Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios Nº 48 | 1er. Semestre de 2018
cial, popular, del agro pampeano, junto con su protagonista principal,
los trabajadores asalariados, de cuya labor surge lo esencial del plusva-
lor agrario. En esta dirección, afirmando un punto de vista profunda-
mente histórico, ubica a estos sectores (especialmente al campesinado
capitalizado, de base familiar) entre quienes más confrontaron con las
políticas liberales y neoliberales desplegadas a lo largo del siglo XX,
desde el Grito de Alcorta hasta el Argentinazo de 2001. Al respecto vale
remarcar que en los diferentes capítulos se expresa un método dialéc-
tico de abordaje de los casos estudiados, para el cual tomar partido por
una de las partes en conflicto no significa esquematizarlo o reducirlo a
esquemas binarios, sino, por el contrario, ayuda a desplegar todas sus
contradicciones, con la complejidad resultante que ello supone.
En el itinerario de la conflictividad pampeana, investigada desde
las raíces estructurales y sus condicionantes superestructurales, el libro
de Azcuy Ameghino reconoce dos grandes momentos: uno, que reco-
rre la mayor parte del siglo XX, con el Grito de Alcorta de 1912 como
hito principal; y otro, que incluye los picos de lucha agraria registrados
durante la década de 1990, y abarca los conflictos enfrentados por el
gobierno kirchnerista con gran parte del mundo rural, en particular los
paros ganaderos de 2006 y el conflicto disparado por la resolución 125
–retenciones móviles- en 2008.
En la línea de otros trabajos del autor, resulta interesante el resca-
te de la significación histórica de la rebelión de Alcorta, como paradig-
ma de la conflictividad pampeana característica de la primera mitad del
siglo XX, expresión de la centralidad del “viejo arrendamiento” como
meollo de la cuestión agraria de la época, incluido el carácter entonces
incipiente de la construcción de una identidad colectiva chacarera.
Analiza luego las continuidades y cambios en la conflictividad
a lo largo del siglo, señalando como algunos aspectos de la antigua
problemática rural se fueron agotando/resolviendo hacia la década de
1940, en concordancia con el desarrollo de la industrialización sustitu-
tiva de importaciones y la explícita y más activa intervención del Estado
en la economía, con un papel destacado de las políticas llevadas adelan-
te por el peronismo: “circunstancias en las cuales la clave es no confun-
dir el fin del período del ‘viejo arrendamiento’ con el de sus principales
beneficiarios, toda vez que la propiedad privada latifundista del suelo y
la correspondiente renta continuaron ocupando un lugar destacado en
la economía agropecuaria y el poder en el país”.
Con sus determinantes coyunturales (especialmente la evolución
de los precios internacionales), los emergentes de la estructura socioeco-
164 Reseña bibliográfica