Tramas sociales y nuevos territorios 83
Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 56 - 1er. semestre de 2022
ISSN 1853 399X - E-ISSN 2618 2475 - Páginas 70-89
impuestas por los supermercados; en general demandan mercaderías en un patrón
de calidad previamente definido, rigurosamente controlado en las centrales de
distribución; también, reclaman los productores, que el pago del transporte quita a
ellos la mayor parte de las ganancias de la venta de las mercaderías, como ya suce-
dió en otros momentos de la agricultura del Valle de San Francisco, dejan a los
productores familiares sin alternativas (Cavalcanti, 2006).
Se observa allí otro campo de poder en el cual se incluyen a los choferes y
otros trabajadores involucrados en lo que se convino llamar logística (Dias, 2005).
El transporte y distribución de los alimentos es realizado con significativos contro-
les sobre los varios trabajadores, incluyendo en estos a los trabajadores del campo,
de las transportadoras, de los supermercados, incluso a los gerentes.
La comercialización de esa producción pasa a ser realizada sobre todo vía in-
termediarios, principalmente aquellos instalados en el mercado del Productor de
Juazeiro. Aunque restringida, hay comercialización vía asociaciones -APROVALE
(Silva, 2001) para los pequeños productores y VALEXPORT para los grandes- y
cooperativas, de las cuales la CAJ (Pires, 2004), integrada por aproximadamente 30
medios productores, se destaca, con ventas superiores a R$50 millones anuales.
Ante la falta de cooperativas mejor estructuradas, los pequeños productores se
quejan del modo en que son comercializadas sus mercaderías, especialmente de las
formas de pago, bajo consignación y con plazos bien flexibles; y de la clasificación,
con selecciones bastante rigurosas, dejando “descartes” voluminosos. Los riesgos,
de esas transacciones son, por lo tanto, transferidos a los productores. Los produc-
tores reclaman también por las fuertes oscilaciones de precios y demanda durante
el año de las packing houses.
Las exportaciones continúan, relativamente, con buen desempeño, reflejan-
do un gran esfuerzo de ventas en el mercado externo. En 2006, los exportadores
trabajaban con la perspectiva de por lo menos alcanzar números mejores. Una gran
preocupación en ese aspecto es con la ampliación de los tiempos de producción y
cosecha de México; los productores del Valle trabajaron siempre con la perspectiva
de aprovechar las “ventanas” ofrecidas por la exportación de aquel país. En la ac-
tualidad están descubriendo que México estaría invirtiendo en el cierre de tales
ventanas.
En general, existe el reconocimiento de los productores, como mencionamos
anteriormente, de que producir para el mercado interno sería más atractivo, por-
que son débiles los controles de los consumidores y también, los supermercados
que forman parte de las cadenas globales de alimentos están poco sensibles a ofre-
cer en sus góndolas un producto con una calidad reconocida internacionalmente.
En el contexto de esa cadena productiva del Valle de San Francisco, se desta-
ca el Mercado del Productor de Juazeiro/BA (Freire, 2004). En su configuración
actual, es el desdoblamiento del proceso de cultivo, en gran escala, implementado
en la región, por si se constituye en galpón comercial, en la cadena productiva para
el mercado interno, reforzando la polarización de Juazeiro/Petrolina en cuanto a
los municipios del entorno, dada su capacidad de almacenamiento de la produc-