Palabras clave: autoempleo, emprendimiento, MIPyMES, ecosistema emprendedor, perfil emprendedor
Keywords: self-employment, entrepreneurship, MSMEs, entrepreneurial ecosystem, entrepreneurial profile
El autoempleo hace referencia a la actividad económica que una persona impulsa para generar su propio trabajo e ingreso. En ocasiones, esas iniciativas unipersonales evolucionan generando también puestos de trabajo e ingresos a terceras personas por medio de emprendimientos que se formalizan como micro, pequeñas y medianas empresas – mipymes. “En la medida en que los emprendedores creen empleos, pueden contribuir (…) al bienestar en sus sociedades” (Bosma y Kelley, 2018, p.25). En América Latina, las mipymes representan el 95% de los negocios, generando más del 80% de los empleos totales (Cortés-Nájera, 2015). Recientes estudios reflejan altas expectativas de emprendedores latinoamericanos en cuanto al crecimiento de sus proyectos a corto y mediano plazo, con positivas repercusiones en generación de empleo (GEM Bosma y Kelley, 2018).
Respecto al sitio de la presente investigación, las mipymes en Costa Rica generan el 33% del empleo total, distribuidas en 10,2% las microempresas, 11,2% las pequeñas empresas y 11,7% las empresas medianas (Arce, 2019). Sumando los trabajadores por cuenta propia, se alcanza a prácticamente el 55% de la población ocupada (Ministerio de Trabajo y de Seguridad Social - MTSS, 2018). De acuerdo con el Banco Central de Costa Rica – BCCR, para el año 2017 Costa Rica registraba más de 130 mil mipymes. Este total de mipymes representa el 97,5% del parque empresarial a nivel nacional (Arce, 2019).
Asimismo, según el Instituto de Emprendimiento y Desarrollo Global (2018), Costa Rica ocupa el sexto lugar en el ranking de país más emprendedor a nivel de Latinoamérica. Ahora bien, a pesar de los relevantes aportes generados en materia de empleo, uno de los principales desafíos que enfrentan los emprendedores y el sector de la mipymes es evitar su mortalidad.
Muchas expectativas y esperanzas son depositadas en estas pequeñas unidades, porque ellas generan nuevos empleos y contribuyen a mejorar la competencia y una economía más eficiente. Al mismo tiempo es preocupante el número de empresas que fracasan en los primeros años de vida. (Bóveda, 2004, p.3)
Diversos estudios indican que la tasa de mortalidad de emprendimientos durante los primeros tres años de vida es del 80% (Lebendiker, Petry, Herrera & Velásquez, 2012). Entre las causas de mortalidad que se han estudiado destacan problemáticas relacionadas con la rentabilidad y el acceso al financiamiento (Lebendiker, Herrera & Velásquez, 2014). Ante la dificultad de acceder al capital, se tiende a financiar los emprendimientos con recursos propios (Rueda-Granda, 2019). Ahora bien, estudios como el Monitor Global de la Iniciativa Empresarial (GEM, por sus siglas en inglés), han mostrado que la mayoría de las nuevas empresas son iniciadas en industrias maduras y esencialmente con prácticas de negocios imitativas (Auletta & Puente, 2010), lo cual hace referencia a problemáticas disímiles al acceso al capital. Ante esa afirmación, podrían presentarse diferentes dinámicas y necesidades según el sector en el que se desarrolle el negocio. En ese sentido, se observan vacíos prácticos y científicos en materia de las razones de mortalidad por sectores económicos. Así, la presente investigación pretende generar aportes en esa temática. Para ello, se llevó a cabo una investigación de enfoque cualitativo en Costa Rica a fin de comprender las razones de mortalidad de mipymes del sector turístico-cultural, en Barrio Amón.
Barrio Amón, ubicado en la ciudad de San José, capital de Costa Rica, es uno de los siete barrios en los que se divide el distrito de El Carmen, en el sector noreste del cantón central de San José. Alberga gran riqueza en cuanto a patrimonio histórico, cultural y social para el pueblo costarricense y se destaca por concentrar el mayor número relativo de inmuebles con declaratoria de interés histórico-patrimonial del país. En los últimos años, han emergido iniciativas emprendedoras y de autoempleo vinculadas principalmente al sector turístico-cultural. A fin de contextualizarlo, resulta de interés destacar que el turismo genera el 8,2% del producto interno bruto de Costa Rica, sólo por detrás del 12,8% generado por manufacturas. El sector cultural, por su parte, representa al 2,2% (Banco Central de Costa Rica - BCCR, 2020). Al respecto, en Barrio Amón, prácticamente 4 de cada 10 personas están ocupadas en actividades vinculadas al comercio, servicios y alojamiento (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos - INEC, 2011). En paralelo, el lugar se ha visto progresivamente degradado por la proliferación de negocios de índole sexual y problemas de inseguridad ciudadana, lo cual comprometería la sostenibilidad de los proyectos turístico-culturales mencionados (Campos, 2013). Frente a estos hechos, se detectó la necesidad de comprender las razones de mortalidad de las iniciativas emprendedoras y de autoempleo antes mencionadas debido a los potenciales aportes para propiciar el desarrollo y conservación de Barrio Amón como espacio de atracción turística y cultural.
En este contexto se planteó la realización de un estudio con el objetivo de conocer las razones de mortalidad de emprendimientos turístico-culturales de Barrio Amón en el marco de un proyecto de investigación más amplio que se enmarca en un proceso local de rescate y puesta en valor de la riqueza cultural, patrimonial y social de Barrio Amón.
Los objetivos específicos del estudio consisten en 1) identificar si la mortalidad de los emprendimientos turístico-culturales se debe a un débil perfil del emprendedor y 2) analizar la vinculación de la mortalidad de los emprendimientos turístico-culturales con la ausencia de programas locales de apoyo para emprendedores. Asimismo se plantea 3) el análisis de la incidencia de las políticas orientadas al desarrollo sociocultural de Barrio Amón en los emprendimientos turístico-culturales y 4) el impacto de la existencia de negocios orientados al comercio sexual en el desarrollo de los emprendimientos turístico-culturales.
El autoempleo se refiere al trabajo por cuenta propia y autónomo, fundamentado en realizar cualquier actividad económica bajo un empleo independiente (Torres, Ontón & Huaranga, 2014). En ocasiones, la evolución de la actividad económica de proyectos de autoempleo es favorable, generando nuevos empleos. Para los fines del presente trabajo, no se hará distinción entre aquellas iniciativas que hayan surgido unipersonales y que pudieran haber ampliado su número de integrantes. Como se detallará más adelante, en todo caso se trata de micro unidades económicas.
Para la región de Centroamérica, Suramérica y el Caribe, el Índice Global de Emprendimiento (GEI, por sus siglas en inglés) la posiciona como la más fuerte de las regiones estudiadas, al contar con herramientas necesarias para desarrollar un emprendimiento, así como por su potencial en innovación de producto. Concretamente, este factor ocupa el 45% entre todos los demás factores que componen los promedios regionales que estudia el GEI. En este ranking regional, Costa Rica se posiciona en el número 6, siendo Chile el país líder.
De acuerdo con el Ministerio de Economía, Industria y Comercio de Costa Rica – MEIC (2019) y la Organización Internacional del Trabajo - OIT (2019), el perfil del emprendedor costarricense supone de tres habilidades diferentes: técnicas, blandas y emocionales. En el caso de las habilidades técnicas, se refiere al dominio de conocimientos relevantes para llevar a cabo una tarea determinada o cumplir un rol particular. Asimismo, están las habilidades blandas (también llamadas interpersonales), las cuales están asociadas con la personalidad de los individuos; algunos ejemplos son el liderazgo, trabajo en equipo y comunicación asertiva. Por último, las habilidades emocionales permiten a las personas conectar con otras; por ejemplo: la empatía, consciencia y confianza.
La definición del perfil emprendedor no es unánime entre investigadores y estudios de la materia. Así, Morales-Gualdrón & Pineda (2015) definen el perfil emprendedor a partir de otras tres dimensiones respecto a lo antes enunciado. La primera de ellas corresponde al capital humano, el cual incluye el nivel educativo, experiencia y formación previa en la gestión de empresas del emprendedor, así como la edad y el género. En este sentido, Stuart & Abetti (1990) hacen énfasis en la relación entre el nivel educativo y la experiencia, pues señalan que “la experiencia es el mejor profesor” (p. 161). La segunda se refiere a los modelos de rol, en referencia a la influencia que pueden provocar los padres que han gestionado sus propios negocios, sobre sus hijos (Morales-Gualdrón & Pineda, 2015; Ortiz & Millán, 2015). Esta dimensión toma en cuenta también otras características tales como “el nivel de ahorro familiar, el estado civil y el número de hijos” (Morales-Gualdrón et. al, 2014, p. 184). La tercera dimensión se relaciona con la motivación para emprender. Los autores lo dividen en la creación de la empresa debido a que se les presentó la oportunidad y la aprovecharon, y también y en la creación de esta por necesidad (Morales-Gualdrón & Pineda, 2015).
Ortiz & Millán (2015) se enfocan en factores psicosociales para definir el perfil del emprendedor, y hacen referencia al entorno geográfico como parte de este, enfatizando a que puede haber lugares donde exista mayor cultura empresarial que en otras. Añadido a esto, los autores señalan que debe tenerse en cuenta la experiencia laboral, al igual que Morales-Gualdrón & Pineda (2015), ya que “favorece la cultura empresarial, porque constituye una importante fuente de aprendizaje y desarrollo de competencias profesionales” (pp.224-225). Como aporte final, se indica las condiciones de trabajo y expectativas laborales del emprendedor, como parte de la definición de su perfil (Ortiz & Millán, 2015).
Recapitulando, si bien no existe un criterio único para la definición del perfil emprendedor, se aprecia que el mismo combina elementos técnicos, exógenos y de habilidades blandas.
El ecosistema emprendedor puede definirse como aquello que influye y forma parte del proceso de creación y desarrollo de emprendedores con sus emprendimientos, en un contexto físico determinado. El ecosistema incluye a los actores que fomentan, capacitan, acompañan y financian, así como el mercado, los emprendedores y las empresas, y se ve afectado por las condiciones políticas y socioculturales del país o la región en la que se ubica. Además, depende de las relaciones entre todos los elementos y el grado de sinergias entre sí (MEIC & OIT, 2019).
Existen retos a los cuales se podrían llegar a enfrentar los emprendedores dentro de su ecosistema. Ello se relaciona, en parte, con la cultura de la región o país en el que se ubica el emprendedor. A modo de ejemplo, la presión social ante la aversión al riesgo y el miedo a fracasar son determinantes para el adecuado desarrollo de un emprendimiento, lo cual implica diferentes comportamientos de los emprendedores en distintas regiones. Del mismo modo, la mentalidad y el conformismo juegan un papel importante. Igualmente, la preparación de los emprendedores también es un factor trascendental de desempeño (MEIC & OIT, 2019).
En términos de políticas públicas y legislación, ello varía según cada país. Sin embargo, habitualmente está enlazado con acciones que propician el desarrollo territorial. Este concepto plantea que el territorio se interpreta como la “sedimentación de factores culturales y sociales, de carácter histórico, interrelacionados y específicos, en las áreas locales, que generan procesos de desarrollo diferentes debido a las especificaciones locales” (Garofoli, 1995, p.54). Autores como Alburquerque & Dini (2008) y Vázquez Barquero (1999) proponen dar lugar al desarrollo endógeno como paradigma.
En el caso de Costa Rica, existe una política pero no una ley para el emprendimiento ni para que este sector participe en la política pública (MEIC & OIT, 2019). En términos de legislación y políticas, Costa Rica se caracteriza por elevadas cargas sociales y burocráticas gestiones para la apertura de empresas. Adicionalmente, la accesibilidad a fondos del estado para financiamiento es compleja. En efecto, muchos de los fondos existentes están orientados hacia empresas ya registradas como pymes, sin tomar en consideración la necesidad de capital para procesos emprendedores (MEIC & OIT, 2019).
En línea con el contexto nacional descrito en el párrafo anterior, el informe del GEM para Costa Rica indica que entre las principales debilidades del entorno para emprender destaca el contexto financiero, el cual se refiere a la disponibilidad de recursos financieros, capital y deuda. En otras palabras, se adolece de herramientas de apoyo financieras para la creación de emprendimientos en Costa Rica (Lebendiker, Herrera & Velásquez, 2014).
Fuentelsaz & González (2015) mencionan diferentes razones para el cierre de negocios, dentro de las cuales se encuentra la no rentabilidad, existencia de problemas para obtener financiación, oportunidad de venta del negocio, haber encontrado otro trabajo u oportunidad alternativa y jubilación. Otros estudios también destacan que el principal obstáculo para el desarrollo de las iniciativas emprendedoras se centra en la financiación, en el sentido de la carencia de opciones de crédito para los emprendedores (Suárez, 2015). Por su parte, Dunne, Roberts & Samuelson (1988) indican que las empresas con menos años de operación son las que presentan altas tasas de mortalidad, mientras que, las que tienen más cantidad de tiempo de operar poseen menores tasas de fracaso.
En el caso de Costa Rica se menciona que, para el 2014, las razones detrás de la descontinuación de un negocio radican principalmente en la escasa rentabilidad de este, representando la situación de más de 4 de cada 10 encuestados (Lebendiker, Herrera & Velásquez, 2014), en línea con los estudios antes mencionados que hacen énfasis en motivos económico-financieros. Sin embargo, no existen estudios más recientes que aborden a profundidad las razones por las cuales los emprendimientos dejan de funcionar, con un enfoque integral, ni las especificidades que se presentan según el sector económico en el cual se desarrollan. En este sentido, el presente trabajo pretende generar aportes ante ese vacío.
Para atender a los objetivos que antes se expusieron, la investigación fue de enfoque cualitativo en Costa Rica, a partir de datos obtenidos de entrevistas a profundidad. El diseño de la investigación es fenomenológico y su alcance de investigación es exploratorio. El muestreo fue no probabilístico por conveniencia. Se indican en la tabla I las características de la investigación.
Tabla I. Ficha técnica
Población |
Emprendedores cuyas empresas formaran parte del sector turístico-cultural de Barrio Amón y hayan cerrado |
Unidad de análisis |
Emprendimiento del sector turístico-cultural de Barrio Amón que ya no se encuentre en funcionamiento |
Unidad informante |
Emprendedor del sector turístico-cultural de Barrio Amón cuyo emprendimiento haya cerrado |
Muestreo |
No probabilístico por conveniencia. Se entrevistaron 8 emprendedores: 4 de ellos del sector turístico y 4 del sector cultural |
Instrumento de recolección de datos |
Guion de entrevista dividida en cinco secciones: 1. generalidades del negocio, 2. relación con el barrio, 3. interrelación entre actores locales 4. percepción de sus capacidades, 5. acceso a apoyos externos |
Fecha del campo |
julio-agosto 2019 |
En relación con el instrumento de investigación, se utilizó un guion de entrevista semi-estructurado. Las entrevistas fueron grabadas en audio y tuvieron una duración aproximada de una hora. El análisis de los datos se efectuó con el software Atlas.TI. En cuanto a la codificación, en la fase abierta o de primer nivel se consignó un número a cada entrevistado, a fin de mantener su anonimato (Saldaña, 2016).
En relación con el instrumento de investigación, se utilizó un guion de entrevista semi-estructurado. Las entrevistas fueron grabadas en audio y tuvieron una duración aproximada de una hora. El análisis de los datos se efectuó con el software Atlas.TI. En cuanto a la codificación, en la fase abierta o de primer nivel se consignó un número a cada entrevistado, a fin de mantener su anonimato (Saldaña, 2016).
En esta sección se muestran los resultados y análisis de la investigación, para dar respuesta a los objetivos específicos presentados al inicio.
En cuanto a la identificación de la mortalidad de los emprendimientos turístico-culturales asociada o no a un débil perfil del emprendedor se debe destacar que se ha tomado en cuenta la experiencia y la formación previa en la gestión de empresas por parte del emprendedor.
En el caso de Barrio Amón, algunas de las personas entrevistadas contaban con experiencia previa en gestión turística-cultural (E5). No obstante, a pesar de que la mayoría había transitado por cursos de formación académica relacionada con la gestión empresarial, se trataba en los casos entrevistados de la primera experiencia. Al respecto se expresó que “ninguno tenía experiencia en negocios ni administración” (E2).
En cuanto a la percepción de las propias capacidades de gestión, la percepción compartida en general era la de una autopercepción como tenaces trabajadores que hicieron lo posible por seguir con su negocio, a pesar de su inexperiencia en la gestión de los mismos. En este caso se considera que el emprendimiento “fue una escuela donde aprendí mucho y conocí mucha gente” (E1). Asimismo se indica que la búsqueda de financiamiento, los convenios logrados y las actividades realizadas formaron parte del esfuerzo individual por sacar el emprendimiento adelante, lo que se relaciona con la ausencia de sinergias en el ecosistema emprendedor de Barrio Amón. “Hacíamos charlas, convenios…” (E2). (Ver Tabla II)
Se menciona también que la razón principal de que cerraran sus empresas no se debió a la ausencia de estas capacidades en el manejo de negocios. Sin embargo, sí se está consciente de la importancia de la formación en temas de emprendimiento, gestión financiera y procesos de registro. Contrariamente, uno de los emprendedores del área cultural indica que “se logró mantener por la gestión” (E3). No obstante, se señala que, con una agenda de actividades que las personas reconozcan y mayor margen de tiempo para prepararse, la idea del proyecto hubiera funcionado.
Tabla II. Percepciones sobre las propias capacidades de gestión
"Yo hice todo, busqué financiamiento, hice convenios..." (E4) |
"Me considero buena gestora y productora cultural artística, pero el éxito de los diferentes proyectos tiene que ver con el equipo de trabajo..." (E3) |
"Me considero una buena gestora. Para ser gestor cultural, hay que tener conocimiento de las necesidades de la zona y un conocimiento cultural." (E5) |
A pesar de que nunca antes tuve experiencia en negocios, siento que hice un buen trabajo." (E2) |
"El fuerte fue el mercadeo, el problema fue producción, que a la vez está ligado con recursos humanos..." (E8) |
Fuente: información basada en entrevistas realizadas en Barrio Amón 2019
En cuanto a los aspectos técnicos del manejo de un negocio, y que se debieron reforzar se menciona “un mejor manejo de las finanzas. Tal vez hubo un problema en la distribución de presupuestos” (E7). Adicionalmente se toma en cuenta el proceso de producción, ya que, “se tenía una producción muy cara y el producto no lo vendía a un precio muy alto, por lo que el margen de ganancia es más estrecho” (E8).
El perfil de los emprendedores es débil en materia de habilidades técnicas y de capital humano, como lo es la experiencia y el manejo de las finanzas. Sin embargo, de acuerdo con los emprendedores, esto no incidió en la decisión de cierre de los emprendimientos.
Los emprendedores toman en cuenta aquellos aspectos que pudieron haber reforzado para continuar con el proyecto, tales como la proyección de eventos culturales en los espacios escénicos o galerías de arte, que pudo haber estimulado mayor movimiento y afluencia de personas en el barrio y los comercios. Además, se puede iniciar trabajando con un dinero de respaldo que pueda estar disponible si se presenta un periodo de no rentabilidad, o para cubrir los costos fijos por un tiempo determinado, mientras el emprendimiento toma forma y se da a conocer (E3).
Seguidamente se analizará si la mortalidad de los emprendimientos turístico-culturales se vincula con la ausencia de programas locales de apoyo para emprendedores.
Como resultado de las entrevistas realizadas a los emprendedores de Barrio Amón, se observa que, de acuerdo con los entrevistados, Costa Rica cuenta con escasos programas de ayuda al emprendedor, tanto en la parte económica como en la orientación durante el desarrollo de su negocio. “En el país no existe sistema de ayuda a pymes ni nada” (E7). Existen iniciativas como la del MEIC, que consiste en un proyecto llamado “Mi primer empleo”, donde las empresas pueden inscribirse y, por cada trabajador que contraten en un tiempo determinado -y sujeto a ciertas condiciones- se les premia con un monto de dinero (E8). En este sentido, el beneficio es económico mas no de acompañamiento. A esto último, se le atribuye la importancia a la escasez de programas de orientación y guía al emprendedor, que permitan conocer lo referente a procesos de pago de salarios, el seguro social, tributación y registro de patentes para comenzar a operar.
Un aspecto por considerar en los comercios es que, en Costa Rica existe el régimen tradicional y simplificado de pago de impuestos. En el caso del tradicional, si se obtiene una ganancia, entonces se cobran impuestos sobre esta, mientras que, el régimen simplificado se aplica sobre el total de las compras hechas durante el periodo a declarar (Ministerio de Hacienda, 2019), es decir, aunque no se obtengan ganancias, debe realizarse ese pago, lo cual representa una desventaja a nivel de rentabilidad. El desconocimiento en materia del pago de tributos afecta la operación de un emprendimiento, por lo que las guías y orientaciones podrían constituir una ventaja frente a reducción de costos de operación. “El gobierno drena el emprendimiento con el cobro de impuestos. (…) Durante el primer año y medio no tuvimos utilidad y se pagaron impuestos. Si hubiéramos estado en régimen tradicional, nos ahorramos dinero” (E2). Por otro lado, los emprendedores señalaron que en Costa Rica “no hay un modelo escalado de impuestos de acuerdo con el avance de la empresa” (E3), lo que puede provocar que los costos de operación sean altos en contraste con las ganancias mensuales. El pago de impuestos resulta conforme a las mismas condiciones que lo hacen las grandes empresas (E7).
En relación con los emprendimientos orientados a la sostenibilidad ambiental, a pesar de los esfuerzos en la promoción de iniciativas de esta índole, los programas gubernamentales tampoco tienen participación. Hay escaso fomento a las empresas que buscan la optimización de recursos y a las acciones a tomar para el fomento de la sostenibilidad en los emprendimientos (E8). Este es un aspecto de importancia para la presente investigación, considerando la unidad de análisis.
Además, “no hay acceso a educación financiera ni empresarial, se está en desventaja en el país” (E3). Se menciona también que, las oportunidades de financiamiento se reducen a líneas de crédito personales (E7), porque las enfocadas en pymes aplican cuando ya se tiene el negocio definido y establecido, lo cual resulta imposible para emprendedores quienes están iniciando su emprendimiento. A pesar de esto, los emprendedores aseguran que la ausencia de programas financieros para estos contribuyó al cierre de sus negocios, especialmente porque uno de ellos se sostuvo en un periodo determinado gracias al capital propio, sin embargo, no fue la razón principal. “El principal logro fue el haber podido sostener el negocio por el tiempo que estuvo con capital propio” (E2).
En cuanto a la búsqueda y obtención de fondos externos para financiarse, los emprendedores, después de buscar y cotizar diferentes opciones, optaron por autofinanciarse, ya sea por aportes de capital de los socios (si los tenían) o préstamos personales de las entidades financieras. En esa perspectiva los entrevistados expresaron opiniones en relación con la limitación percibida en materia de programas orientados a los emprendimientos:
"La falta de apoyo a emprendedores contribuyó al cierre del negocio, pero no fue determinante." (E7)
"Creo que falta apoyo a los pequeños empresarios, y es una cuesta arriba para cualquier persona que quiera tener su propio negocio." (E3)
"En Costa Rica hay muchos programas para emprendedores, pero no resuelven el problema... Los programas son buenos para las personas que ya tienen un producto que vender (...), pero a personas que no están totalmente formadas en ese aspecto, es una pérdida de tiempo y de dinero." (E5)
Con respecto al objetivo planteado respecto a la incidencia de las políticas orientadas al desarrollo sociocultural de Barrio Amón en los emprendimientos turístico-culturales, la experiencia de los entrevistados al momento de solicitar permisos y patentes municipales fue rápida, sencilla y sin dificultades. “El trámite del registro sanitario del Ministerio de Salud fue sorpresa, por la amabilidad del personal, la prontitud en la resolución del trámite y la facilidad para hacerlo” (E7).
Fue excepción el caso de una empresa del sector turístico, la cual resultó complicada la obtención de patentes debido a que debían disponer de mayor tiempo antes de iniciar operaciones. De igual manera, en el caso de una empresa del sector cultural, los trámites para el seguro social y los permisos municipales resultaron de mucha carga para los administradores. “Los trámites de la municipalidad fue mucha inversión y complicado de sacar la patente” (E2).
En el caso de los espacios escénicos estudiados, una de las dificultades consistió en plasmar el enfoque que se le quería dar al espacio. En primera instancia, al momento de solicitar financiamiento a entidades bancarias, porque la concepción del tipo de negocio -al ser diferente a lo que existe en Costa Rica- las personas no la entendieron, ya que la idea venía plasmada desde un contexto suramericano. Esto provocó el rechazo del financiamiento bancario para pyme, lo que constituye una dificultad para el desarrollo sociocultural de Barrio Amón.
En contraste con lo anterior y de acuerdo con los emprendedores, resulta también una dificultad la imposibilidad de definir el mobiliario y equipo, así como otros activos del emprendedor como parte de la garantía para solicitar un financiamiento, por lo que, en consecuencia, las posibilidades de obtener un préstamo para pymes son aún más difíciles. En la Tabla III se presentan citas textuales relacionadas con las dificultades para el desarrollo de emprendimientos.
Tabla III. Dificultades para el desarrollo de emprendimientos según dimensión
Dimensión |
Opiniones expresadas |
Limitaciones |
“Patentes no fue complicado porque el lugar había tenido patente de negocio, entonces fue solo un cambio de patente y no se tuvo problema.” (E3) “Sí, encontré dificultades, tortuguismo, las patentes, los permisos, la Caja Costarricense de Seguro Social, hay mucho tiempo que se pasa solucionando problemas gubernamentales en lugar de estar concentrado en el contenido…” (E5) |
Apoyo al emprendimiento |
“No hay oportunidades, no existen, se reducen a líneas de crédito y tal vez no se necesita plata sino un seminario donde le explique a los emprendedores cuáles son los reportes que se deben generar y cómo debe hacerlos.” (E7) |
|
“Se pide garantía mobiliaria o inmobiliaria. Es imposible su criterio.” (E8) |
Concepto del negocio |
“A mucha gente le costó entender el concepto, porque la gente es muy cuadrada y preguntaba que dónde iba a estar el escenario y dónde el público. Ese cambio de chip costó mucho.” (E4) |
El desconocimiento sobre programas del MEIC para pymes también forma parte de las dificultades para el desarrollo de los emprendimientos, pues esto impide que se conozca las oportunidades como el proyecto “Mi primer empleo” comentado al inicio de este análisis. Es el caso de las empresas estudiadas -a excepción de una microempresa-, pues no conocían el sistema de registro del MEIC.
Al analizar el efecto de la existencia de negocios orientados al comercio sexual en el desarrollo de los emprendimientos turístico-culturales se debe destacar que el comercio sexual en Barrio Amón constituye una problemática para algunos emprendimientos. Este hecho se vincula con la condición de San José (a la que pertenece el barrio) como una importante ciudad de desarrollo del turismo sexual. Aunque no se consigna información reciente, la cantidad de turistas sexuales supuesta a partir de la información sobre capacidad y ocupación real de los hoteles indiscutiblemente dedicados a ese turismo en San José centro y en sus prolongaciones occidental y oriental sobrepasaba la cifra de 3.000 de los cuales con bastante certeza “se sabe que aproximadamente 400 son turistas sexuales” (Mora, 2013).
Esa situación es mencionada en cuanto al impacto negativo por algunos entrevistados que señalan que “a la gente le parece feo e inseguro donde hay prostitución” (E1). A partir de las seis de la tarde, los trabajadores sexuales comienzan a ofrecer sus servicios sexuales, por lo que, según los emprendedores, representa inseguridad para quienes pasan caminando con rumbo a los emprendimientos turístico-culturales que continúan operando en la noche, tales como los restaurantes y cafeterías. Por el contrario, se da el caso de una empresa de este sector la cual indica que el comercio sexual no influyó en la decisión de cerrar porque se daba a partir de las diez de la noche (E2).
Se menciona que, algunos emprendedores contaban con el local para el negocio, y a su vez como casa de habitación, por lo que eran testigos de los sucesos nocturnos, tales como la prostitución de niños, violaciones y maltratos a las trabajadoras sexuales (E5). Estos hechos, también reportados en medios de información nacionales, confabularon al cierre de una microempresa, por la inseguridad que sentían las personas al transitar por el lugar, por lo que no visitaban el negocio y, por ende, las ganancias eran menores (E5).
Contrario a las razones anteriores, la experiencia de uno de los entrevistados no fue negativa en tanto los trabajadores sexuales llevaban a sus clientes a que compraran artículos en su tienda. Otro punto contrario es que, los negocios de índole sexual son “una problemática social” (E8), y la gente más vulnerable es aquella que vive en marginación social. El comercio sexual es una problemática que los negocios deberían ayudar a desaparecer (E8).
Contrastando con las realidades de los emprendimientos de Barrio Amón, las entrevistas registran respuestas donde se subraya que el comercio sexual incide y afecta en el desarrollo de los negocios turístico-culturales. Al respecto se apreció desde distintos puntos de vista el efecto de la existencia de negocios orientados al comercio sexual, en general con una connotación negativa.
"La gente sentía inseguridad a veces." (E2)
"El comercio sexual es una peste muy difícil de sacar." (E4)
"Los barrios bohemios en el mundo entero están cerca de los barrios rojos..." (E5)
"En la misma cuadra del negocio estaba otra sala de masajes clandestina." (E4)
"Violaciones, gritos, maltratos a las prostitutas. (...) Después de las 7pm es una atmósfera fea." (E5)
El presente artículo pretendió analizar razones de mortalidad de emprendimientos turístico-culturales de Barrio Amón. Para ello se plantearon cuatro objetivos específicos cuyos alcances serán aquí discutidos.
En primer lugar, respecto a identificar si la mortalidad de los emprendimientos turístico-culturales está asociada a un débil perfil del emprendedor, se observa que los emprendedores del Barrio Amón muestran experiencia empírica en actividades turístico - culturales pero no en términos de gestión y estrategia de negocios. En otras palabras, cuentan con trayectoria en el sector, pero no en la gestión de iniciativas económicas. En este sentido, si bien mayormente los emprendedores cuentan con habilidades técnicas (MEIC, 2019; OIT, 2019) carecen de la experiencia del manejo de un negocio (Morales-Gualdrón & Pineda, 2015; Ortiz & Millán, 2015), lo cual dio paso al desconocimiento en gestión de las finanzas, en procedimientos para la solicitud de permisos municipales, entre otros aspectos de importancia desde una perspectiva operativa, aunque también estratégica. En esa línea, y desde una perspectiva de interrelaciones entre actores locales, se destaca el desconocimiento relativo a la organización conjunta de eventos que pudieron incrementar la cantidad de clientes, y por tanto, incidir positivamente en la sostenibilidad de los emprendimientos.
Relativo a las competencias que definen a los emprendedores, se concluye que los convenios logrados, búsquedas de financiación y actividades realizadas para hacer crecer el emprendimiento, son ejemplos de la puesta en práctica del liderazgo, la visión y el compromiso que todo emprendedor debe tener, así como las habilidades emocionales desarrolladas.
Se plantea la importancia de contar con una cultura empresarial de cooperación donde se tome en cuenta la experiencia laboral y se desarrollen diferentes competencias, como parte del perfil del emprendedor. Caso contrario sucede lo analizado en Barrio Amón, donde no se logra profundizar en el trabajo conjunto o la intercooperación entre emprendedores, instituciones y vecinos, por lo que la cultura no representa ni propicia sinergias.
Vinculado a lo antes expuesto, entre los mecanismos para reducir la mortalidad de emprendimientos, se identifican oportunidades en el impulso de sinergias donde todos los actores del barrio se pronuncien y trabajen en conjunto. En este sentido, en la presente investigación emergen intentos de trabajo en esa línea, pero incipientes y mayormente infructuosos. “Buscaron colectividad y trabajar en co-creación pero no hubo respuesta” (E5). Po lo anterior, puede afirmarse que existe una carencia de interacción entre los emprendedores, y con las instituciones públicas u otras organizaciones locales. Esta ausencia resultó decisiva en la mortalidad de emprendimientos.
Alineado con lo anterior y referido a la seguridad, vuelve a tomar parte la cohesión y el trabajo en equipo, “se proponen iniciativas de mejora con el fin de que el barrio se pueda organizar y trabajar en conjunto para crear espacios donde los diferentes actores tengan participación” (E5). Manejar una agenda en conjunto resultaría valioso para que las actividades no se superpongan y la gente pueda participar en las de su interés. Se tiene una visión de que en Barrio Amón se pueda hacer un paseo cultural, de manera que cuando el espacio exista, el comercio sexual y la inseguridad vayan desvaneciéndose (E5).
En cuanto a la vinculación de los emprendimientos turístico-culturales con la ausencia de programas locales de apoyo para emprendedores, se detecta un principal limitante en términos de acceso al capital. Ello refuerza estudios anteriores (Lebendiker, Herrera & Velásquez, 2014). Además, según se menciona, existe una escasez de programas y guías que acompañen en los diferentes procesos para el establecimiento físico de una empresa, por lo que queda en incertidumbre los pasos a seguir por los encargados del negocio. Estos resultados se vinculan con lo planteado por Fuentelsaz & González (2015) y Suárez (2015).
En línea con lo anterior, se concluye que, la limitación para el acceso a la financiación constituye una razón importante por la cual muchas empresas cierran. En el caso de los microempresarios cuyo capital sea propio, podría constituirle un reto para hacerle frente a los gastos mensuales, especialmente a los emprendedores que nunca hayan tenido un negocio. Esto refleja la necesidad de contar con un capital de respaldo para los imprevistos durante la operación de la empresa.
En relación con los regímenes de tributación, es común entre los emprendedores con negocios turísticos de Barrio Amón el desconocimiento en esta materia, lo que puede afectar la operación y las finanzas de los negocios, pues dependiendo del tipo de régimen escogido para el pago de impuestos, puede existir una disminución en los costos mensuales de la empresa. Esto también se relaciona con la ausencia de guías y programas de acompañamiento al emprendedor.
En temas de sostenibilidad ambiental, se da una ausencia de parte de programas gubernamentales para promover iniciativas en pro del ambiente que tomen en cuenta los emprendimientos, por lo que las empresas no crean esfuerzos con el fin de aumentar acciones sostenibles de reciclaje, reutilización y reducción de desperdicios. Esto puede constituir una desventaja hacia los nuevos negocios, porque los clientes tienden a consumir productos y servicios de aquellas empresas amigables con el ambiente.
Al analizar la incidencia de las políticas orientadas al desarrollo sociocultural de Barrio Amón en los emprendimientos turístico-culturales los resultados han ido en dos líneas contrarias: mientras que en algunos de los emprendimientos no existieron trabas y burocracia para la obtención de permisos ni patentes municipales, en otros sí mencionaron la complejidad de los trámites. Además, se encontró con la dificultad de hacer entender el enfoque planteado para los emprendimientos, especialmente los espacios escénicos. Esto contradice la teoría, al afirmar que la burocracia en tramitología abunda (MEIC & OIT, 2019). En este sentido, se concluye que estos trámites sí inciden en los emprendimientos turístico-culturales. Además, esto constituye una desventaja pues el acceso a financiamientos se vuelve más arduo. Adherido a esto, no existen políticas que regulen los emprendimientos, y tampoco su participación en las políticas públicas, lo que significa una dificultad, pues no se cuenta con apoyo ni respaldo gubernamental.
También se identifica desinformación de parte de los emprendedores acerca de lineamientos del MEIC que podrían propiciar el desarrollo de emprendimientos. Esto podría relacionarse también con la ausencia de guías que ayuden a los emprendedores. Puede que existan opciones y oportunidades, pero sin programas de ayuda, orientación y asesoría, los procedimientos para la apertura y operación de las empresas se vuelven más difíciles.
Por último, en cuanto a la incidencia de los negocios orientados al comercio sexual en el desarrollo de los emprendimientos turístico-culturales se considera que la problemática relacionada con la propagación del comercio sexual en el Barrio incide en el desarrollo de los emprendimientos turístico-culturales. En cualquier caso, es preciso mencionar que el comercio sexual es una temática social que ha de ser abordada por todos los actores del barrio, desde vecinos hasta las instituciones de gobierno. Al respecto, y retomando la riqueza patrimonial y cultural del lugar, las oportunidades de potenciar iniciativas económicas turístico – culturales se ven amenazadas por la inseguridad y la expansión de los negocios sexuales.
De manera esquemática se puede afirmar que con el paso de los años se han presentado variaciones en la dinámica social, económica, de infraestructura, de esparcimiento, entre otros aspectos, que han repercutido en la conservación y desarrollo de Barrio Amón. Sin embargo, el impulso continuo, ordenado y consensuado de acciones de fortalecimiento local que busquen articular redes e incidir en políticas públicas, podría impulsar su posicionamiento como un espacio de atracción por su oferta artística, cultural y turística.
A pesar de que Barrio Amón abarca solamente una pequeña fracción de San José, no fue posible tomar en cuenta todas las empresas que cerraron. Es por esto por lo que se señala la importancia de continuar con el estudio en esta zona geográfica, con el fin de conocer -además de otras razones de mortalidad- casos de éxito y posibles soluciones para contrarrestar la mortalidad de emprendimientos. Sin embargo, esas limitaciones propician la identificación de líneas futuras. Así, se puede ampliar la cobertura a otras áreas de San José para determinar patrones según la ubicación de las empresas.
Añadido a lo anterior, es importante contemplar no solamente el sector turístico-cultural, sino también otras industrias, con el fin de tener una visión amplia de los diferentes ecosistemas emprendedores y sus actores, e informar a futuros posibles empresarios acerca de la realidad a la que se enfrentan muchos negocios alrededor de San José.