Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 48 | 1er. Semestre de 2018
Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 48 - 1er semestre de 2018
Complejo frutícola de Río Negro y Neuquén.
Exportaciones, principales competidores
y factores que condicionan la competitividad
Betiana Avellá, S. Graciela Landriscini y Osvaldo Preiss1
.....
Resumen
En las últimas décadas se vienen evidenciando importantes transfor-
maciones en el escenario internacional, que han puesto en crisis la
concepción ortodoxa de la competitividad como un fenómeno de na-
turaleza exclusivamente macroeconómica y sectorial, reflejada por
lo general en el tipo de cambio, o en un menor costo de producción,
servicios y logística, determinada por ventajas comparadas estáticas
o por la dotación factorial. Por ello, desde un enfoque de ventajas
comparadas dimicas centradas en el conocimiento, la innovación
y el cambio técnico-organizacional, el objetivo de este trabajo es
analizar la evolución del comportamiento exportador del complejo
frutícola del Alto Valle de Rio Negro y Neuquén, especialmente en
el caso de la manzana, con el fin de identificar las razones que han
aletargado y obstaculizado su reacción frente a un nuevo escena-
1 Los tres investigadores pertenecen a la Facultad de Economía y Administración de
la Universidad Nacional del Comahue. Neuquén. Argentina. S. Graciela Landriscini
integra además el IPEHCS UNCO-CONICET. avellabetiana@hotmail.com; glandris-
cini@gmail.com.; osvaldopreiss@yahoo.com.ar
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rio de mayor competencia internacional, provocando una crisis que
afecta a las empresas, a los productores, a los trabajadores rurales
y al conjunto de la economía regional. Se analizan las experiencias
de los principales países competidores del Hemisferio Sur con el fin
de destacar las peculiaridades de las respuestas nacionales a los de-
safíos de la globalización de los mercados y se avanza en plantear
un primer diagnóstico respecto de las debilidades que se observan
en la región productiva de Río Negro y Neuquén, en el marco de
problemáticas estructurales, y del modo de inserción de los agentes
locales en la cadena global de valor. Por último, se detallan los prin-
cipales factores que condicionan la falta de competitividad sistémica
del sector y la región, y se extraen algunas conclusiones.
Palabras clave: Complejo frutícola - Ventajas comparadas estáticas
- Ventajas comparadas dinámicas - Competitividad sistémica - Crisis
estructural
Summary
Fruit complex of Río Negro and Neuquén. Exports, main com-
petitors and factors that condition competitiveness
In the last decades important transformations have been evident
in the international scenario, which have put in crisis the ortho-
dox conception of competitiveness as a phenomenon of exclusively
macroeconomic and sectoral nature, reflected generally in the ex-
change rate, or in a lower cost of production, services and logis-
tics, determined by static comparative advantages or by the factorial
endowment. Therefore, from an approach of dynamic comparative
advantages focused on knowledge, innovation and technical-organ-
izational change , the objective of this work is to analyze the evo-
lution of the exporting behavior of the fruit complex of the Upper
Valley of Rio Negro and Neuquén, especially in the case of the apple,
in order to identify the reasons that have lethargic and hindered
their reaction to a new scenario of greater international competi-
tion, causing a crisis that affects companies, producers, rural work-
ers and the regional economy as a whole. The experiences of the
main competing countries of the Southern Hemisphere are analyzed
in order to highlight the peculiarities of the national responses to
the challenges of globalization of markets and progress is made in
proposing a first diagnosis regarding the weaknesses observed in
the region productive sector of Río Negro and Neuquén, within the
framework of structural problems, and the way of inserting local
agents in the global value chain. Finally, the main factors that condi-
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tion the lack of systemic competitiveness of the sector and the region
are detailed, and some conclusions are drawn.
Key words: Fruit complex - Static comparative advantages - Dynamic
comparative advantages - Systemic competitiveness - Structural crisis
Introducción: trayectoria del sistema frutícola regional e
inserción externa
La actividad frutícola en la Norpatagonia se ha caracterizado por
su relevante participación externa a lo largo de un siglo. Con la in-
serción de la economía argentina al sistema mundial a fines del siglo
XIX como agroexportadora, y la conexión de la Patagonia a los puertos
posibilitada por la construcción de ferrocarriles, tomó impulso la posi-
bilidad de implementar una actividad agrícola ligada a la producción de
pasturas en los valles del río Negro, y luego la implantación de frutales
en las primeras décadas del siglo XX, cuando la producción regional se
orientó principalmente hacia el mercado externo. Ello implicó la puesta
en marcha de un proceso de subdivisión de tierras, de colonización y de
construcción de la infraestructura de riego a partir de la obra de cabe-
cera del Dique Ballester sobre el río Neuquén. Se construyeron los cana-
les primarios, secundarios y terciarios extendidos en el Alto Valle del río
Negro, y los de drenaje, que permitieron en ese tramo del río el aprove-
chamiento de una superficie de alrededor de 60.000 hectáreas brutas,
que se cubriría progresivamente de manzanas, peras, vas y frutales
de carozo a lo largo de varias décadas. En un modelo de provisión de
infraestructura pública y privada, y de planificación productiva y co-
mercial centrada en el capital inglés, Argentina crecía como proveedor
de frutas de pepita en el Hemisferio Sur para abastecer al Hemisferio
Norte. (De Jong et al., 1994) La innovación técnica, de especies y varie-
dades, de acondicionamiento, logística y transporte era guiada desde la
Estación Experimental de la Argentine Fruit Distributors (subsidiaria de
la empresa inglesa Ferrocarril del Sud) en Cinco Saltos, tramo inferior
del río Neuquén, que operó como centro de construcción y difusión de
conocimiento, de adaptación de variedades y de orientación de produc-
tores y operarios en las técnicas de cultivo. La producción asumió una
forma descentralizada en pequeños y medianos productores. La distri-
bución de la renta generada en el marco del modelo agroexportador
permitió la acumulación en escala ampliada del capital inglés y el avan-
ce progresivo del capital local asociado a la tierra y los servicios, y la
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multiplicación de los asentamientos humanos en la zona (Landriscini,
2015; Landriscini, 2007; Landriscini, et al., 2007).
La actividad de producción y acondicionamiento creció con esla-
bonamientos hacia adelante a la industrialización en vinos y conservas,
y hacia atrás en la producción de insumos e implementos, y most
restricciones en cuanto a la infraestructura de empaque y frío cuan-
do se amplió la frontera productiva y la colonización y gran parte de
las tierras valletanas adoptaron un modelo de producción intensivo de
frutas de pepita, estimulando progresivamente la construcción local de
plantas de acondicionamiento y conservación.
Después de 1945, el Estado nacionalizó la generación y distri-
bución de agua y de energía, y la infraestructura y los servicios del fe-
rrocarril, entre otros. En un nuevo marco de políticas Estado-céntricas,
creó la empresa Agua y Energía Eléctrica (AyEE), la que centralizó y
coordinó el manejo del riego en la región y el país hasta el ajuste es-
tructural, la fragmentación y la privatización de las estructuras y de los
servicios prestados por la empresa, dispuesta en la Ley de Convertibili-
dad a comienzos de la década de 1990. Junto con la provisión de agua
potable y electricidad a pueblos y ciudades, AyEE planificó y puso en
marcha los servicios de riego y drenaje, creando a su alrededor una red
de trabajo centrada en la administración y mantenimiento de las obras
de generación y distribución, y en la cobertura de las necesidades de
ampliación y mejoramiento del sistema productivo. En los Distritos de
riego por localidad, junto a la prestación de los servicios se desarrollaba
la toma de información sobre la producción y el uso del agua según
especies, y con mecanismos de transferencia tecnológica centrados en
la experiencia se orientaba a los productores en el manejo del agua y
del suelo.
A mediados de la década del 50, el Territorio de Río Negro se
transformó en Provincia, y a partir de ello la organización social y eco-
nómica modificó su configuración y se gestaron políticas locales de fi-
nanciamiento y estímulo a la producción; se crearon unidades expe-
rimentales agrícolas nacionales (INTA) y provinciales y escuelas agro
técnicas y se acompañó la radicación de población en los valles para dar
respuesta a las necesidades de la actividad frutícola. Nuevos agentes
comerciales e industriales ingresaron al sistema, creció el crédito, la
exportación a Brasil y el mercado interno, y el transporte se fue recon-
virtiendo del tren al camión refrigerado. Por ese tiempo, las manzanas
argentinas eran reconocidas en los mercados externos y contaban con
elevada demanda; el flujo comercial fue creciendo junto con el know
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how de los productores individuales y asociados; el nivel de actividad
se consolidó y extendió al conjunto de los valles; creció el empleo rural
y urbano, se fortalecieron las instituciones locales, y con ello mejoró la
distribución del ingreso generado, la recaudación tributaria provincial y
los niveles de vida de la población asentada. Argentina era por entonces
competitiva a nivel mundial en la producción de frutas, fundamental-
mente de pepita (Landriscini et al., 2007).
En ese marco, sobre fines de los años 60 y principios de los 70, las
manzanas y peras de la región ostentaban una posición predominante
en los mercados de Europa occidental. Junto al crecimiento del merca-
do interno esa situación hizo que se vivieran momentos de esplendor en
la región, tanto por los ingresos captados por los actores que integra-
ban los eslabones regionales de la cadena de valor, como por el efecto
que el gasto y las inversiones de dichos agentes producía en el ámbito
urbano. Los efectos de aglomeración y de urbanización multiplicados
de la mano del mercado y de las políticas públicas, se constituyeron en
factor de atracción y parecían conjugarse garantizando competitividad
y bienestar extendidos en las áreas irrigadas del Alto Valle de Río Negro
y de Neuquén.
Desde mediados de los años ´70, en un escenario de crisis, las
condiciones mundiales de la producción y comercialización de frutas se
modificaron. La producción de otros países del Hemisferio Sur comen
a competir en los mercados internacionales, desafiando de esta manera
el posicionamiento de Argentina como exportador en contra tempora-
da. Estrategias novedosas en la faz productiva y comercial hicieron que
los “late comers” desplazaran a la oferta argentina, relegando su pro-
tagonismo y ocasionando un marcado retroceso en el posicionamiento
de la región en los mercados exportadores, particularmente en los más
exigentes, sobre todo en manzanas. La investigación y desarrollo y la
organización comercial eran los nuevos recursos de los países competi-
dores para avanzar en la captación de los mercados en contra estación.
En este escenario de creciente complejidad, el sistema productivo
y de innovación regional fue sufriendo deterioros progresivos; creció la
especialización en peras y manzanas, abandonando la relativa diver-
sificación de origen que garantizaba el abastecimiento local. También
avanzó la concentración de la comercialización en el marco de graves
episodios inflacionarios y la volatilidad de la macroeconomía, que res-
tringió el crédito en una actividad de largo tiempo de maduración, em-
peorando la distribución del ingreso entre los distintos agentes de la ca-
dena productiva, y afectando las posibilidades de inversión en las explo-
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taciones menores. En ese marco, las condiciones de financiamiento se
volvieron restrictivas en una actividad internacionalizada que demanda
importantes adelantos de recursos para la inversión en plantaciones, la
espera de la entrada en producción, y para las labores culturales y la
introducción continua de mejoras técnicas. Ello contrastó con los cam-
bios en las operaciones de distribución mayorista y de abastecimiento
minorista en los mercados de destino, las políticas arancelarias instru-
mentadas, y el riguroso control de calidad y sanidad de la fruta fresca
impuesto a través de normas paraarancelarias privadas y públicas en el
comercio internacional (Landriscini, et al., 2009).
Se generó así un círculo vicioso: el menor ingreso captado por los
productores se tradujo en el empeoramiento de las condiciones materia-
les de vida, en menor inversión de capital y en la reducción de gastos de
mantenimiento y de renovación de la infraestructura productiva en las
explotaciones, lo que afectó la gestión de la calidad en la producción
primaria, traducido ello en el aumento del porcentaje de producción
que no alcanzaba condiciones comerciales para su consumo en fresco
(Landriscini, 2015; Landriscini, et al., 2007; Preiss, 2006).
En este marco, Argentina mantuvo su posición como primer pro-
ductor de manzana del Hemisferio Sur hasta fines de 2000; luego fue
sustituida por Chile, a posteriori por Brasil y en la actualidad por Sudá-
frica. Su liderazgo en las exportaciones hasta principios de la década de
los ´80, fue superado ampliamente por Chile y luego por Nueva Zelanda
y Sudáfrica. Desde fines de los años ´80 volvieron a incrementarse los
volúmenes exportados desde la región; no obstante, el escenario mun-
dial y nacional cambió sustancialmente: las principales especies y varie-
dades comercializadas no son las mismas que en el pasado y la biotec-
nología ha revolucionado la producción de alimentos. En ese contexto,
la región muestra rasgos de atraso y notable heterogeneidad de explo-
taciones, a la vez que desde las últimas décadas enfrenta un profundo
cambio en los actores sociales (Radonich y Steimbreger, 2006), en las
estructuras de producción y comercialización, en el sistema financiero y
en las políticas macro y sectoriales que marcan la realidad actual.
Contrastando con esta situación, en peras, con mayores ventajas
naturales para su desarrollo y escasas innovaciones en nuevas varieda-
des a nivel internacional, la región del Alto Valle del río Negro continúa
siendo el primer productor y exportador del Hemisferio Sur.
A partir de la trayectoria reseñada de la actividad, el objetivo del
presente trabajo es analizar, desde un enfoque de ventajas comparadas
dinámicas, la evolución del comportamiento exportador del complejo
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regional frutícola del Alto Valle de Rio Negro y Neuquén, especialmente
para el caso de la manzana, con el fin de determinar las razones que lle-
varon a la región a retardar su reacción frente a un nuevo escenario de
mayor competencia internacional, provocando una crisis que afectó y
afecta a grandes y medianas empresas y a productores independientes.
Se reflejan las experiencias de los principales países competidores del
Hemisferio Sur con el fin de destacar las peculiaridades de las respues-
tas nacionales a los desafíos de la globalización económica, y se avanza
en la elaboración de un primer diagnóstico respecto de las debilidades
que se observan en la región productiva de Río Negro y Neuquén. Por
último, se detallan los principales factores que condicionan la falta de
competitividad de la región e impiden la generación de ventajas diná-
micas en el sector.
Competitividad: Ventajas estáticas vs. ventajas dinámicas
En las últimas décadas se han producido importantes transfor-
maciones en el escenario económico e institucional internacional, des-
tacándose la globalización de los mercados, la generalización de los
procesos de apertura y la emergencia de nuevos paradigmas tecno-
organizacionales intensivos en información. Ellas han puesto en crisis
la concepción de la competitividad como un fenómeno de naturaleza
exclusivamente macroeconómica y sectorial, determinada por ventajas
comparadas estáticas o por la dotación factorial, para centrarlo en las
innovaciones. En efecto, la volatilidad de la demanda, la segmentación
de los mercados, el acortamiento del ciclo de vida de los productos, las
incertidumbres estratégicas asociadas al nuevo escenario mundial y la
posibilidad de combinar economías de escala y de variedad, han im-
plicado un considerable aumento de la presión competitiva que deben
enfrentar los agentes económicos (Anl, et al., 2009).
Así, a los tradicionales factores macroeconómicos y sectoriales
que constituían los elementos claves de la competitividad en el anterior
escenario, se le agregan elementos que dependen de las acciones de
los agentes y de la naturaleza del ambiente económico y social en el
que actúan. En consecuencia, la competitividad emerge como un fe-
nómeno sistémico, y tanto la conducta de los agentes como el grado
de desarrollo del ambiente en el que operan, adquieren un importante
rol en la creación de ventajas competitivas, afirmando la concepción
de que dichas ventajas de los países, regiones y agentes no se derivan
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necesariamente de su dotación factorial. Las nuevas conceptualizacio-
nes parten de la idea de que las ventajas comparadas se pueden crear,
y, por lo tanto, tienen una naturaleza dinámica. En ese tránsito de las
ventajas comparadas estáticas a las ventajas comparadas dinámicas, la
tecnología, el desarrollo de procesos de aprendizaje y la acumulación de
conocimientos y capacidades juegan un rol clave (Barletta, et al 2016;
Barletta et al., 2014).
Las corrientes neoschumpeterianas y evolucionistas le asignan
un rol central a los procesos de aprendizaje formales e informales efec-
tuados por los agentes en la generación de innovaciones traducibles en
ventajas competitivas. Las innovaciones tangibles e intangibles se ven
afectadas por diversos factores. Las mismas se basan en argumentos
como la racionalidad acotada de los agentes, el acceso imperfecto a la
información y la incertidumbre no modelable del ambiente en el que
actúan. Por caso, la incertidumbre, que constituye un elemento clave
del análisis, es un pametro que los agentes no pueden expresar en tér-
minos probabilísticos: la información incompleta no puede ser comple-
tada, y en ese marco los agentes toman sus decisiones. En consecuencia,
su potencialidad para transformar conocimientos genéricos en específi-
cos y el desarrollo de su capacidad innovativa, influyen decisivamente
en las posibilidades de generar ventajas competitivas y de disminuir las
incertidumbres estratégicas existentes en los mercados en los que con-
curren (Barletta et al., 2016; Barletta, et al., 2014).
En el caso del comercio internacional de fruta fresca, especial-
mente en el de peras y manzanas, se ha verificado en los últimos años
un proceso de transformación estructural que alteró la configuración
tradicional del sector. Se han eliminado las barreras espaciales y tempo-
rales; el consumidor es muy cambiante en sus preferencias y exigente en
sus comportamientos; existe una competencia creciente, y se evidencia
la acumulación de poder de los minoristas. Ninguna de estas tendencias
es nueva, ni sorprendente por sí misma. Sin embargo, la combinación de
los cambios y su velocidad e intensidad, es lo que dificulta la adaptación
de los productores frutícolas tradicionales (Preiss y Díaz, 2003). Es así
que la fruticultura argentina debe competir generando nuevas ventajas
dinámicas para el sector en su conjunto, ya que la consecuencia de la no
generación de nuevas capacidades productivas, de gestión, de vincula-
ción, inversión y tecnológicas generalizadas al sector, y la consecuente
pérdida de competitividad frente a los restantes oferentes del Hemisfe-
rio Sur, se viene manifestando en el desplazamiento de los mercados, la
obtención de menores precios por la fruta, la caída de la rentabilidad de
100 Betiana Avellá, S. Graciela Landriscini y Osvaldo Preiss
Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 48 | 1er. Semestre de 2018
la actividad, y la desaparición de pequeños productores locales durante
los últimos años.
Producción y destino comercial de las manzanas y peras
argentinas
La producción de frutas de pepita ha sido y es actualmente la
principal actividad económica de la región del Alto Valle de Rio Ne-
gro, extendida en menor medida a los valles en territorio neuquino.
Representa aproximadamente el 85% de la superficie cultivada del país,
el 85% de la producción y el 95% de las exportaciones en fresco e in-
dustriales. Contribuye de modo significativo en la generación de valor
agregado y, tradicionalmente, ha sido una importante fuente de empleo
en las explotaciones, en el acondicionamiento, conservación y trans-
porte/comercialización, y en actividades conexas de modo directo e in-
directo. En sus más de cien años de existencia, la producción frutícola
se ha caracterizado por una clara concentración en peras y manzanas
con destino al consumo en fresco, con un fuerte perfil exportador, a lo
que se le agregó a lo largo del tiempo una importante presencia en el
mercado interno. El volumen de producción que no logra cumplir con
los estándares de calidad y de tamaño para el consumo en fresco es
destinado a la industrialización, como jugos concentrados, cuyo princi-
pal destino es la exportación, y como caldo para sidra, comercializado
localmente.
Las exportaciones frutícolas regionales abarcan una gran diver-
sidad de países, pudiendo resumirse los principales destino en los mer-
cados de ultramar, entre los que predominan la Unión Europea, Rusia,
Estados Unidos y el Norte de África (mercados de contra-estación con
el Hemisferio Sur, con despachos principalmente en el primer semes-
tre); los mercados continentales cuyo principal destino es Brasil (con una
alta concentración en San Pablo), y en menor medida Bolivia, Paraguay,
Perú y Uruguay.
El Gráfico 1 muestra la evolución de la producción argentina de
manzanas y peras entre los años 1961 y 2016. En manzana, se verifica
una tendencia creciente hasta el año 2003, para luego decrecer hasta
llegar al año 2016 con una producción similar a la de la década del ´70.
Por el contrario, la producción de peras ha presentado un continuo cre-
cimiento durante los años analizados.
Complejo frutícola de Río Negro y Neuquén 101
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Gráco 1. Produccn argentina de Manzana y Pera 1961/2016 (tn)
0
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Grafico N°1. Evolución de la producción argentina de Manzana y Pera
Años 1961-2016 (en tn)
Fuente: Elaboración propia en base a datos de FAOSTAT y SENASA. 2016 Estimado
Fuente: Elaboracn propia en base a datos de FAOSTAT y SENASA. 2016 Estimado.
Asimismo, dichas especies han mostrado una tendencia dispar en
lo que respecta a la relación entre producción y exportaciones. Mientras
que a partir de los años 80 se produjo un incremento en los volúmenes
producidos y exportados de pera, en manzana se observa un crecimien-
to importante en la producción que no es acompañado por un igual
desempeño de las exportaciones que se mantienen estancadas durante
los últimos 30 años, y son menores que a fines de la década del ´60
(Gráfico 2).
Gráco 2. Evolucn de la produccn y las exportaciones de Manzana
1961/2016 (tn)
0
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Gráfico Nº 2. Evolución de la producción y las exportaciones de Manzana 1961/2016
(en tn)
Exportaciones (tn)
Producción (tn)
47%
20%
Fuente: Elaboración propia en base a datos de FAOSTAT y SENASA. 2016 Estimado
Fuente: Elaboracn propia en base a datos de FAOSTAT y SENASA. 2016 Estimado.
102 Betiana Avellá, S. Graciela Landriscini y Osvaldo Preiss
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En pera el comportamiento ha sido de signo distinto; en la última
década la participación promedio de las exportaciones fue de 56%, mien-
tras que en los inicios del período analizado fue de 39% (Gráfico 3).
Gráco 3. Evolución de la producción y las exportaciones de peras.
1961/2016 (tn).
0
100.000
200.000
300.000
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500.000
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700.000
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1973
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1979
1981
1983
1985
1987
1989
1991
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1995
1997
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2001
2003
2005
2007
2009
2011
2013
2015
Gráfico Nº 3. Evolución de la producción y las exportaciones de peras. 1961/2016
(en tn)
Exportaciones (tn)
Producción (tn)
39%
56%
Fuente: Elaboración propia en base a datos de FAOSTAT y SENASA. 2016 Estimado
Fuente: Elaboracn propia en base a datos de FAOSTAT y SENASA. 2016 Estimado.
La producción presenta un perfil netamente exportador, y el 75%
del volumen es destinado al consumo en fresco (Tabla 1). Los principa-
les mercados de exportación son Brasil (36%), Rusia (20%), y Estados
Unidos (14%), seguidos por países europeos. Brasil representó, histórica-
mente, uno de los destinos más importantes por los volúmenes colocados.
Tabla 1. Destino de la producción de peras 1999/2016.
(en tn y porcentaje)
1999 2001 2005 2009 2013 2016
Volumen producido (Tn) 460.294 547.297 613.770 683.728 686.070 525.460
Mercado interno 19% 16% 11% 14% 14% 17%
Exportación 57% 54% 62% 62% 59% 58%
Industria 24% 30% 27% 23% 27% 25%
Fuente: Elaboracn Propia en base a Censos Provinciales, Secretaria de Fruticultura,
Encuestas y Estadísticas de SENASA.
En manzana, el mercado interno absorbe el 41% de la producción
en fresco y la exportación el 14%, siendo que en la década del ´60, en
Complejo frutícola de Río Negro y Neuquén 103
Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 48 | 1er. Semestre de 2018
promedio, el 47% de la producción tenía como destino comercial la
exportación. Un alto porcentaje de las cosechas anuales es destinado
a la industria (45%), en especial para la elaboración de jugos. Ello es
producto de las condiciones de declinación productiva que se observan
en un amplio sector de explotaciones de pequeños y medianos produc-
tores, que afectan la calidad final del producto, y que se vinculan a la
falta de recambio varietal (Tabla 2).
Tabla 2. Destino de la producción de manzana 1999/2016.
(en tn y porcentaje)
1999 2001 2005 2009 2013 2016
Volumen producido (Ton) 1.052.230 976.142 972.799 802.340 694.979 535.829
Mercado interno 27% 28% 27% 33% 37% 41%
Exportación 17% 20% 27% 26% 22% 14%
Industria 56% 52% 46% 41% 41% 45%
Fuente: Elaboracn Propia en base a Censos Provinciales, Secretaria de Fruticultura,
Encuestas y Estadísticas de SENASA.
Entre los principales destinos de las exportaciones de manzana
se encuentran Brasil (23%), Rusia (15%), EE.UU (13%), ciertos países
europeos, Paraguay y Bolivia. Europa fue históricamente uno de los
principales destinos de exportación, pero a partir del año 2007 las ven-
tas comenzaron a descender hasta llegar a valores similares a los envia-
dos a Brasil. Sin embargo, en el mercado brasileño se han presentado
problemas derivados de las restricciones sanitarias impuestas al ingreso
de fruta argentina, producto de la carpocapsa, la plaga más extendida
que afecta la producción frutícola de la región.
A diferencia de las principales variedades producidas y exportadas
de pera (William´s, Packham´s Triumph, Beurre D’Anjou, Red Barttlet, y
Abate Fetel entre otras) que han sido cultivadas tradicionalmente en la
región, en manzana la baja presencia de las nuevas variedades requeridas
por los mercados y el amplio cambio en las condiciones de oferta de los
países competidores, llevaron a que Argentina haya retrocedido en su
participación en los mercados de exportación, ya que la mayor propor-
ción de la oferta varietal local continua siendo Red Delicious y sus clones
(64%), seguidas por la Granny Smith (14%) que son variedades deman-
dadas por muy pocos mercados en el exterior, lo que repercute negativa-
mente en el precio. Ello ha significado que actualmente la producción de
estas variedades esté fuertemente orientada al mercado interno.
104 Betiana Avellá, S. Graciela Landriscini y Osvaldo Preiss
Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 48 | 1er. Semestre de 2018
En síntesis, en general, del total producido, solo las variedades
Cripps Pink/Pink Lady,2 seguidas por la Gala y Clones, logran tener una
importante participación en las exportaciones (96% y 73%, respectiva-
mente).
Comportamiento de Argentina frente a los competidores del
Hemisferio Sur
A nivel mundial, el principal productor de manzanas y peras es
China con una participación aproximada de 50% y 70%, respectiva-
mente. La producción argentina de manzana se ubica en el 12º lugar,
perdiendo algunas posiciones en los últimos años. China es además el
primer exportador de manzana fresca con aproximadamente 1,3 mi-
llones de toneladas, y alcanza una participación del 12% en las expor-
taciones mundiales. Polonia e Italia se ubican en el segundo y tercer
lugar, respectivamente, con volúmenes exportados también cercanos
al millón de toneladas. En pera la producción argentina se ubica en el
tercer lugar, luego de China y EE.UU.
La producción de manzanas en el Hemisferio Sur se encuentra
estabilizada en el orden de 5,5 millones de toneladas. Históricamente,
Argentina ocupó un lugar importante entre los principales países pro-
ductores, siendo hasta fines de la década de los 90 el principal produc-
tor; a partir de entonces su participación comenzó a descender en forma
prácticamente constante. En la actualidad, Chile es el principal pro-
ductor. Desde la década del ´80 ha evidenciado un notable crecimiento
en su producción y exportaciones, debido, en gran parte, a los avances
técnicos, y las políticas favorables al desarrollo de comercial del sector,
tanto a nivel del mercado interno, como en materia de exportación.
Brasil también ha mostrado un importante crecimiento en el volumen
de producción, resultado principalmente de una política de sustitución
de importaciones, orientada a las variedades de mejor adaptación a sus
condiciones climáticas3 (Gráfico 4).
2 La denominación comercial depende del cumplimiento de determinadas condiciones
que establecen las normas de comercialización bajo la patente Pink Lady; en caso de
no cumplir con dichas condiciones se debe comercializar bajo el nombre de Cripps
Pink con un valor comercial más bajo.
3 Principalmente Fuji y Gala, mientras que en los últimos años empezaron a incorpo-
rar Cripp´s Pink.
Complejo frutícola de Río Negro y Neuquén 105
Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 48 | 1er. Semestre de 2018
Gráco 4. Evolución de la producción de manzana en el Hemisferio Sur
1962/2016 (tn)
0
200.000
400.000
600.000
800.000
1.000.000
1.200.000
1.400.000
1.600.000
1.800.000
2.000.000
1962
1964
1966
1968
1970
1972
1974
1976
1978
1980
1982
1984
1986
1988
1990
1992
1994
1996
1998
2000
2002
2004
2006
2008
2010
2012
2014
2016*
Gráfico Nº 4. Evolución de la producción de manzana en el Hemisferio Sur 1962/2016 (en tn)
Argentina Australia Brasil Chile Nueva Zelanda Sudáfri ca
Fuente: Elaboracn propia en base a datos de FAO STAT, WAPA, Observatorio Frutícola de la Provincia de Rio Negro. *Año 2006 Estimado
Fuente: Elaboracn propia en base a datos de FAO STAT, WAPA, Observatorio Frutícola de la
Provincia de Rio Negro. *Año 2006 estimado.
En el caso de la producción de peras, Argentina se ha mantenido
a lo largo de todas las décadas como primer productor y exportador del
Hemisferio Sur, seguida por Sudáfrica que incrementó su producción en
los últimos años. Australia y Chile disminuyeron la producción particu-
larmente en las últimas dos décadas (Gráfico 5).
En cuanto al destino de la producción de manzana, los princi-
pales países del Hemisferio Sur (Chile, Nueva Zelanda y Sudáfrica) se
orientaron preferentemente a la exportación en fresco; en cambio, en
Brasil y Australia el principal destino ha sido el consumo interno. En
Argentina la producción se envía de modo creciente a la industria, coin-
cidentemente con la pérdida de mercados para la fruta fresca (Gráfico
6). Ello genera un grave perjuicio al productor que trabaja la fruta para
su comercialización en fresco, y luego, al verse forzado a enviarla a la
industria por problemas de calidad, sanidad, variedades no demanda-
das, sobreoferta, o por urgencias financieras, obtiene ingresos que no
logran superar el costo de producción, acarreándole ello una descapita-
lización creciente.
106 Betiana Avellá, S. Graciela Landriscini y Osvaldo Preiss
Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 48 | 1er. Semestre de 2018
Gráco 5. Evolución de la producción de peras en el Hemisferio Sur.
1962/2016 (tn)
0
100.000
200.000
300.000
400.000
500.000
600.000
700.000
800.000
900.000
1.000.000
1962
1964
1966
1968
1970
1972
1974
1976
1978
1980
1982
1984
1986
1988
1990
1992
1994
1996
1998
2000
2002
2004
2006
2008
2010
2012
2014
2016*
Gráfico Nº 5. Evolución de la producción de peras en el Hemisferio Sur. 1962/2016 (en tn)
Argentina Australia Brasil Chile Nueva Zelanda Sudáfrica
Fuente: Elaboracn propia en base a datos de FAO STAT, WAPA, Observatorio Frutícola de la Provincia de Rio Negro. *Año 2006 Estimado
Fuente: Elaboracn propia en base a datos de FAO STAT, WAPA, Observatorio Frutícola de la
Provincia de Rio Negro. *Año 2006 estimado.
Gráco 6. Destino de la producción de manzana en países del
Hemisferio Sur 2015 (%)
41%
1% 5%
48%
60%
48%
18%
70%
75%
18%
11%
26%
40%
29%
20%
34% 29% 26%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
Argentina Australi a Brasil Chile Nueva Zelanda Sudáfrica
Gráfico Nº 6. Destino de la producción de manzana en países del
Hemisferio Sur 2015 (en %)
Exportacn Mercado interno Industria
Fuente: Elaboracion Propia en base a datos del Observatorio Frutícola de Rio Negro (Argentina) y WAPA
Fuente: Elaboracion Propia en base a datos del Observatorio Frutícola de Rio Negro
(Argentina) y WAPA.
Complejo frutícola de Río Negro y Neuquén 107
Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 48 | 1er. Semestre de 2018
En peras, el Gráfico 7 muestra que la mayoría de los países anali-
zados tienen como principal destino la exportación, salvo Australia que
orienta la mayor parte de su producción al consumo interno.
Gráco 7. Destino de la producción de peras en países del Hemisferio
Sur. 2015 (%)
57%
10%
71%
36%
50%
17%
56%
10%
36% 13%
26%
34%
20%
28%
36%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
Argentina Australi a Chile Nueva Zelanda Sudáfrica
Gráfico Nº 7. Destino de la producción de peras en países del Hemisferio
Sur. 2015 (en %)
Exportación Mercado interno Industria
Fuente: Elaboracion Propia en base a datos del Observatorio Frutícola de Rio Negro (Argentina) y WAPA
Fuente: Elaboracion Propia en base a datos del Observatorio Frutícola de Rio Negro
(Argentina) y WAPA
Argentina, como fuera señalado, es líder en el mercado mundial
de pera, con una tendencia creciente en las exportaciones, lo que le ha
permitido mantener su primacía entre los países del Hemisferio Sur;
por el contrario, en el caso de la manzana, la pérdida de dinamismo
en las exportaciones encuentra explicación en el deterioro del sistema
productivo y comercial local, siendo además el resultado de la persis-
tente política de captación de mercados llevada adelante por Chile, Nue-
va Zelanda y Sudáfrica que ha desplazado a la fruta argentina. Hasta
la década del ´70, Argentina concentraba el 40% de las exportaciones
de manzana de los principales países del Hemisferio Sur. A partir de
entonces, la mayoría de las regiones y países orientaron sus políticas
sectoriales y sus estrategias comerciales a la introducción de nuevas
variedades con el objetivo de ampliar su cartera de oferta, logrando
reposicionarse en el mercado; tal el caso de Chile y Nueva Zelanda que
impulsaron políticas de I&D en biotecnología para obtener y/o adaptar
108 Betiana Avellá, S. Graciela Landriscini y Osvaldo Preiss
Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 48 | 1er. Semestre de 2018
nuevas variedades. La Tabla 3 muestra la evolución de la participación
de los distintos países del Hemisferio Sur en las exportaciones de man-
zanas entre 1960 y 2016.
Tabla 3 Evolución de la participación de los países del Hemisferio Sur
en las exportaciones de manzana. 1960/2016 (%)
Especie Años Argentina Australia Brasil Chile Nueva
Zelanda Sudáfrica Total
Manzana
Prom. ´60 43 27 03819 100
Prom. ´70 40 14 0 9 12 25 100
Prom. ´80 26 5 0 31 16 22 100
Prom. ´90 18 3 1 37 22 19 100
Prom. ´00 14 1 5 42 20 18 100
Prom.
2010-16* 10 0 4 45 19 22 100
Fuente: Elaboracn propia en base a datos de FAO STAT, WAPA, Observatorio Frutícola de la
Provincia de Rio Negro. *Año 2006 estimado
Nueva Zelanda ha logrado un destacado desempeño exportador.
Buscó ser reconocida por la introducción de nuevas variedades, y cuan-
do los competidores imitaron su exitosa estrategia, se reconvirtió a va-
riedades de última generación, convirtiéndose en el líder del mercado
internacional. Agregado a ello, se gestaron en el país eficaces esquemas
de asociación entre los diferentes sectores de la cadena productivo/
comercial que han venido operando con un enfoque sistémico (tal el
caso de los agentes de viveros, productores y comercializadores), con el
objeto de potenciar sus capacidades competitivas a partir de asegurar
la calidad de todo el proceso, mostrando resultados positivos frente a
otros países con baja densidad de articulación institucional. En general,
las razones del destacado crecimiento logrado fueron el gran nivel de
organización presente en el sistema productivo y comercial de Nueva
Zelanda, a partir del funcionamiento de los comités reguladores del
Estado. Por ese mecanismo toda la fruta exportada se coordinaba en
aspectos de producción, cosecha, control de calidad y comercialización
(Moguillansky, 2006; Preiss y Díaz, 2003). Se trata de prácticas de mer-
cado con regulación institucional.
Una visión semejante puede obtenerse analizando el desarrollo
del sector frutícola chileno, en el que destacan un conjunto de factores
convergentes y acumulativos a lo largo del tiempo, que han desenca-
Complejo frutícola de Río Negro y Neuquén 109
Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 48 | 1er. Semestre de 2018
denado variados efectos positivos en cada uno de los componentes del
sistema. De los antecedentes consultados se extrae que el avance de la
fruticultura chilena no descansó solo en ciertas ventajas estáticas como
las favorables condiciones naturales para la adaptación y desarrollo de
ciertas especies (luminosidad, temperaturas y caractesticas del suelo),
sino que es el resultado de las distintos programas implementados para
fortalecer y desarrollar nuevas ventajas dinámicas en procura de ser
el primer exportador de manzana del Hemisferio Sur (Moguillansky,
2006), entre las que destacan:
las acciones encaminadas a obtener mejoras en el manejo
de plantaciones: inicialmente se importaron variedades y se
desarrolló experimentación para su adaptación; actualmente
desarrollan variedades propias para obtener mayores venta-
jas en la adaptación, y un mayor control de la comercializa-
ción, a lo que se agrega la reducción en el pago de royalties
al exterior.
la innovación permanente traducida en el desarrollo de nue-
vos procesos y el mejoramiento de métodos de organización,
selección, evaluación y tipificación.
la formación de personal y el perfeccionamiento de profe-
sionales a través de las universidades y centros tecnológicos,
lo que posibilitó la especialización de ingenieros agrónomos,
técnicos y extensionistas en aéreas como fruticultura, riego,
fertilidad, genética, y negocios, entre otras. Además, se per-
feccionaron docentes lo que condujo a una mejora en la in-
vestigación y desarrollo de nuevos proyectos.
la generación de innovaciones en acondicionamiento, empa-
que y conservación.
la instauración de una estrategia de desarrollo económico del
país fundamentada en equilibrios macroeconómicos de largo
plazo, sumada a la seguridad jurídica e institucional que dio
incentivos para aumentar la inversión con el propósito de lo-
grar beneficios crecientes en el mediano y largo plazo.
la coordinación estratégica de acciones para una internacio-
nalización competitiva entre los distintos actores de la cade-
na. Chile ha procurado sostener la mejor relación precio-cali-
dad de su fruta, con la búsqueda constante de nuevos merca-
dos para su colocación y la obtención de nuevos y mejorados
acuerdos comerciales (Ciren-Odepa, 2002).
110 Betiana Avellá, S. Graciela Landriscini y Osvaldo Preiss
Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 48 | 1er. Semestre de 2018
El caso de la pera presenta otras características, pese a que mu-
chos de los cambios señalados afectan también el comercio internacio-
nal de la especie. La menor atención que la misma recibe en la litera-
tura internacional, es una señal que no sólo se relaciona con el menor
volumen comparativo de comercio, sino que se explica también por la
estabilidad que viene mostrando la especie, tanto en lo que se refiere a
los países participantes en el mercado mundial, como al grado de inno-
vación en el producto. La participación de Argentina en el comercio in-
ternacional ha crecido durante las décadas analizadas llegando a alcan-
zar el 55% del total de exportaciones del Hemisferio Sur; Sudáfrica es
su principal competidor, manteniendo una participación relativamente
constante desde la década de 1960 a 2016 que oscila entre el 20 y 30%.
Ver Tabla 4.
Tabla 4. Evolución de la participación de los países del Hemisferio Sur
en las exportaciones de peras. 1960/2016 (%)
Especie Años Argentina Australia Brasil Chile Nueva
Zelanda Sudáfrica Total
Pera
Prom. ´60 37 28 03329 100
Prom. ´70 36 26 08228 100
Prom. ´80 38 15 020 126 100
Prom. ´90 44 5 0 30 120 100
Prom. ´00 57 2 0 20 120 100
Prom.
2010-16* 55 1 0 17 126 100
Fuente: Elaboracn propia en base a datos de FAO STAT, WAPA, Observatorio Frutícola de la
Prov. de Rio Negro. *Estimac. 2006
Principales factores que condicionan la competitividad
argentina
Durante gran parte de los últimos veinte años, los consumidores
del mundo han utilizado sus mayores ingresos y el creciente uso del cré-
dito para probar nuevos productos y desarrollar nuevas experiencias, al
tiempo que pugnan por el logro de mejores niveles de precios y condi-
ciones de compra. También resalta la competencia entre los hipermer-
cados y los comercios boutique. Con el avance de la competencia en los
Complejo frutícola de Río Negro y Neuquén 111
Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 48 | 1er. Semestre de 2018
mercados de alimentos, la diferenciación de productos se ha convertido
en la estrategia de marketing predominante. En el caso específico de
las manzanas, la diferenciación ha sido por lo general sobre la base de
atributos como origen, variedad, calidad, tamaño, u otras cualidades
objetivas. En general, en el pasado, la diferenciación del producto ha
sido estática. Es decir, una vez que se establecía un punto de diferen-
ciación (por ejemplo, la manzana de variedad Gala vs la Red Delicious,
o la producción orgánica vs la producción convencional), tal situación
podía permanecer sin cambios durante muchos años. En la actualidad,
esto se ha modificado profundamente y en ello incide el comportamien-
to cada vez menos predecible de los consumidores. De este modo, los
productores y comercializadores tienen que ser capaces de diferenciar
continuamente su oferta de productos de las de sus competidores, en
una dinámica de innovación continua. La dinámica que plantea la di-
ferenciación del producto demanda investigación permanente, inno-
vación tecnológica en la generación de las variedades, en los sistemas
de producción y acondicionamiento; en la promoción, el mercadeo y
el control de calidad y trazabilidad. Asimismo requiere una continua
revisión de acuerdos comerciales y de la organización en la cadena co-
mercial y su logística. Esta creciente dimica de cambio e innovación,
asociada al desarrollo de la biotecnología, a la creación de bienes club, a
la imposición de patentes y a la certificación de normas de trazabilidad,
calidad y sanitarias, implica nuevos puestos de trabajo en las firmas y
en el sistema, y exige afrontar mayores costos para la inserción en el
mercado, para alcanzar economías de escala y para lograr una mayor
rentabilidad final.
Argentina tiene varios factores que condicionan su performance
para poder competir con el grado de dinamismo que plantea el mundo
actual y la economía globalizada. Algunos provienen de la macroeco-
nomía, de las distorsiones en los precios relativos y el efecto inflaciona-
rio, de la restricción financiera, las cargas tributarias y los problemas
de infraestructura. Otros emergen del propio sector, en el que reina la
asimetría informativa y en las relaciones de intercambio producto de la
concentración económica, en un marco de heterogeneidad de actores
(empresas integradas y semi integradas extranjeras y nacionales con
distintos modelos de organización; productores independientes peque-
ños y medianos, y traders con escalas y rentabilidades diferenciales). A
continuación se reseñan algunos de los condicionantes de la competiti-
vidad dentro del sector:
112 Betiana Avellá, S. Graciela Landriscini y Osvaldo Preiss
Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 48 | 1er. Semestre de 2018
Desarrollo e innovación en variedades
La incorporación de nuevas variedades de frutas de pepita en
el mercado mundial, sobre todo en el caso de la manzana, (con pro-
ductos con ciclos de vida cada vez más cortos), requiere desplegar una
estrategia de renovación más dinámica que permita obtener una mayor
rentabilidad en la producción. Sin embargo, la estructura varietal de la
región ha tenido escasas modificaciones en los últimos años. El tener
una marcada concentración en variedades tradicionales limita el acceso
a los mercados más dinámicos de exportación y hace que la región se
encuentre cautiva de los pocos mercados que demandan dichas varie-
dades standard.
Además, la limitación en la competitividad relacionada con el
perfil de variedades está vinculada al precio de venta de la fruta, ya que
por lo general los mayores valores se alcanzan en las variedades mejor
adaptadas al deseo del consumidor. La producción de manzana en Ar-
gentina no evidencia una reconversión varietal acorde con las preferen-
cias de la demanda y las exigencias de calidad internacional.
Por lo tanto, una estrategia que busque una mayor penetración
en los mercados internacionales, necesariamente debe centrarse en la
realización de mejoras genéticas asociadas a las innovaciones biotec-
nológicas y en la introducción de nuevas variedades. En el complejo
frutícola regional, la incorporación de nuevas variedades de manzana,
como Ambrosia, Jazz, y Honney Crisp, no ha seguido la evolución de la
demanda, y puede considerarse mínima; el predominio de las varieda-
des tradicionales afecta los precios y los ingresos recibidos, dado que
las cotizaciones son entre un 40 y un 50% más bajas que en el caso de
las variedades nuevas. Ello puede estar motivado en: a) la inexistencia
de una evaluación acerca de la posibilidad de adaptación de las nuevas
variedades importadas a la región, b) el crecimiento controlado de la
oferta de ciertas variedades por tratarse de un bien club, c) el desco-
nocimiento en el mercado local, y d) el incremento en el costo de las
plantaciones por el pago de royalties y patentes, entre otras razones. La
combinación de estas causas explica la progresiva pérdida de los merca-
dos de los países desarrollados en los que se compite por diferenciación,
calidad, presentación y precio en los distintos canales comerciales.
Complejo frutícola de Río Negro y Neuquén 113
Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 48 | 1er. Semestre de 2018
Productividad en la fase primaria
Sumado al problema del desfasaje en materia de variedades en
manzana, la producción promedio por hecrea en el Alto Valle refleja
un atraso tecnológico en las plantaciones, en viveros y en mecanización.
En Argentina la producción promedio es de 34 ton/ha; en los principales
competidores del Hemisferio Sur la misma alcanza entre 45 y 49 ton/
ha en pera, y entre 57 y 59 ton/ha en manzana. Los bajos rendimientos
incrementan el costo de producción. El Gráfico 8 muestra la inversión en
plantaciones en Argentina, Chile y Sufrica en los últimos 10 años, res-
pecto a la superficie total implantada. Se observa que Argentina presenta
una tasa menor de renovación que los países competidores.
Gráco 8. Inversión en plantaciones de peras y manzanas, en
Argentina, Chile y Sudáfrica en los últimos 10 años
(en % de la supercie implantada)
0%
5%
10%
15%
20%
25%
30%
35%
Argentina Sudáfrica Chile
19%
27%
22%
17%
31%
25%
Gráfico Nº 8 Inversión en plantaciones de peras y manzanas,
en Argentina, Chile y Sudáfrica en los últimos 10 años (en %)
Pera Manzan a
Fuente: Proyecto RN Frutas . Diagnós ti co
Fuente: Proyecto RN Frutas. Diagnóstico.
Distintas calidades, distintos mercados
El volumen de manzanas no aptas para consumo en fresco en la
región del Alto Valle, es decir, consideradas como “descarte”, alcanza
-según los años- valores de entre el 40% y 45% del total producido. En
las últimas temporadas se ha registrado una reducción en el porcentaje
de fruta de descarte, debido principalmente a: un menor volumen to-
114 Betiana Avellá, S. Graciela Landriscini y Osvaldo Preiss
Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 48 | 1er. Semestre de 2018
tal de producción, producto de los problemas climáticos, la reducción
progresiva de la superficie cultivada por la creciente urbanización y la
diversificación de los usos del suelo, y a que el precio de la fruta destina-
da a industria ha resultado menor que el costo de producción. En cuanto
al volumen comercializado en fresco (promedio de 20% como saldo
exportable, y 30% al mercado interno), se evidencia que los volúmenes
exportables tienden a disminuir y se incrementan las proporciones (no
las cantidades) destinadas al mercado interno, dadas las exigencias de
calidad y costos de difícil cumplimiento en el mercado internacional,
que desplazan a la oferta argentina.
Estructura de costos
Considerando un precio medio en los mercados internacionales
para la fruta de exportación de 16,5 u$s por caja de 18 kg, la fruta
argentina alcanza un costo promedio que genera un déficit de casi 3
u$s por caja, mientras que la chilena y la sudafricana alcanzan una
rentabilidad de 2,5 y 3,5 u$s por caja, respectivamente. A partir de
información obtenida del Proyecto Río Negro Frutas 2017, se presenta
el Gráfico 9 que muestra una comparación de los costos por caja expor-
tada de 18 kg de fruta, discriminados por producción primaria, logística
y comercialización, y servicios de empaque y frío, para los tres países,
evidenciando estos últimos el mayor desequilibrio.
Gráco 9 Costos de la fruta exportada por Argentina, Chile y Sudáfrica.
2017 (caja de 18 kg de fruta en dólares)
0
2
4
6
8
10
12
14
16
18
20
22
Argentina Ch il e Sudáfrica
Gráfico Nº 9 Costos de la fruta exportada por Argentina, Chile y
Sudáfrica. 2017 (caja de 18 kg de fruta en dólares)
Producción en chacra Logística y Comercialización Servicio empaque, Frío y Materiales
Precio FOB: 16,5 u$s
Fuente: Proyecto RN Frutas . Di agnós ti co
Fuente: Proyecto RN Frutas. Diagnóstico.
Complejo frutícola de Río Negro y Neuquén 115
Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 48 | 1er. Semestre de 2018
El desequilibrio en los costos de empaque y frío da cuenta de la
necesidad de introducir cambios técnicos en el empaque que mejoren la
eficiencia de los procesos de acondicionamiento, en tanto la actividad
es tradicionalmente mano de obra intensiva, lo que hace que la parti-
cipación de los costos laborales sea muy importante en el costo total
del producto. Además aparecen diferencias que provienen del financia-
miento de los esquemas de seguridad social producto de una marcada
heterogeneidad en los regímenes tributarios por países.
Cuestiones sanitarias
El status sanitario es otro de los factores que plantea restriccio-
nes a la competitividad de las frutas de los Valles de Rio Negro y Neu-
quén. La principal plaga de la región es la Carpocapsa (Cydiapomone-
lla). Su persistencia en una amplia superficie implantada ha provocado
un fuerte impacto negativo en el comercio con Brasil, sobre todo luego
de la declaración de ese país como libre de la plaga, situación que im-
puso más controles y procedimientos a las operaciones de exportación
de peras y manzanas hacia ese mercado, que tradicionalmente ha sido
clave para la economía regional.
La región del Alto Valle ha sido pionera en la aplicación de la
Técnica de Confusión Sexual para el control de la Carpocapsa, logrando
ventajas en la disminución del número de aplicaciones de plaguicidas,
y aplicando productos específicos y amigables con el medio ambiente,
obteniendo un importante beneficio económico y ambiental. Desde la
Estación Experimental Alto Valle del INTA se desarrollaron en la úl-
tima década importantes y efectivas experiencias de trabajo asociati-
vo con productores para extender dichas prácticas, y lograr el control
de la enfermedad en una amplia superficie implantada con frutales.
Ello permitió mejorar el acceso a los mercados que tienen a esa plaga
como cuarentenaria. Sin embargo, los controles deben ser permanentes
y abarcar amplias superficies, ya que la ausencia de tratamiento sobre
las plantaciones de algunas zonas o explotaciones pone en riesgo a toda
la región. La crisis de rentabilidad ha restringido la realización de los
tratamientos por parte de un gran número de productores, y ello genera
un círculo vicioso que termina afectando la calidad de la producción
individual y colectiva y la comercialización, provocando la caída de los
volúmenes vendidos y de los precios obtenidos, llegando a provocar el
cierre de mercados y hasta conflictos diplomáticos.
116 Betiana Avellá, S. Graciela Landriscini y Osvaldo Preiss
Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 48 | 1er. Semestre de 2018
En otro orden, los resultados obtenidos a partir de la implementa-
ción del Programa Nacional de Control y Erradicación de la Mosca de los
Frutos en la Región Patagónica, permitieron que el territorio fuera reco-
nocido por EEUU a partir del 2005, como Área Libre de Mosca de los Fru-
tos (Ceratitis capitata), con la posibilidad de que dicho reconocimiento se
extienda a otros mercados restrictivos para la plaga. Ello ha generado im-
portantes beneficios comerciales en la cadena de valor (Toranzo, 2016).
Acuerdos comerciales
Argentina participa en una amplia gama de mercados. Sin em-
bargo, la presión competitiva hace necesaria la búsqueda de nuevos des-
tinos, o la mejora en el acceso a algunos de los existentes, que con fre-
cuencia imponen diversas restricciones de ingreso. Resulta estratégico
intensificar el comercio con los países latinoamericanos. Actualmente
se tiene una importante presencia en Brasil. Ella es menor en Bolivia y
Paraguay, y es reducida en Perú, Colombia, Ecuador, Venezuela y Méxi-
co, mercados en los que Chile, principal competidor hemisférico, cuenta
con una presencia cada vez más importante. También deben intensifi-
carse las negociaciones con China e India, mercados de gran potencial
para el negocio frutícola. En el mismo sentido deben aprovecharse las
posibilidades que se abren en los países del Norte de África, en Medio
Oriente y en Lejano Oriente.
Argentina ha suscripto diversos acuerdos comerciales; entre ellos,
se deben tener en cuenta las situaciones que colocan a la producción local
en clara desventaja con otros países competidores y que limitan el creci-
miento de las exportaciones. Por ejemplo, en el caso de la Unión Europea
las peras argentinas tienen un arancel Ad Valorem que varía entre el 8%
al inicio de la temporada hasta 0% a mediados de abril, y de 4% a 0% en
manzanas para similar período; mientras que los competidores directos
como Chile tienen 0% de arancel en el todo el período. Con Argelia existe
un arancel Ad Valoren de 30% comercializándose por unos 20 millones
de dólares anuales (80% manzanas). En México existe un arancel Ad Va-
loren del 20% para las manzanas (0% para peras), mientras Chile tiene
0% para un cupo de manzanas y menor arancel para el excedente. La
India, por su parte, es un mercado que viene creciendo fuertemente en
los últimos años; por lo tanto ello demanda persistentes esfuerzos para
lograr la penetración con fruta argentina. Sin embargo, difícilmente las
ventas a ese país puedan representar volúmenes de exportación significa-
Complejo frutícola de Río Negro y Neuquén 117
Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 48 | 1er. Semestre de 2018
tivos en el corto o mediano plazo, en la medida que no se logre bajar los
aranceles actuales del 50% en manzanas y 35% en peras. En la actuali-
dad su principal oferente es Chile. Concluyendo, la exportación de frutas
argentinas es fuertemente afectada por altos aranceles a la importación,
lo cual resulta una clara desventaja en los principales mercados, en rela-
ción al resto de los países del Hemisferio Sur, especialmente Chile y Sud-
áfrica. Ello impone necesariamente avanzar sobre la negociación de los
aranceles de importación que tributan las frutas locales en los mercados
más importantes, de modo de mejorar las condiciones de competitividad.
Los aspectos tecnológicos y las innovaciones
En los distintos eslabones de la cadena productiva se han presen-
tado avances tecnológicos que ayudan a lograr una mayor eficiencia.
En la producción primaria se incorpora progresivamente nueva tecno-
logía para la realización de las labores culturales; por caso, en explo-
taciones medianas y grandes se introducen máquinas automatizadas
para la recolección que incrementan la productividad en tiempo, en
términos del volumen de fruta cosechada por hecrea. También existe
una creciente mecanización en la poda. En el caso de las innovacio-
nes en las estrategias de obtención de nuevas variedades, como fuera
señalado precedentemente, se aprecian diferencias sustantivas con los
países competidores. Nueva Zelanda realiza esfuerzos persistentes de
I&D en biotecnología para incorporar mejoras en el material genético,
al tiempo que restringe el uso de sus nuevas variedades a círculos cada
vez más cerrados de productores, imponiendo licencias (Moguillansky,
2006). En Sudáfrica también se desarrollan innovaciones en la produc-
ción primaria y en la organización comercial; y en Chile, en el marco
del crecimiento de la demanda por nuevos tipos de frutas y el acorta-
miento del ciclo de vida de los productos, se intensifica la creación y
comercialización de nuevas variedades propias (Ciren – Odepa, 2002).
Factores macroeconómicos condicionantes de la
competitividad
En primera instancia cabe destacar los condicionamientos
que resultan del contexto macroeconómico que inciden en el
desarrollo sectorial, principalmente las restrictivas políticas
118 Betiana Avellá, S. Graciela Landriscini y Osvaldo Preiss
Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 48 | 1er. Semestre de 2018
monetarias que afectan el crédito, la variabilidad del tipo de
cambio y de la tasa de cambio efectiva real (TCER) en las
operaciones de comercio externo, y las cuestiones fiscales; la
distribución del ingreso que define la capacidad adquisitiva
de la población, los precios relativos de insumos y productos
y los costos de transporte.
Agregado a ello, la competitividad es condicionada por la
dinámica de la organización industrial, en particular por la
falta de coordinación de la oferta local y de la salida de la
fruta al exterior. Sudáfrica y Nueva Zelanda vienen operando
con un sistema coordinado entre privados de control de la
oferta exportable, mientras en Argentina rige un sistema con
escasa regulación. Destacan: la falta de organización de la
comercialización, y las asimetrías en las relaciones entre em-
pacadores exportadores, distribuidores del mercado interno
y productores, evidenciadas en la selección de la fruta, en la
falta de transparencia en cuanto a los valores de las opera-
ciones comerciales y plazos de pago, y en la distribución de
los resultados del intercambio. La estructura de relaciones
gestada a lo largo del tiempo, y la creciente concentración
evidenciada en el marco de la globalización de los mercados,
y del sistema agroalimentario, dificulta la asociación tras
intereses comunes, De este modo, la falta de transparencia
informativa tecnológica y comercial a lo largo de la cadena
impone un fuerte acoplamiento de los productores atomi-
zados a los agentes de la comercialización concentrada. En
tal sentido, la organización frutícola se fortalecería y podría
alcanzar mayores niveles de competitividad externa con la
generación y circulación amplia de información estratégica
en el conjunto del complejo productivo regional. Ello permi-
tiría alcanzar la máxima trazabilidad comercial, y una mayor
eficiencia en la toma de decisiones y en el desarrollo de las
labores culturales, así como el conocimiento acerca de las
nuevas variedades con mayor demanda externa e interna, y
en el acondicionamiento y la logística.
Afectan, asimismo, la competitividad, los continuos cambios
de las regulaciones comerciales a nivel internacional, y el
incremento de las exigencias en materia de certificación de
normas sanitarias y de calidad e inocuidad, privadas y pú-
Complejo frutícola de Río Negro y Neuquén 119
Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 48 | 1er. Semestre de 2018
blicas, lo que se agrava por las asimetrías informativas y la
imperfección de los mercados internos de insumos y servicios
claves; por caso: agroquímicos y combustibles; material de
empaque, maquinaria y equipos y servicios tecnológicos.
Otra fuerte restricción resulta de la dificultad para acceder
al financiamiento de inversiones en capital fijo y en cuanto
a tasas de interés, para desarrollar mejoras técnicas como
incorporación de los sistemas de riego por aspersión, montes
con mayor densidad e implantación de nuevas variedades; y
en capital de trabajo, para la cobertura de los costos de las
labores culturales en cada temporada: poda, raleo, fertiliza-
ción y cosecha, en montos, costo, plazos y garantías.
Cabe citar, asimismo, el déficit en materia de recursos huma-
nos, en cuanto al nivel de capacitación evidenciado, frente
a las exigencias que plantea la renovación constante del co-
nocimiento en las fases de producción, acondicionamiento y
control sanitario y de trazabilidad, y en la gestión comercial.
La introducción de nuevas tecnologías crea nuevos puestos
de trabajo y da de baja otros; ello exige el registro de infor-
mación de indicadores de producción y mercado, y el desa-
rrollo de procesos de aprendizaje de creciente complejidad
que combinan conocimiento tácito generado y compartido en
el desarrollo de las tareas, y conocimiento codificado conte-
nido en normas y procedimientos con base científica. Plantea
también; la delegación de funciones de evaluación y control,
y la superación de las formas tayloristas de trabajo, imple-
mentando mecanismos de trabajo que involucren procesos
de participación del personal en la toma de decisiones y que
conviertan a las firmas del sector en organizaciones formati-
vas, según la conceptualización de Erbes, et al., 2014.
Una restricción complementaria resulta el déficit eviden-
ciado en el consumo interno de frutas en los últimos años.
Dicho consumo debe constituir una plataforma necesaria
para generar una escala atractiva de negocios. A ello deben
agregarse estrategias de logística para manejar los costos de
transporte y distribución, que aseguren una fluida oferta de
manzanas y peras de calidad en todo el país.
120 Betiana Avellá, S. Graciela Landriscini y Osvaldo Preiss
Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 48 | 1er. Semestre de 2018
Finalmente, y no menor, es el problema que resulta de la en-
vejecida estructura generacional en el sector de productores
independientes, asociada a comportamientos tradicionales.
En la actualidad, un 55% de los fruticultores de la provincia
de Río Negro tiene más de 60 años, mientras que solo el 15%
tiene menos de 40 años (Secretaría de Fruticultura de Río
Negro, 2017). Ello afecta la toma de decisiones y las proyec-
ciones de inversión en capital fijo, entre otras.
Por su parte, la paridad cambiaria ha sido un tema de perma-
nente debate en la actividad en referencia a la mejora de la
competitividad; sin embargo, la evidencia de las ventajas de
un tipo de cambio alto, se diluyen ante la crisis estructural
que afecta al sector desde el año 2009, producto del cambio
de precios relativos, agravado ello por el atraso cambiario y
los problemas organizacionales y de concentración del sector.
Producto de lo anterior, resulta necesario generar capacida-
des competitivas dinámicas basadas principalmente en la
acumulación y el desarrollo social del conocimiento y en la
transparencia en la distribución del ingreso generado en la
fruticultura, que permita la recuperación y expansión de los
recursos de los productores no integrados.
Para competir de modo dinámico y promover una fruticul-
tura sustentable, Argentina debe transitar un escenario ma-
croeconómico orientado al desarrollo productivo de corto,
mediano y largo plazo, por sobre el modelo de acumulación
financiera vigente; y debe superar la desacumulación de co-
nocimiento y de capital fijo de los productores independien-
tes, evidenciada en la antigüedad de las plantaciones, de las
variedades y del equipamiento, y en la falta de actualización
tecnológica general que la ha caracterizado durante muchos
años. Asociado a ello, debe superar la desorganización co-
mercial y logística, que ha debilitado notoriamente las capa-
cidades de la región para poder competir con los principales
países productores y exportadores del Hemisferio Sur, y debe
generar acuerdos internacionales que se traduzcan en la re-
baja de aranceles al ingreso de frutas en el Hemisferio Norte,
y promuevan la integración comercial en América Latina.
Complejo frutícola de Río Negro y Neuquén 121
Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 48 | 1er. Semestre de 2018
Conclusiones
La nueva fruticultura globalizada demanda un plan de inversio-
nes en plantaciones, infraestructura y tecnología, un cambio cultural y
en las relaciones entre agentes del sector, y una transformación profun-
da en las instituciones comerciales en la región. Además de un escena-
rio macroeconómico favorable, se requiere implementar un programa
de reorganización y renovación integral para poder llevar adelante una
nueva fruticultura, promoviendo cambios culturales en los actores di-
rectos y en la comunidad, formulando políticas específicas para superar
cada uno de los factores que afectan la competitividad de la actividad
y la región. Resulta necesaria la apropiación de ventajas derivadas del
proceso de innovación, a fin de fortalecer el rol de cada eslabón local
dentro del complejo sectorial. Frente a la nueva lógica competitiva, la
escasa capacidad que ha mostrado el sistema frutícola regional para
generar nuevas fortalezas para adaptarse a los cambios, ha significado
que sólo se usufructuaran las ventajas estáticas derivadas de las condi-
ciones naturales, que permiten posicionarse como líder en el mercado
de pera, sin generar las ventajas dinámicas necesarias que le posibilita-
ran un mejor posicionamiento a la manzana y la obtención de mejores
precios e ingresos. De allí la decadencia en esta especie, reflejada en
la pérdida de participación en el mercado internacional, el desvío de
comercio hacia países con menores niveles de capacidad adquisitiva, el
débil proceso de recambio varietal y el elevado porcentaje de la produc-
ción que no encuentra otro destino que la industria. La fruticultura de
la región evidencia una marcada heterogeneidad, por lo cual demanda
políticas específicas para distintos segmentos de empresas y producto-
res; no obstante se puede avanzar en políticas integrales centradas en
objetivos compartidos públicos y privados. Destaca la dificultad de las
pequeñas y medianas empresas del sector para generar redes y acceder
a conocimientos específicos, producto de las asimetas de información
y de su débil posición en el mercado.
En la actualidad, tanto la provincia de Rio Negro, a través de la
Ley de Emergencia Frutícola Climática, como el Gobierno Nacional por
la vía de la Ley que declara en Emergencia Agropecuaria al territorio
provincial, buscan por medio de distintas medidas atenuar los proble-
mas coyunturales que el sector atraviesa, y posibilitar el desarrollo de
las tareas culturales necesarias para la próxima temporada. Además,
los gobiernos de Río Negro y de Neuquén, han presentado “El Libro
Blanco de la Fruticultura”, un proyecto que contiene propuestas de cam-
122 Betiana Avellá, S. Graciela Landriscini y Osvaldo Preiss
Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 48 | 1er. Semestre de 2018
bio estructural que buscan recuperar la rentabilidad del complejo frutí-
cola. En el mismo se plantea que en el camino de las transformaciones,
los diferentes actores que conforman el complejo frutícola deben com-
partir la visión de una fruticultura competitiva y asumir compromisos
para su instrumentación. Sin embargo, esta propuesta no ha alcanzado
el consenso necesario para constituirse en un punto de partida de una
nueva estrategia regional.
La superación de la crisis estructural en la que la fruticultura está
inmersa demanda profundos cambios en la estructura socio productiva
y comercial-institucional, una fuerte inversión público privada en I&D
que aporte al mejoramiento de las capacidades dinámicas tecnológicas
y productivas, y un nuevo modelo de relaciones entre agentes locales de
la producción y la comercialización, y con importadores y competido-
res, que no puede ponerse en marcha sin la comprometida participación
de las distintas instancias públicas y privadas. Se trata de renovar la
fruticultura, y hacerla sustentable social y ambientalmente, capitalizan-
do el reconocimiento internacional de frutas saludables y con costos
competitivos.
Pueden citarse para concluir algunas ideas pertinentes referidas
a la internacionalización de las pequeñas y medianas empresas que ope-
ran en cadenas globales de valor centradas en los recursos naturales,
obtenidas del texto de CEPAL Comercio internacional y desarrollo inclu-
sivo. Construyendo sinergias, Santiago de Chile, 2013.
“El Estado debe cumplir una función activa en la internacionali-
zación de las micro, pequeñas y medianas empresas, ya sea me-
diante la facilitación y el apoyo a la exportación directa, o con
un enfoque más amplio de internacionalización que promueva
la participación en redes de producción orientadas a mercados
externos. Las mejoras administrativas que favorecen el comercio
exterior son importantes pero insuficientes. Las medidas hori-
zontales de simplificación de tmites y mejoras de los sistemas
de transporte y logística son fundamentales para aumentar la
competitividad externa de todas las empresas, pero deben com-
plementarse con capacitación y apoyo al sector de las Pymes ex-
portadoras y con potencial exportador, para la búsqueda de ni-
chos y oportunidades de mercado y la mejora de la productividad
y la competitividad. ….Desde la perspectiva de la promoción de
las exportaciones como un bien público y como herramienta de
desarrollo, su función no es solo facilitar los negocios, sino tam-
bién reducir la brecha de competitividad que afecta a las Pymes
exportadoras, mediante el reforzamiento de distintas áreas,
como innovación, gestión, certificación y marketing. ….Para lo-
Complejo frutícola de Río Negro y Neuquén 123
Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 48 | 1er. Semestre de 2018
grar avances en términos de reducción de brechas es necesario
trabajar con estrategias de mediano y largo plazo, y articular las
políticas de promoción con las de otros organismos públicos y
privados.” (CEPAL, 2013: 115).
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y factores que condicionan la competitividad
Fecha de recepción: 21/2/2018
Fecha de aceptación: 9/4/2018