auge del neoliberalismo y el avance en las
tecnologías de comunicaciones profundizó los lazos de interdependencia e integración de los
mercados mundiales. Además, la globalización financiera asumió nuevas características,
dadas por la diversificación de los inversores y la aparición de nuevos y múltiples productos
financieros (Palacio, 2019).
En el caso de Colombia, la apertura económica que se llevó adelante durante los años
noventa, si bien posibilitó el crecimiento del PBI y PBI per cápita, entre otros indicadores, el
desempeño económico se vio fuertemente afectado hacia finales de la década -producto de
las crisis de los países emergentes, así como también, de algunos factores domésticos, como
la crisis sociopolítica que, desde hace décadas, venía condicionando la economía doméstica.
Tradicionalmente, Colombia se consolidó con una política exportadora basada,
principalmente en la exportación de café y materias primas, que constituyen su ventaja
comparativa. En los últimos 30 años, el país apostó por un proceso de internacionalización
de su economía, que le permitió aumentar los niveles de importación y exportación, así como
la inversión extranjera. Tanto el gobierno como las empresas colombianas y extranjeras han
sido protagonistas de esa agenda de crecimiento. Además, se ha fortalecido el sector de
hidrocarburos convirtiéndose en una de las actividades económicas que más aportan al PIB.
El proceso de internacionalización fue de la mano de la entrada en vigor de nuevos tratados
de libre comercio (TLC), la llegada de inversiones al sector minero e hidrocarburos y, el
crecimiento de las inversiones de empresas colombianas en el exterior. Colombia se convirtió
en un país atractivo para muchas empresas multinacionales, ya que la ubicación geográfica
del país resulta especial para las compañías cuya prioridad es la internacionalización (García,
2015).