Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 48 | 1er. Semestre de 2018
taciones menores. En ese marco, las condiciones de financiamiento se
volvieron restrictivas en una actividad internacionalizada que demanda
importantes adelantos de recursos para la inversión en plantaciones, la
espera de la entrada en producción, y para las labores culturales y la
introducción continua de mejoras técnicas. Ello contrastó con los cam-
bios en las operaciones de distribución mayorista y de abastecimiento
minorista en los mercados de destino, las políticas arancelarias instru-
mentadas, y el riguroso control de calidad y sanidad de la fruta fresca
impuesto a través de normas paraarancelarias privadas y públicas en el
comercio internacional (Landriscini, et al., 2009).
Se generó así un círculo vicioso: el menor ingreso captado por los
productores se tradujo en el empeoramiento de las condiciones materia-
les de vida, en menor inversión de capital y en la reducción de gastos de
mantenimiento y de renovación de la infraestructura productiva en las
explotaciones, lo que afectó la gestión de la calidad en la producción
primaria, traducido ello en el aumento del porcentaje de producción
que no alcanzaba condiciones comerciales para su consumo en fresco
(Landriscini, 2015; Landriscini, et al., 2007; Preiss, 2006).
En este marco, Argentina mantuvo su posición como primer pro-
ductor de manzana del Hemisferio Sur hasta fines de 2000; luego fue
sustituida por Chile, a posteriori por Brasil y en la actualidad por Sudá-
frica. Su liderazgo en las exportaciones hasta principios de la década de
los ´80, fue superado ampliamente por Chile y luego por Nueva Zelanda
y Sudáfrica. Desde fines de los años ´80 volvieron a incrementarse los
volúmenes exportados desde la región; no obstante, el escenario mun-
dial y nacional cambió sustancialmente: las principales especies y varie-
dades comercializadas no son las mismas que en el pasado y la biotec-
nología ha revolucionado la producción de alimentos. En ese contexto,
la región muestra rasgos de atraso y notable heterogeneidad de explo-
taciones, a la vez que desde las últimas décadas enfrenta un profundo
cambio en los actores sociales (Radonich y Steimbreger, 2006), en las
estructuras de producción y comercialización, en el sistema financiero y
en las políticas macro y sectoriales que marcan la realidad actual.
Contrastando con esta situación, en peras, con mayores ventajas
naturales para su desarrollo y escasas innovaciones en nuevas varieda-
des a nivel internacional, la región del Alto Valle del río Negro continúa
siendo el primer productor y exportador del Hemisferio Sur.
A partir de la trayectoria reseñada de la actividad, el objetivo del
presente trabajo es analizar, desde un enfoque de ventajas comparadas
dinámicas, la evolución del comportamiento exportador del complejo
98 Betiana Avellá, S. Graciela Landriscini y Osvaldo Preiss