Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 48 | 1er. Semestre de 2018
Dicho proceso trajo consigo la devaluación de las monedas en la
región: “En términos bilaterales frente al dólar de EE:UU., las deprecia-
ciones en Brasil, Chile, Colombia y México, casi no tienen precedentes
en los últimos 20 años” (FMI, 2016:44).
Tal situación, aunada a la revalorización del dólar que hemos
mencionado, generó un fuerte incremento en los precios de los bienes
importados para los países de la región, así como de la deuda contrata-
da en la moneda verde, la cual se había incrementado en un 7,9% entre
2008 y 2015, con lo cual llegó a representar entre el 25% y el 45% del
PIB de los países de la región (OCDE et al., 2016:60).
El conjunto de situaciones que hemos narrado, llevó a que los
países latinoamericanos ingresaran en el ámbito de la crisis a partir
de 2014. Mientras en 2013, el PIB regional creció al 3%, en 2014 solo
alcanzó 1,3%, mientras que en 2015 declinó al -0,1% (FMI, 2016: 53).
La caída en los precios de las materias primas y la crisis que en-
frentaron los países trajo consigo que se resquebrajaran las bases eco-
nómicas sobre las que se había sostenido el bloque contrahegemónico
en América Latina.
El fortalecimiento observado en Estados Unidos al recuperar el
control de los precios del petróleo y la fuerza de su moneda, trajo consi-
go que “volteara los ojos” hacia América Latina con el fin de apropiarse
de los recursos naturales, contar con aliados regionales en su pugna
contra China y Rusia y generar condiciones para la expansión capitalis-
ta de sus empresas transnacionales.
Este nuevo sometimiento de la región, sin embargo, no es el de
una potencia en ascenso, sino en decadencia, y por ello cobra formas
muy agresivas. Como señala Jorge Beinstein,
“El actual sometimiento de Argentina a los Estados Unidos no
se corresponde con el auge del imperio sino con su decadencia,
su degradación económica y social, su retroceso geopolítico in-
ternacional que busca ser compensado mediante el control total
de su patio trasero latinoamericano, asegurando la super explo-
tación de recursos naturales decisivos pero también para intro-
ducir a la región como pieza propia de su juego global: como
señuelo para sus socios europeos en la OTAN. (Beinstein, 2016).
Los llamados golpes blandos, como la destitución de Dilma Rous-
seff y el nombramiento de Temer como Presidente en Brasil, la susti-
tución del Presidente de Paraguay por el Vicepresidente en un proceso
parlamentario exprés, así como el fraude perpetrado en Honduras y la
imposición de Juan Orlando Hernández, dan cuenta de la reversión del
Los campesinos latinoamericanos frente a la transición capitalista 19